Exxon investiga maniobras en su filial

Envió al país auditores para averiguar si se vende gasoil subsidiado o fuera de los cupos a precios libres en cuatro provincias

Francisco Olivera
LA NACION
Dos auditores, uno colombiano y otro chileno, habrían llegado al país en los últimos meses en silencio, contratados por la petrolera Exxon Mobil. La misión es compleja y, hay que admitirlo, bien criolla: investigar la presunta venta irregular de gasoil subsidiado o fuera de los cupos a precios libres en camiones de la propia Esso, la filial local. El ojo está puesto en la provincia de Córdoba, pero ya existirían ramificaciones hacia Santiago del Estero, Entre Ríos y Corrientes.
El desencadenante de todo es la escasez. Las denuncias llevan un año y medio y surgieron, de manera anónima, de un centenar de propietarios de estaciones de servicio que se sienten discriminados porque, en momentos de faltante, se les negaba el combustible que se les daba a otros. Sospechan, por lo tanto, de ejecutivos de la línea de ventas de la firma norteamericana. En algunos casos, las diferencias han sido abismales: mientras varios propietarios recibían el año pasado un 10% menos de cupo de entrega que en 2009, el suministro a otros llegaba a superar 110% al del año anterior.
“No hacemos comentarios sobre asuntos internos”, contestaron anoche en Esso ante la consulta de La Nacion. Pero varios estacioneros confirmaron la existencia de la auditoría por razones atendibles: han recibido llamadas de los auditores.
Aunque no se ha metido aún, el Gobierno sospecha algo. A fines del año pasado, el secretario de Energía, Daniel Cameron, le envió una carta al gerente de Ventas de Esso con inquietudes sobre posibles irregularidades en una estación en el barrio de Sáenz Peña, en la ciudad de Córdoba. La empresa contestó que, una vez entregado el producto, la responsabilidad corresponde al expendedor. Sin embargo, no está tan claro el tema, al menos desde el punto de vista legal, cuando la manipulación del combustible se hace en tanques de la petrolera. Es lo que ocurre en algunos de los puntos de venta involucrados.
Cameron tuvo acceso a la denuncia, acompañada por fotos, que explica parte de las maniobras. Lo que se investiga son operaciones por al menos $ 800.000 por día durante un año y medio. Una de esas estaciones cargó, durante cuatro días en que estuvo clausurada, más de 450.000 litros diarios en plena escasez de combustible. Es decir, casi 13.000 litros por mes, lo que no carga ninguna boca de expendio en toda la Argentina.
Una chispa cambia todo
Las fotos muestran además procedimientos que violan las normas de seguridad. Por ejemplo, la carga se hace al revés: desde los surtidores hacia los camiones, y con dos mangueras desde arriba de la cisterna, una práctica que expone la operación a explosiones. Los ingenieros lo definen como “estática de fluidos”: al caer, el líquido puede hacer chispas. Siempre, en todo el mundo, la carga debe hacerse de abajo.
Cameron insistió en el tema el 8 de noviembre, cuando le envió una extensa advertencia por escrito al subsecretario de Gobierno de la ciudad de Córdoba, Javier Pueyrredón. Decía que lo contactaba “por una denuncia efectuada por un particular, por anomalías verificadas durante el despacho de combustible en reiteradas ocasiones, que ponen en riesgo no sólo la seguridad del público sino también la del entorno circundante”.
El secretario le daba 30 días para que lo informara. “Lo denunciado constituye una falta grave, en orden al riesgo que la descarga de combustible a granel implica en una estación de servicio, en razón de que las instalaciones no están preparadas para este tipo de operatoria”, agregó.
La investigación tuvo en realidad una repercusión acotada en los medios. La primera mención del tema apareció el año pasado en el diario La Voz del Interior. La segunda, a través de una grabación del Canal 10 de la Universidad Nacional de Córdoba.
Quienes siguen el tema afirman que las irregularidades se aceleraron una vez que trascendió la pretensión de Esso de irse del país. Este año, los auditores se comunicaron con propietarios de estaciones que pudieran estar perjudicados. La jugada fue infecunda: tal vez por miedo, la mayoría negó sentirse discriminado en la provisión de combustible. Eso empantanó la investigación.
Ya el conflicto había involucrado a otras petroleras porque existía la presunción de que el gasoil en juego pertenecía al subsidiado que se les entrega a ómnibus a 90 centavos por litro. Si se considera que se vendía, a fines de año, a $ 3,40 en los surtidores y a $ 3,70 a la industria, puede vislumbrarse la magnitud del negocio. El 27 de noviembre, un directivo de YPF les envió una recomendación a firmas de transporte: quienes requerían gasoil subsidiado, ordenó, debían llenar un formulario y comprometerse a no entregarlo a terceros.
MANGUERAS ILEGALES
* Misión complicada: dos auditores de la Exxon llegaron a la Argentina para investigar la venta de combustible subsidiado o fuera de los cupos a precios libres en Esso, la filial local.
* Expendedores: la denuncia fue iniciada por propietarios anónimos que advertían, en plena escasez, que algunos de sus pares recibían más combustible que el resto.
* Cameron: el secretario de Energía le envió una carta al gerente de Ventas de Esso y otra al subsecretario de Gobierno de la ciudad de Córdoba. En ambos casos, preguntaba por una estación de servicio que vendía combustible fuera de las normas de seguridad. Calificó las maniobras como “graves”.
* Otras petroleras: la preocupación cundió en otras empresas. Un encumbrado directivo de YPF les envió cartas a empresas de ómnibus con advertencias: si reciben gasoil subsidiado, ordenó, no deben entregarlo a terceros.
La Nación
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Exxon pasa apuros para hallar nuevos yacimientos de petróleo

