La violencia, el malestar social y las trabas para la inversión están haciendo que los productores africanos de la OPEP sean el eslabón más débil en la cadena de suministro del grupo, lo que está ayudando a impulsar los precios del petróleo para beneficio de productores más grandes como Arabia Saudita.
La oferta de crudo en Nigeria, el mayor productor de Africa, Argelia y Libia – que producen el 15 por ciento de los 30 millones de barriles por día (bpd) que bombea la OPEP, han registrado un débil rendimiento por algún tiempo y se espera un muy leve crecimiento en el mediano plazo.
Además la creciente violencia islamista desde la Primavera Arabe del 2011 y términos comerciales poco atractivos para los inversores extranjeros están haciendo más difícil que algunos productores africanos de la OPEP impulsen su capacidad de bombeo.
“La Primavera Arabe es un problema mayor del que esperábamos”, dijo Antoine Halff de la Agencia Internacional de Energía (AIE), al difundir previamente este mes un reporte que revisaba a la baja los pronósticos de producción en los miembros africanos de la OPEP.
La decreciente producción petrolera y el creciente gasto social ya han llevado a Argelia a unirse a línea dura de Irán y Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo sobre los precios del crudo.
Estos países están entre los que tienen los precios más altos del crudo para equilibrar su presupuesto y son los que más temen a las reservas de petróleo no convencional en Estados Unidos, donde la producción local implica un descenso en las importaciones.
Se espera que los 12 miembros de la OPEP mantengan sin cambios sus cuotas oficiales de producción cuando se reúnan este viernes, aunque Argelia podría exigir que Arabia Saudita lidere un recorte en los suministros para impulsar los precios.
Aún es probable que Nigeria y Libia coincidan en la postura de Arabia Saudita, que favorece un valor del petróleo de 100 dólares por barril y altera sus suministros dependiendo de la demanda.
Incapaz de expandir sus suministros en buenos tiempos, los miembros africanos de la OPEP podrían mostrarse reacios a contribuir con cualquier recorte en la producción del grupo. Pero recortes involuntarios harán que la tarea de Riad de impulsar el mercado sea más fácil de ser necesaria.
“Si entramos en un periodo agitado para la demanda en los próximos meses, se haría más fácil para la OPEP controlar los precios con varios de sus miembros sin aumentar la producción”, dijo Paul Tossetti, analista de PFC Energy.
Nigeria, Libia y Argelia han mostrado una producción decreciente o inactiva en los últimos años.
De acuerdo al reporte de la AIE este mes, Nigeria, Angola, Libia y Argelia en conjunto mantendrán sin cambios su capacidad de producción durante el 2012-2018, cuando se espera que la capacidad total de la OPEP aumente en 1,75 millones de bpd a 36,75 millones de bpd.
Aunque Libia restableció rápidamente su producción después de la revuelta en el 2011 que acabó con el Gobierno de Muammar Gaddafi, una nueva ola de malestar social ha mantenido los flujos de crudo en casi 1,4 millones de bpd, menos de lo que producía antes del conflicto.
En tanto, la producción en Argelia ha caído por debajo de 1,2 millones de bpd desde un máximo de 1,37 millones de bpd en el 2007.