El colmo de las calificadoras

La calificadora de riesgo Fitch bajó la nota de las petroleras YPF y Pan American Energy (PAE) a raíz de la nueva regulación oficial que obliga a las empresas del sector, junto a las mineras, a liquidar en el mercado cambiario local la totalidad de las divisas que generen sus exportaciones

Fitch modificó la nota de las deudas en moneda extranjera de las dos firmas, desde B+ a BB, es decir que habría bajado la solvencia de las petroleras a partir de la medida oficial. El caso opuesto, para Fitch, sería el de la economía de Grecia, al borde del abismo y prácticamente en una situación de default. Si los bancos europeos aceptan una quita de 50 por ciento, la agencia dijo que elevaría la nota a “B o menos”.
“La rebaja de la calificación en moneda extranjera de YPF y PAE refleja un mayor grado de exposición al riesgo de transferencia y convertibilidad a raíz de los recientes cambios en la regulación, que obliga a los productores de petróleo y gas a liquidar el ciento por ciento de los ingresos por exportaciones”, señaló ayer Fitch. Antes de la medida, “productoras de petróleo y gas podían mantener hasta 70 por ciento de sus ingresos por exportaciones en el exterior, lo que proveía cierta protección al riesgo de transferencia y convertibilidad”, evaluó la compañía.
Fitch supone que la liquidación de las divisas provenientes de las exportaciones deterioraría la posición de solvencia de YPF y PEA. Sin embargo, los empresarios locales admitieron que el perjuicio es mínimo y que es una operatoria que se realiza en todos los países desarrollados. Para Fitch, el costo financiero y un supuesto riesgo cambiario son suficientes para rebajar la nota de forma inmediata, con una celeridad que brilló por su ausencia para prever el estallido de la convertibilidad y, más recientemente, la crisis global. La situación de Europa, en cambio, ofrece buenas noticias para Fitch. La nota de Grecia es actualmente CCC, cuatro escalones por encima de D, o bancarrota, pero la agencia ya adelantó que elevaría la nota, por lo menos, hasta una B, si el canje de deuda tiene éxito. En tanto, la agencia señaló ayer que “las medidas acordadas por la Unión Europea suponen un enfoque constructivo para aumentar la resistencia de los bancos”. Por eso aseguró que los bancos más débiles no verán afectada su calificación.
La semana pasada, la misma agencia publicó un duro informe sobre la Argentina, donde señala que “existen inconsistencias macroeconómicas”. “Fitch no cree que el crecimiento por encima de la tendencia de largo plazo experimentado por Argentina durante los últimos años sea sostenible después de las elecciones”, vaticinó. Fitch es acusada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) de cometer “fallas aparentes” en sus reportes.
Página/12