Posicionamiento del Movimiento por la Recuperación de nuestro Petróleo (MPR)
· El “Seminario sobre Hidrocarburos no convencionales” organizado por la Legislatura de Neuquén no incluyó aspectos claves de la actividad.
· No se abordó la planificación energética integral, que abarca el control de la actividad con su correlato económico.
· No se puede resolver el problema energético nacional si no se incluye en el debate la política energética integral.
· Pensar que Chevron, depredadora internacional, puede ayudarnos a recuperar nuestro autoabastecimiento es, por lo menos, una ingenuidad imperdonable.
El Seminario Debate de Recursos Hidrocarburíferos No Convencionales y Medio Ambiente organizado por la Legislatura de Neuquén el 11 y 12 de Junio no incluyó aspectos claves del debate que debemos tener tanto Neuquinos como Argentinos.
El Seminario fue solo un evento para tratar de justificar una política provincial y nacional ya instalada, de manera inconsulta. Aun siendo el organizador del evento, el resultado del debate no le fue favorable al oficialismo, provincial y nacional. No hubo rigor científico[1] por parte de los defensores de la postura oficial, como reclamaron a su turno el gobernador Jorge Sapag y su vicegobernadora Ana Pechén, como sí lo hubo por parte de la postura contraria. El público se encargó de ratificarlo con visible contrariedad para los primeros y nutridos aplausos para los segundos.
Compartimos la idea, dominante en el seminario, de que la impuesta explotación de los recursos no convencionales es de muy alto riesgo ambiental y social. Agregamos también que conlleva un riesgo económico y estratégico.
La propuesta de nuestro Movimiento es incluir cuestiones, que se ignoraron o se trataron parcialmente en el debate: la planificación, el control y la economía. Es decir lo que compone la política integral energética.
El problema central de los Hidrocarburos es político y tiene que ver con la soberanía energética[2], o sea el control efectivo de la industria petrolera.
Los problemas del medio ambiente, el económico-financiero y el social son aspectos que se derivan de la planificación energética nacional.
Por lo tanto no se puede resolver el problema energético nacional si no se incluye en el debate la planificación estratégica, esto es, la dimensión POLÍTICA.
Partiendo de lo político sabemos que el riesgo ambiental, social, económico y de seguridad energética es mucho mayor cuando la actividad petrolera está dominada por poderosos intereses privados multinacionales. Nuestra historia petrolera contiene suficientes testimonios contundentes.
El rumbo tomado por el gobierno luego de la expropiación parcial de YPF nos aleja de la solución real posible al problema energético. Está usando el mismo remedio que produjo la enfermedad. El gobierno está dejando en manos de intereses privados la estratégica provisión de energía a la nación.
A través de YPF SA el Estado tiene un dudoso control sobre un tercio de la industria, que sigue sometida a las reglas del mercado. Entonces nuevamente seremos los ciudadanos los que a través de la YPF ahora mayoritariamente estatal pagaremos las grandes inversiones necesarias para tratar de recuperar la vaciada industria. Esto sin asegurarnos la toma global de las decisiones ni la posesión de la renta suficiente que al menos equipare los costos.
Por este rumbo no se podrá recuperar el autoabastecimiento por mucho esfuerzo que hagamos. Las petroleras privadas vuelven a retomar la posesión de derechos y áreas.
La presencia de Chevron, Exxon, Panamerican, Shell, Total, CNOOC (china)… desalientan cualquier aspiración de lograr la pregonada soberanía energética Nacional.
Es falsa la encrucijada que viene presentando el gobierno nacional con los provinciales y las empresas, para concentrar el esfuerzo en la explotación de hidrocarburos no convencionales de manera excluyente[3].
Las grandes “companies” están alentadas por sus países de origen a tomar posesión de los recursos no convencionales dado su carácter estratégico a largo plazo. No por su rentabilidad inmediata. Tener la posesión territorial aunque no piensen invertir les permite mantener la dependencia de nuestro país en la importación aumentando el poder de extorsión para sus exigencias, precios, subsidios, remesa de divisas, libre disponibilidad de crudo, etc. Estas exigencias ya produjeron renuncias en el directorio de YPF[4].
Podemos imaginar el escenario con un desarrollo de hidrocarburos no convencionales aceptando las exigencias de las contratistas. Mucho para perder y nada para ganar. Además del grave deterioro ambiental ya empezamos a sentir la dependencia energética y un gran aumento de precios internos. La Economía nacional se torna más cara e inviable[5]
La reprivatización de YPF
El gobierno nacional -ante la mirada genuflexa del gobernador Sapag y su partido provincial- se apresta a firmar un acuerdo que compromete a YPF con Chevron para la explotación de hidrocarburos no-convencionales. Esta poderosa petrolera es prófuga de la justicia de Ecuador y se refugia bajo la protección del estado argentino luego de haber cometido un desastre ambiental que afectó 500 mil ha. y a sus habitantes en Ecuador. Ofrece invertir USD 1600 millones para salvarse de USD 19.000 millones. El perdón es una garantía de impunidad futura, no solo a ella sino a cualquier petrolera que opere en Argentina.
