La puesta en marcha de la terminal de regasificación de Escobar le reportará al Estado un fuerte incremento de los subsidios que se pagan para garantizar el abastecimiento del sector gasífero.
La puesta en marcha de la terminal de regasificación de Escobar, que atenderá la demanda de usinas eléctricas e industriales y residenciales del norte bonaerense y sur santefecino, le reportará al Estado un fuerte incremento de los subsidios que se pagan para garantizar el abastecimiento del sector gasífero. Sucede que el precio del gas natural licuado (GNL) que viene por barco no es recuperable con el nivel de tarifas del mercado interno, por lo que el Tesoro tiene que cubrir la diferencia. Según La Política Online, durante 2011 la importación de GNL y del gas que se trae desde Bolivia demandará subsidios cercanos a los u$s 1.500 millones (más de 6.100 millones de pesos).
La cifra es un 30% superior a la que se gastó el año pasado, debido a la inauguración de la planta de Escobar. La planta que está construyendo YPF en las costas del Paraná, en el norte bonaerense, comenzará sus primeras pruebas de regasificación a mediados de mayo para entrar en pleno funcionamiento desde junio, según el cronograma que maneja Enarsa. La empresa estatal de energía, que preside Exequiel Espinosa, es la encargada de comprar las cargas de GNL que complementarán la oferta local del fluido. La operación de la planta de Escobar -al igual que la de Bahía Blanca- estará, sin embargo, bajo la órbita de YPF. Enarsa importará este año alrededor de 50 buques de GNL, cargados con 80 millones de metros cúbicos de gas.
Fuente: El Inversor Enérgetico & Minero