Si falta nafta, el gobierno preve sancionar a YPF e importar combustible

El Gobierno aplicará la Ley de Abastecimiento ante YPF e importará más gasoil a través de Enarsa para que el mercado no se vea afectado. La intención es distribuir ese combustible a través de las estaciones de bandera que tiene la petrolera
Por Fernando Krakowiak | Página/12
El ministro de Planificación, Julio De Vido, reiteró ayer que el Gobierno va a garantizar el abastecimiento de combustible. “Esto no es ninguna novedad, es lo que hemos hecho siempre, como lo demuestran los nueve mil millones de dólares que debimos importar en 2011 porque las petroleras, en particular YPF, no produjeron lo suficiente para abastecer al mercado interno”, sostuvo. La estrategia oficial prevé la puesta en marcha de un control de stock de combustibles en las estaciones de servicio, que hoy definirá De Vido con los referentes del sector. Si se detectan faltantes en la red de YPF, el Gobierno multará a la firma haciendo valer la Ley de Abastecimiento. Al mismo tiempo, importará más gasoil a través de Enarsa para que el mercado no se vea afectado. La intención oficial es distribuir el combustible a través de las estaciones de bandera que tienen contrato con YPF. Eso se conversará en la reunión con los estacioneros. Por el lado de la empresa, hoy llega nuevamente al país el titular de Repsol, Antonio Brufau, para evaluar el conflicto con el Gobierno, pero no tiene previsto reunirse con De Vido.
La pelea comenzó el 16 de enero, cuando el Gobierno denunció a cinco petroleras por cobrar sobreprecios en la venta de gasoil a granel. Ese día, De Vido aprovechó también para pedirle a YPF que incremente la producción. El 25 de enero fue Cristina Fernández de Kirchner la que se puso al frente del reclamo. Brufau vino al país para tratar de recomponer la relación, pero la reunión que mantuvo el 6 de febrero con De Vido y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, no fue buena. El propio De Vido lo reconoció ante los gobernadores de las provincias petroleras el jueves 9, en el encuentro donde los mandatarios y el gobierno nacional emitieron un duro documento reclamando inversiones y amenazando con quitar concesiones.
La semana pasada la disputa sumó un nuevo capítulo, cuando YPF le envió una carta al secretario de Energía comunicándole que, debido a las trabas que está teniendo para comprar divisas, el abastecimiento de su porción de mercado estaba en riesgo. De Vido respondió que se controlará el stock de las estaciones de servicio y comenzó a diseñar un plan para importar más combustible a través de Enarsa.
El Estado ha venido importando gasoil y fueloil en los últimos años para abastecer a las centrales térmicas, pero el conflicto actual supone un desafío mayor. Las estaciones de servicio de la red YPF son cerca de 1500. Tiene 183 propias que administra a través de la firma Opessa y otras 138 que pertenecen al Automóvil Club Argentino, pero que también controla. De hecho, Opessa es el operador de varias de ellas. El resto, unas 1180, son estaciones de bandera, pymes que tienen un acuerdo de exclusividad con YPF. Si la petrolera controlada por Repsol no garantiza el abastecimiento, el objetivo oficial es que Enarsa lo haga a través de las estaciones de bandera mencionadas, pero tendrá que conseguir los camiones para distribuir el combustible y sortear un impedimento legal, pues esas estaciones tienen contratos de exclusividad con YPF. De Vido dijo ayer en el comunicado que la firma se puso “autolimitaciones” para importar. Lo que está implícito en ese texto es que la multinacional Repsol podría aportar los dólares que se llevó del país en concepto de utilidades o traer barcos con gasoil si su filial tiene problemas. Por lo tanto, al no hacerlo se estaría autolimitando y eso, desde el punto de vista oficial, no sólo justificaría las multas por desabastecimiento sino también el ingreso del Estado como proveedor de las estaciones de bandera para solucionar el problema.
