El consorcio formado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Repsol-YPF halló una enorme reserva de gas en el departamento de Santa Cruz, que “garantizará la provisión para Brasil y Argentina”, indicó el presidente de la compañía estatal, Carlos Villegas
El descubrimiento se estima en un billón de pies cúbicos, que se suman a los 19 billones calculados como nivel de reservas totales en el país vecino. La creciente fortaleza brasileña en el plano energético –dependiendo cada vez menos de las importaciones– y este descubrimiento en Bolivia mejora la perspectiva de exportación hacia la Argentina, aunque la concreción de estos envíos depende de las inversiones en el sistema local de transporte de gas. En este sentido, ayer la presidenta Cristina Fernández firmó el contrato para la construcción del gasoducto Juana Azurduy, cuya inauguración está prevista para mayo de 2011. Esta obra permitirá ampliar sensiblemente la capacidad de importación de gas desde el país vecino, beneficiando a las provincias del nordeste argentino.
La compañía que realizó el descubrimiento es la empresa mixta YPFB Andina, formada por las dos mencionadas. El pozo exploratorio se encuentra a 55 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y las pruebas de extracción arrojaron un caudal de seis millones de pies cúbicos por día, por lo que Repsol en un comunicado difundido en Madrid indicó que “aportará un billón de pies cúbicos de gas, equivalentes a diez meses de consumo en España”.
El volumen de las reservas probadas de gas en el país vecino ronda los 19 billones de pies cúbicos, por lo que la nueva exploración permitiría incrementarlas en un 5 por ciento aproximadamente. El consorcio mixto señaló que es necesaria una inversión de 50 millones de dólares para la puesta en producción del gas y existe la posibilidad de que el volumen final de producción por pozo alcance 1,5 o hasta 2 millones de pies cúbicos diarios.
La nueva explotación permitiría consolidar las ventas bolivianas hacia la Argentina, que son de 5 millones de metros cúbicos diarios, aunque por el invierno se han incrementado hasta 6,3 millones. “Fortifica la posibilidad de que Bolivia provea de gas natural a la Argentina”, indicó a Página/12 Félix Herrero, vicepresidente del Grupo Moreno. “Pero la capacidad para importar gas de parte del sistema de transporte local está colmada, por lo que serán necesarias inversiones. El hallazgo permite que baje el riesgo de tales desembolsos, porque consolida las reservas bolivianas”, explicó el especialista en temas energéticos.
Con el objetivo de incrementar la capacidad de transporte de gas desde Bolivia, ayer en Casa Rosada Cristina Fernández firmó el contrato para la construcción y puesta en marcha del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), que sería inaugurado en mayo de 2011. La obra beneficiará, en un futuro, a las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y el norte de Santa Fe. El tramo a inaugurar estará integrado por un tendido de 15 kilómetros del lado boliviano y de 32 km en territorio argentino, con un costo total de 180 millones de pesos. En este último caso, el tramo es el que corre desde la frontera de la provincia de Salta hasta la planta compresora de Campo Durán. La intención final es poder ampliar la capacidad de transporte hasta 12 millones de metros cúbicos diarios, llegando a 27,7 millones para 2017.
Página/12
_____
Repsol y el gobierno boliviano hallaron un yacimiento de gas
Servirá para reforzar los envíos a la Argentina; Cristina anunció un nuevo gasoducto
Oliver Galak
LA NACION
El envío de gas boliviano a la Argentina, una de las soluciones que adopta el país para paliar la escasez del fluido en invierno, se verá reforzado en los próximos años como consecuencia de dos hechos conocidos ayer.
Por un lado, el gobierno de Evo Morales y la empresa española Repsol anunciaron el hallazgo de un importante yacimiento de gas que servirá para reforzar las reservas de Bolivia y permitirán sostener las exportaciones a Brasil y la Argentina. Por el otro, la presidenta Cristina Kirchner anunció que para mayo próximo estará construido el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), que permitirá ampliar la capacidad de exportación de gas boliviano.
El nuevo yacimiento boliviano está ubicado unos 55 kilómetros al sudeste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y tendría reservas por un billón de pies cúbicos (TCF, según las siglas en inglés). Ese volumen equivale a aproximadamente medio año de consumo total de la Argentina. La operación fue hecha por el consorcio YPFB Andina, que está participado en un 50,4% por el Estado boliviano y en un 48,9% por Repsol. La prueba de producción inicial arrojó 6 millones de pies cúbicos diarios de gas y 160 barriles de condensado.
“Esto nos permite seguir cumpliendo los compromisos con el mercado interno y los contratos con la Argentina y Brasil”, dijo el presidente de la petrolera estatal boliviana YPFB, Carlos Villegas. Del emprendimiento en Bolivia participa la petrolera española sin el concurso de sus socios argentinos en YPF, el grupo Petersen.
Según el ex secretario de Energía argentino Daniel Montamat, este hallazgo “viene bien porque la situación del gas en Bolivia está bastante complicada”. Explicó que, si bien antes del proceso de nacionalizaciones se decía que Bolivia tenía reservas por 27 TCF, el nivel real de reservas ascendería hoy a 10 TCF, según trascendidos de funcionarios bolivianos.
La cifra exacta de las reservas se conocerá el mes próximo, cuando se presenten los resultados de la auditoría encargada a la compañía estadounidense Ryder Scott. La semana pasada, el ministro de Energía e Hidrocarburos boliviano, Fernando Vincenti, anticipó que las reservas son de no menos de 19 TCF. En cualquier caso, el hallazgo difundido ayer comienza a revertir el proceso de deterioro de los últimos años. La Argentina, que en los últimos 10 años perdió más de la mitad de sus reservas, tiene hoy aproximadamente 14 TCF.
Más yacimientos
“Nos estamos confiando de importar de Bolivia cuando la situación allí no es tan holgada. Bolivia tiene serios problemas para cumplir los compromisos de venta al mercado externo, tanto de Brasil como de la Argentina -dijo Montamat-. Todavía falta descubrir muchos yacimientos si los bolivianos quieren ser proveedores regionales de gas.”
Bolivia destina aproximadamente 31 millones de metros cúbicos (aproximadamente 1000 millones de TCF) diarios a Brasil, 7 millones a la Argentina y 6 millones al consumo interno.
El gasoducto anunciado ayer, en tanto, aportará 7,7 millones de metros cúbicos para el invierno del año próximo, 11,6 millones para 2012 y 13,5 millones para 2013. Según se anunció, tiene un presupuesto de 180 millones de pesos y tendrá 32 kilómetros de extensión en territorio argentino, más otros 15 del lado boliviano.
“El crecimiento del consumo de energía refleja el crecimiento de la economía, pero también la mejor calidad de vida de los argentinos”, dijo Cristina Kirchner, durante el acto de firma de los contratos de construcción.
Además, se anunció ayer el rediseño de la traza del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), que deberá abastecer a 163 localidades de 6 provincias. Originalmente, el proyecto había sido anunciado en 2004 y debía haber estado inaugurado en mayo de 2006. El de ayer se suma a numerosos anuncios y lanzamientos pronunciados durante los últimos seis años.
1 billón de Pies cúbicos de gas
* Son las reservas del nuevo yacimiento anunciado ayer. Equivalen a medio año de consumo de la Argentina.
180 Millones de pesos
* Es el presupuesto destinado para la construcción del nuevo gasoducto.
La Nación