El 5 de marzo del 2012 el presidente Correa dio una bofetada a los ecuatorianos y a la comunidad internacional con la firma del primer contrato de minería a gran escala que empezaría en la cordillera del Cóndor.
La firma se realizó el mismo día en que se celebra la unidad de los pueblos por el Yasuní desde hace 3 años.
Correa dió la señal de arranque para convertir al Ecuador en un país minero, justo el mismo día en que celebrábamos el día del Yasuní, como un primer paso hacia un país post petrolero.
Después de la firma con la empresa China Ecuacorriente (ECSA), plagado de irregularidades e inconstitucionalidades, nos queda perfectamente claro que el Yasuní está en peligro inminente. No se explotará en este año electoral porque la popularidad del régimen peligra. Pero inmediatamente después, si Correa es reelecto, la explotación del Yasuní/ITT es muy probable.
Yasuní y la cordillera del Cóndor son solamente dos lados de una misma realidad. Zonas de altísima biodiversidad, territorios indígenas, territorios desde donde se podría construir el Sumak Kawsay. Por desgracia estas zonas tienen petróleo, oro y cobre, apetecidos por el capital transnacional.
Tanto la cordillera del Cóndor como el Yasuní, están en la mira del nuevo capitalismo Chino. No es gratuito el proceso de endeudamiento con China, “mientras más nos puedan prestar, mejor (. ..) si me prestan a largo plazo el límite es inexistente, (…) ellos tienen exceso de liquidez y escasez de hidrocarburos, nosotros tenemos exceso de hidrocarburos y escasez en liquidez. China financia a Estados Unidos, y pudieran sacar del subdesarrollo a Ecuador”. (Rafael Correa, 16 de febrero del 2012)
El gobierno no aprendió nada del caso Texaco y de los altos costos de la reparación ambiental; no aprendió nada de los desastres mineros en el continente; no aprendió nada de la relación del extractivismo con el empobrecimiento de los países; viola sistemáticamente la nueva Constitución ecuatoriana. Renunció demasiado pronto al cambio y ahora promueve el racismo y el desprecio al mundo indio con consignas como: “Abajo los que quieren seguir viviendo encima de una montaña de oro” (consigna de los grupos que apoyan a Correa)
Seguiremos trabajando por impedir que se concrete el nuevo extractivismo del siglo XXI.
Nos quedan distintos escenarios desde la movilización, la consulta popular, la resistencia… y como siempre los recorreremos.
VOLVEREMOS AL AIRE CON EL ARRIBO A QUITO DE LA MARCHA DE LOS PUEBLOS DEL SUR QUE RECLAMAN UN PAÍS CON AGUA LIMPIA, CON BOSQUES, CON SOBERANÍA ALIMENTARIA Y CON VIDA.