Otro inconveniente a resolver es el costo que supondría esa importación. El conflicto con YPF comenzó porque la caída de su producción estaba llevando al Estado a importar cada vez más combustible, con el consecuente impacto en la balanza comercial. Por lo tanto, desembolsar más recursos no es una solución. En este caso, sin embargo, en el Gobierno creen que, si el Estado importa el combustible y luego se lo vende a las estaciones de servicio al mismo precio que lo hace YPF, tendría un resultado neutro. Eso dependerá de la cotización internacional del crudo y de la calidad del combustible.
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La puja del Gobierno e YPF es ahora por los precios de los combustibles
De Vido dijo que la empresa extorsiona para llevar los valores a nivel internacional
El Gobierno dio otro paso ayer en su embestida contra YPF: acusó a la compañía de “extorsión” porque -dijo el ministro Julio De Vido- “quieren obligarnos a que los precios locales sigan a los internacionales”. Los voceros de la empresa descartaron hacer comentarios sobre el tema, aunque en fuentes cercanas a la compañía destacaron que los precios de los combustibles son entre 20 y 30 por ciento más bajos que en los países de la región.
De Vido, a través de un comunicado, aseguró ayer que el Gobierno “va a garantizar el abastecimiento” de combustible en el mercado interno “si YPF no cumple con su obligación de proveerlo ”. De Vido aseguró que YPF se establecía “autolimitaciones”.
En esa línea, hoy e l ministro se reunirá a las 18 horas con CECHA, la cámara que reúne a todas las asociaciones de estaciones de servicio del país. “El tema del encuentro será el abastecimiento de combustibles”, confirmó Marcelo Rovasio, titular de la entidad.
El viernes pasado, De Vido acordó con CECHA poner en marcha un control de stock de combustibles. Desde Planificación adelantaron que en la implementación trabajarán el INTI y la Universidad Tecnológica Nacional, que analizarán tanto calidad como cantidad de combustibles.
“Esto no es ninguna novedad -señaló el ministro-, es que lo que hemos hecho siempre, como lo demuestran los 9 mil millones de dólares que debimos importar en 2011 porque las petroleras, en particular YPF, no produjeron lo suficiente para abastecer al mercado interno y así fue señalado por la Presidenta de la Nación cuando retornó de su licencia médica”, un mes atrás.
Días atrás, YPF envió una nota a la secretaría de Energía anunciando que no podía abastecer el mercado porque la secretaría de Comercio no le habilitaba la compra de dólares para el pago de los embarques de gasoil importado. Eso provocó una dura reacción oficial, que le exigió que igualmente debía entregar todo el combustible que le reclamara el mercado.
Ahora, la garantía de abastecimiento por parte del Estado sería encarada por estatal ENARSA , la que importaría el combustible para entregarlo directamente a los estacioneros, sin participación de las petroleras. Según una versión que circulaba ayer, para que los precios resultaran más bajos al público, el fisco subsidiaría la operación con la rebaja de impuestos y compensando la diferencia entre el precio externo del gasoil y el del mercado interno. A esa diferencia, precisamente, es que se refirió ayer De Vido.
“Quieren obligarnos a que los precios locales sigan a los internacionales -dijo el ministro-, pero de ninguna manera vamos a ceder a esta extorsión , la producción nacional, que deberá ser puesta a pleno tal como exigen los contratos de concesión y venimos planteando junto con las provincias, siempre va a tener costo argentino ”.
La semana pasada el Gobierno había ya denunciado ante Defensa de la Competencia a YPF por el precio del JP1, el combustible de los aviones. Antes lo había hecho contra esa y otras petroleras por el valor de venta del gasoil para el transporte.
Puestos a analizar sus precios, en YPF dicen que en naftas los valores internos son entre 20 y 30 por ciento menores a los países de la región. En el JP1 es un 10% .
En tanto, ayer el petróleo volvió a dar un salto , y el WTI, que se utiliza como referencia en el mercado interno, llegó en Nueva York a 105,85 dólares, su nivel más alto desde el 4 de mayo pasado.
Clarín