Unos 4 mil millones de litros de petróleo derramados por la rotura de un oleoducto canadiense, podría llegar en los próximos días al lago Michigan, en el estado norteamericano del mismo nombre, que provocarìa una tragedia ambiental de grandes proporciones
Unos 4 mil millones de litros de petróleo derramados por la rotura de un oleoducto canadiense, podría llegar en los próximos días al lago Michigan, en el estado norteamericano del mismo nombre, que provocarìa una tragedia ambiental de grandes proporciones.
“Se trata de una marea negra importante que puede contaminar fuentes de agua esenciales y constituir una amenaza para la salud pública”, advirtió hoy la directora de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, Linda Jackson.
El oleoducto perteneciente a la empresa Embridge Energy Partners, que transporta crudo canadiense a la parte central de Estados Unidos, se rompió el pasado lunes 26 de julio vertiendo una gran cantidad de petróleo que luego se desplazó por el río Kalamazoo, en Michigan.
“Si el petróleo llega al lago Michigan será una tragedia de proporciones históricas”, dijo por su parte la gobernadora de ese estado del norte de los Estados Unidos, Jennifer Granholm.
Se trata del segundo accidente de proporciones que ocurre en Estados Unidos, donde hace un poco más de dos meses explotó una plataforma petrolera en el Golfo de México.
El Argentino.com
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Tony Hayward: “Me fui por amor a BP”
Así lo aseguró el ex CEO de la petrolera británica en sus primeras palabras tras dejar el cargo. Remarcó que su renuncia buscó evitar mayores daños a la empresa. “Me convertí en un villano por hacer lo correcto”, dijo
“BP podrá reconstruirse más rápido en los Estados Unidos sin Tony Hayward como su CEO”, se sinceró Hayward en una entrevista exclusiva con el diario económico The Wall Street Journal. “No quería dejar BP porque amo la compañía. Pero por amor a la compañía tenía que irme de BP”.
“Entiendo que es más fácil para la gente atacar a un individuo que a una compañía”, agregó el hombre más odiado de 2010 por los estadounidenses.
En su primer reportaje luego de su renuncia, el ex director ejecutivo se mostró frustrado y triste por su alejamiento de la compañía para la que trabajó 35 años.
Hayward dejó en claro que no se fue por deseo propio, sino para evitar un daño mayor a la imagen pública de la petrolera británica.
Algunos comentarios de Hayward mientras su ex empresa fallaba una y otra vez en los intentos por contener el derrame irritaron especialmente a los ciudadanos afectados y a la Casa Blanca (ver nota relacionada). Al respecto, el ex CEO reconoció que algunos de sus dichos fueron un “error”.
Mientras estuvo en el cargo, Hayward fue el blanco de todas las críticas, tanto las dirigidas a la estructura de la empresa por su deficiente respuesta al desastre como a su manejo personal de la crisis.
“El señor Hayward debería preocuparse menos por defenderse y más por ver cómo hará BP para dejar de victimizar a las familias y comerciantes del Golfo”, le espetó, por ejemplo, el republicano Edward Markey cuando fue convocado al Congreso.
El día que se despidió de sus empleados, Hayward recibió una ovasión que casi lo hizo llorar. En aquella oportunidad, admitió quebrado que “mantenerme a mí como la cara pública de BP se volvió insostenible”.
Infobae