Durante 2008 las ventas al exterior del insumo energético representaron 900 millones de dólares, cifra similar a la obtenida por los envíos del rubro cárnico. Expertos atribuyen el fenómeno a una doble realidad local signada por el crecimiento de la industria del biodiesel y el freno agropecuario debido a la falta de estímulos para el sector.
A decir de Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), las exportaciones argentinas de carne y de biodiesel transitan caminos distintos.
“Durante el año pasado el nivel de ventas al mercado internacional del combustible alternativo se ubicó en el orden de los 900 millones de dólares, cifra cercana a la registrada por los envíos al exterior de un producto tan tradicional para nuestro país como la carne vacuna”, compara en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
A su entender, sin dudas resulta loable la rápida evolución que ha tenido el negocio local del biodiesel, que por estos días pisa fuerte en los principales mercados del mundo. “Paralelamente, una sucesión de errores en materia de política agropecuaria mermó de manera significa las exportaciones del rubro cárnico”, señala.
Según sus palabras, desde el año 2006 hasta la fecha se ha producido un importantísimo proceso de inversión en la industria argentina de biodiesel por alrededor de 500 millones de dólares, gracias al cual hoy se cuenta con una capacidad instalada que oscila en torno a los 2,6 millones de toneladas (Tn) del recurso.
En ese sentido, resalta positivamente la actividad productiva de siete empresas santafecinas: Renova (de Glencore y Vicentín, a cargo de 480.000 Tn anuales en la localidad de San Lorenzo), LDC Commodities (de Louis Dreyfus, con 300.000 Tn en General Lagos), Patagonia Bioenergía (con 250.000 Tn en San Lorenzo), Ecofuel (de Aceitera General Deheza y Bunge, con 220.000 Tn en Puerto San Martín), Unitec Bio (del Grupo Eurnekian, con 220.000 Tn en Puerto San Martín), Explora (con 120.000 Tn en Puerto San Martín) y Molinos Río de la Plata (con 120.000 Tn en Rosario). Asimismo, destacó que está a punto de habilitarse la santiagüeña AG Energy (del Grupo Citrusvil, con una capacidad de 240.000 Tn en la localidad de Frías).
Lo que viene
El grueso de la industria del biodiesel se instaló en la provincia de Santa Fe (más precisamente, un 78% del total de la capacidad instalada del país). “La mayor parte de las radicaciones se efectuaron contiguas a las grandes fábricas de aceites vegetales. La tecnología predominante en el sector es de última generación”, resume el especialista.
En base a los resultados alcanzados hasta el momento por el rubro, considera que el principal desafío de cara al futuro estriba en lograr un crecimiento sostenido, con reglas de juego claras y sin exclusiones de ningún tipo.
“En base a los cálculos preliminares de la Secretaría de Energía, para atender el corte obligatorio de gasoil con un 5% de biodiesel durante el año 2010 –tal como lo estipula el marco legal vigente– será necesario que exista una oferta de 620.000 Tn del recurso. Ese volumen será, en principio, cubierto por 18 empresas”, explica.
A su criterio, la mayoría de ellas podrá atender sin inconveniente alguno tanto el mercado de exportación como el interno al mismo tiempo. “En ese sentido, el Gobierno nacional les otorgará un cupo para operar a lo largo de 2010, el cual será renovado año tras año. Así será hasta que se pueda conformar una oferta con firmas que en su estructura de capital tengan mayoría estatal o de productores agropecuarios, tal cual lo establece la Ley 26.093”, puntualiza.
Antes y después
Molina anticipa que, por estos días, la autoridad de aplicación está a punto de emitir las leyes complementarias para regular -además del cupo fiscal- las normas de calidad y el precio del biodiesel, de manera simétrica a las estipulaciones emitidas para la implementación del programa de bioetanol.
“La inflexibilidad de la capacidad del parque refinador y la carga creciente de crudo más pesado -tomando en cuenta que la Cuenca Neuquina pierde participación relativa y, consecuentemente, aporta cada vez menos petróleo liviano-, constituye un factor importante que restringe la oferta de gasoil en la Argentina”, advierte.
A su entender, esa situación -junto con las exigencias que establecen las normas de calidad de los combustibles en el país- es funcional a la incorporación de biodiesel. De ese modo, considera que la entrada en vigencia del mandato legal de corte obligatorio de combustibles minerales con biocombustibles representará un ‘antes y un después’ en materia de diversificación de la matriz de energía local.
Fuente: Inversor Energético