Por Russell Gold y Angel González
Exxon Mobil, la mayor petrolera en bolsa del mundo, tiene problemas para encontrar más petróleo.
En su reporte anual presentado el martes, la compañía dijo que por cada 100 barriles que saca de la tierra a lo largo de la última década, ha reemplazado sólo 95.
Es un dilema que también enfrenta la mayoría de las grandes petroleras occidentales, las cuales se han dado cuenta que los pozos más accesibles fueron explotados hace tiempo, mientras que las nuevas regiones prometedoras han resultado ser un reto político y tecnológico.
Exxon dijo en el informe que más que compensó la caída en los hallazgos petroleros con activos de gas natural, principalmente a través de su adquisición de XTO Energy Inc. el año pasado.
Pero la orientación hacia el gas es fuente de preocupación para algunos inversionistas, debido a que el gas se vende por un precio menor que el del crudo en cantidades equivalentes. Muchos observadores sienten que el interés en el gas, una tendencia que se expande por toda la industria petrolera, está dictada más por el cada vez más reducido acceso a los campos petroleros que por un fuerte deseo de enfatizar la producción de gas.
“Las épocas de vacas gordas se acabaron y no van a repetirse”, dice Fadel Gheit, analista de Oppenheimer and Co. Obtener reservas adicionales de gas “no va a darle el mismo empuje” que daría el crudo, dijo.
Encontrar el equivalente, en crudo o gas natural, de un barril por cada uno de los que extrae la compañía, es decir una tasa de reemplazo del 100%, se ha vuelto extraordinariamente complicado. Exxon presumió que este fue su decimoséptimo año en conseguir el objetivo de 95%, pero los analistas concuerdan en que sin el acuerdo con XTO Exxon se habría quedado corto este año.
Los inversionistas ven a estas cifras de reserva como un medidor importante de rentabilidad futura y fortaleza de su negocio.
Exxon tiene ahora más gas natural en sus reservas para producción futura que petróleo. Y aunque la compañía ha tenido mucho éxito encontrando o comprando nuevos yacimientos de gas natural, ha pasado apuros para lograr lo mismo con el crudo. Por cada 100 pies cúbicos de gas que extrae, ha comprado o encontrado otros 158.
El portavoz de la compañía, Alan Jeffers dijo que la atención de la compañía se encuentra en “los recursos y proyectos que den valor a los accionistas” eso puede ser conseguido al encontrar crudo, dice, pero el valor también puede aumentar a través de las adquisiciones corporativas.
Exxon se ha convertido en la mayor compañía estadounidense por capitalización de mercado con un modelo de negocios que hace hincapié en el tamaño y la integración de activos. Tradicionalmente ha encontrado crudo, lo ha refinado en gasolina y otros combustibles para vendérselos a sus clientes.
Pero los mercados bursátiles han favorecido recientemente a compañías petroleras como ConocoPhillips, que se están deshaciendo de activos para reducir su tamaño. Hallazgos pequeños de crudo y gas pueden tener un mayor impacto en compañías de menor tamaño.
El énfasis en el gas, y los problemas a la hora de encontrar crudo, son un tema común para las petroleras occidentales. El presidente de Royal Dutch Shell PLC dijo el mes pasado que la empresa producirá más gas que crudo el próximo año por primera vez en sus 104 años de existencia.
En los últimos años, nuevas tecnologías han revelado vastos recursos de gas natural, reduciendo los precios en Norteamérica y elevando la posibilidad de una caída en los precios en otras regiones. Mientras tanto, la creciente demanda de las economías emergentes ha enviado a los precios del crudo al alza desde su caída durante la recesión.
Sin embargo, las grandes petroleras tienen problemas para aprovechar los fuertes precios del crudo. Tienen una habilidad limitada para perforar en muchas regiones con ricos yacimientos como Rusia y partes de Medio Oriente, debido a complicaciones políticas. E incluso en lugares prometedores como Irak, en donde muchas compañías occidentales han ganando contratos, buena parte de la infraestructura debe ser reconstruida, Exxon y otros se han abalanzado a las arenas petroleras de Alberta en Canadá, pero sacar el crudo de grandes extensiones de bosque representa un costo relativamente alto y genera preocupaciones ambientales.
Dadas las dificultades que estas compañías enfrentan, algunos inversionistas se han comenzado a preguntarse si Exxon compró a XTO para “esconder el alcance del problema de reemplazo”, dijo R. Blair Thomas, presidente ejecutivo de EIG Global Energy Partners, una firma de gestión de activos energéticos.
The Wall Street Journal