Chevron está en Argentina desde 1999, a partir de la compra de Petrolera San Jorge. La característica principal de Petrolera San Jorge era la fortaleza de su equipo técnico en exploración, gran mayoría de ex-ypefianos, varios reconocidos internacionalmente. A los pocos años Chevron disolvió este equipo técnico. Solo retuvieron unos pocos profesionales que expatriaron a USA u otros destinos.
A Chevron no le interesó invertir en exploración, los prospectos exploratorios en Argentina no competían en su portafolio internacional. Sólo se dedicó a explotar el importante yacimiento El Trapial, altamente rentable. No repuso las reservas, y la merma en su producción de gas y petróleo son superiores al 70%.
En el año 2000 tres directores de Chevron USA pasaron a integrar la administración de George W. Bush cuando éste asumió la presidencia en USA. Entre ellos Condolezza Rice, Secretaría de Estado, quien propuso la invasión a Iraq con la excusa de las armas de destrucción masiva. Otro petrolero, con intereses allá y aquí, el vicepresidente de USA, Dick Chenney, presidente de Halliburton, también impulsó la invasión con Bush.
No existe la posibilidad real de que los capitales privados decidan invertir en nuestro país con riesgo para hacer exploración petrolera que nos ayude. Hubo reiterados intentos frustrados [6].
Está demostrado que sólo les interesa participar cuando el negocio es grande y sin riesgo. Como ocurrió los últimos 20 años en nuestro país. El resultado es muy bueno para las companias, pero es ruinoso para nosotros.
Los Argentinos necesitamos desarrollar por nuestra cuenta los proyectos exploratorios de hidrocarburos convencionales porque nos solucionarían el problema de la dependencia externa. Es lo que supimos hacer con éxito por muchos años desde 1922. Nuestra economía se desarrolló por 70 años con petróleo y gas seguros y de bajo costo. Economía nacional barata y viable.
Nuestra experiencia histórica también es contundente para ayudarnos a solucionar nuestro problema energético. La enseñanza del General Ingeniero Enrique Mosconi tiene cada vez más valor y actualidad.
La propuesta del MRP sigue siendo la misma:
· Recuperar la totalidad de yacimientos y áreas, caducando las concesiones otorgadas por falta de cumplimiento de las curvas de inversión comprometidas, sin resarcimiento y con cobro de los pasivos ambientales no remediados.
· Recuperar la totalidad de YPF y convertirla en empresa pública, con control público y de los trabajadores en sus aspectos ambientales, sociales, económicos y productivos.
· Restablecer la inversión exploratoria de recursos convencionales
· Realizar convenios de cooperación energéticas regionales (Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador,…)
· Aceleración de la sustitución de las fuentes energéticas sucias con tecnologías limpias, para cambiar la matriz de energía.
· Prohibir la exportación de hidrocarburos, ajustando la producción a las necesidades nacionales
· Dictar una moratoria para la explotación de hidrocarburos no convencionales, mientras se desarrolla más investigación para garantizar una explotación más segura en todos los aspectos: ambientales, sociales y económicos.
Movimiento para la Recuperación de nuestro Petróleo y demás recursos energéticos
Escribir a movimientopetroleo@yahoo.com.ar – Correo postal a: Mov. Recuperación Petróleo – Diagonal España 169 (8300) Neuquén
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[1] En honor al rigor científico reclamado: no es cierto que la formación Vaca Muerta esté siempre a gran profundidad. Se encuentra aflorando en superficie a lo largo de toda la cordillera, además muy próxima a la superficie en la llamada Dorsal de Huincul y algunas otras estructuras geológicas. – No hay ninguna precisión sobre el destino de los líquidos contaminantes que surgen de los pozos después de las fracturas ni durante la producción. – No puede haber ninguna garantía de la buena cementación ni entubación de los pozos para aislar las napas de agua. Es información y decisión de las compañías. Tampoco se puede esperar ningún control por el testimonio histórico que tenemos, gran contaminación sin control y sin remediar. – El gobierno provincial ya dio muestras de aumentar la flexibilidad ante las petroleras: autoriza perforaciones en áreas intangibles (Reserva Auca Mahuida), omite estudios impacto ambiental. – Profundizar la dependencia de los hidrocarburos debilitando aún más otras actividades productivas sustentables pone de rodillas a la provincia y a su pueblo.
[2] “seguridad energética” la llaman los países centrales y es prioridad en su estrategia política global.
[3] El presidente de YPF, Galluccio, parece que vuelve ahora a su postura inicial de concentrar el mayor esfuerzo productivo en los recursos convencionales afrontando que los no convencionales todavía no son una posibilidad real.
[4] http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/91375/basualdo-renuncio-a-ypf-en-rechazo-al-acuerdo-con-chevron.html
[5] Los costos internos históricos antes de la privatización petrolera eran menores a 10 dólares el barril, el precio actual que se paga a las petroleras es de 75 dls. y reclaman el precio internacional. El costo interno del gas era menor a 1 dolar y el actual ya llega a 7,5 dls. el millón de BTU.
[6] Plan Houston y sucesivas renegociaciones. Los proyectos exploratorios de hidrocarburos convencionales en nuestro país por sus características no son prioritarios para las grandes Cias. y las pequeñas Cias. no tienen la capacidad financiera. Cada proyecto exploratorio entra en un ranking o portafolio internacional de las petroleras que priorizan los más rentables y/o estratégicos. Entran parámetros económicos, financieros y políticos que muchas veces involucran a los estados.