Ainhoa Giménez / Bolságora
Después de todo, el petróleo ha vivido un rally impresionante en 2009, después de perder el 54% en 2008 (la mayor pérdida anual desde que empezaron a cotizar los futuros sobre el crudo). Aunque la subida del gas natural es mucho menos espectacular, de sólo el 45%, es mucho mejor que la pérdida del 25% de 2008, y el precio se ha duplicado desde principios de septiembre. El petróleo cierra el año con la mayor subida de la década.
La cuestión es ¿y ahora, qué? Y ciertamente, el año que va a comenzar se presenta como uno de los más difíciles para anticipar los movimientos de las materias primas. La mayoría de los analistas coinciden en que las perspectivas son prometedoras para petróleo y gas a largo plazo, pero a corto es mucho más difícil de adivinar por culpa del abandono de las políticas de estímulo por parte de las principales economías.
“Este año ha sido uno en que muchos operadores de petróleo han tenido que olvidar todo en lo que creían respecto a la oferta y la demanda. En vez de eso, han tenido que centrarse en los intríngulis de los tipos de cambio y de la macroeconomía global”, explica Phil Flynn, de PFG Best.
Así, el petróleo empezó el año en lo que parecía una espiral deflacionista, con una caída desde 147 dólares hasta mínimos de 30 en febrero. Pero entonces, la Fed inyectó más liquidez, el dólar se hundió, todas las materias primas se dispararon y el petróleo duplicó su precio con creces. “Esas drogas de los estímulos monetarios y los tipos cero sientan muy bien ahora, pero no podemos confiar en ellas para siempre”, añade Flynn.
La idea es que la retirada de los estímulos es bajista para el crudo por la subida del dólar y el miedo a una subida de tipos y a su impacto en la demanda. Ahora bien, una eventual caída del petróleo sería vista por muchos como una oportunidad de compra, lo cual puede provocar muchos altibajos y oportunidades… como en 2009.
De hecho, después de la subida desde 30 dólares, el petróleo se ha estancado en un lateral entre 70 y 80 dólares durante casi toda la segunda mitad del año. Y las expectativas son que continúe en esa banda, aunque hay quien piensa que la caída del volumen es un signo clásico de una última pata de una tendencia alcista. Es decir, el barril habría hecho techo.
Otros, en cambio, son muy alcistas de aquí a fin de año: Patrick Kerr, de Amerifutures, espera que el petróleo alcance niveles récord de 150 dólares a lo largo de 2010. Un argumento es que el crudo no ha bajado de 80 dólares pese a que EEUU y Europa están en la peor recesión desde la Gran Depresión.
Por otro lado, están los factores estructurales: la cantidad finita de petróleo, la falta de alternativas en la actualidad y la aceleración de la demanda por el desarrollo de los países emergentes. Todo ello hace a Kerr predecir una superación de los anteriores máximos y que esta vez el precio se mantenga por encima de los 100 dólares.
A más corto plazo, hay muchos elementos que pueden hacer que el barril rompa al alza: ataques de Al Qaeda en Arabia Saudí, inflación y escasez de agua y electricidad en Venezuela, el programa nuclear de Irán, la posibilidad de huracanes en el Golfo de México… En el otro lado, EEUU y Europa están lejos de recuperarse y una doble recesión es una posibilidad real, lo cual puede hacer que el barril vuelva a caer a 40 dólares en algún momento de 2010, según James Williams, de WTRG Economics.
Fuente: El Economista