Por la continuidad del proceso de negociación y construcción de Paz en Colombia

Comunicado a la opinión pública

RebeldeMediosAlternativos
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Luego de los resultados del plebiscito del pasado 2 de octubre en el que se presentó la negativa de un sector de la población a la refrendación de los acuerdos entre la guerrilla de las FARC y el Estado colombiano en cabeza del presidente de la República Juan Manuel Santos, nos permitimos expresar a la comunidad nacional e internacional:

Nuestro llamado a las partes para que bajo ninguna circunstancia se termine el cese bilateral del fuego acordado entre las FARC y el Estado colombiano, pues de activarse la confrontación en armas generaría el retorno a la cruel realidad de la guerra, que ha conllevado la muerte de un número aproximado de 300.000 hombres y mujeres en el conflicto que ha sufrido nuestro país.

Entendemos que el rechazo por un margen mínimo a la refrendación de los acuerdos, vía plebiscito, es en su mayoría un llamado a la paz y su construcción desde diferentes puntos de vista – de ninguna manera una apología a la violencia y a la continuidad de la guerra-, y una solicitud de participación real de la sociedad en la resolución del conflicto armado. Entre tanto,

• Invitamos a los diferentes sectores de la sociedad colombiana comprometidos con la vida a rodear el proceso de construcción de paz desde las exigencias y reivindicaciones de los pueblos, que sus procesos, organizaciones y movimientos representan. El respaldo a la construcción de paz hoy más que nunca debe expresarse en la movilización social de todas las fuerzas vivas que siembran país para dignificar su cotidianidad y sus sueños. No es posible sucumbir ante los intentos de manipulación de oportunismos políticos que bajo intereses personales y de clase dominante desinforman y manipulan a la opinión pública, y se presentan como representantes de la sociedad en su conjunto atizando la guerra y la violencia política en Colombia. Las movilizaciones masivas por la paz que se llevaron a cabo el 5 de octubre en más de 14 ciudades son una clara muestra del respaldo a la la defensa de la vida, y del rechazo a los oportunismos que promueven las violencias.

• Exigimos la inclusión y participación efectiva y vinculante de los pueblos -comunidades, organizaciones, procesos y movimientos sociales- en la continuidad de las negociaciones que se definan con la guerrilla de las FARC y las que deberían continuar prontamente, en su fase pública, con el Ejército de Liberación Nacional -ELN. Son los pueblos que han vivido las atrocidades de la guerra y quienes día a día han construido alternativas de paz los llamados a proponer salidas concretas a la encrucijada que enfrenta el país, desde espacios como la Mesa Social para la Paz -MSP- y la Mesa Social Minero Energética y Ambiental -MSMEA, entre otros.

• Nos oponemos a cualquier posibilidad de un pacto entre élites que retrotraiga a Colombia a escenarios como el Frente Nacional, que avivó el espíritu de guerra y subsumió a la ruralidad y a algunos sectores urbanos en una de las más cruentas violencias de las que se tenga memoria. Violencia histórica patrocinada por las mismas élites y fracciones que han querido perpetuar la confrontación armada y hoy se niegan a dejar avanzar los procesos de paz.

• Ratificamos nuestra voluntad y empeño total en la búsqueda y construcción de la verdad -que podría emerger parcialmente con las comisiones ética y de la verdad definidas en el proceso actual-, aquella a la que tanto se teme y se trata de ocultar mediante estrategias de miedo y amedrantamiento que sobre la población distribuyen sectores afines a la guerra por los beneficios que les proporciona. Resaltamos nuestro compromiso con la construcción de la memoria histórica y la verdad ambiental como condición necesaria para la reconciliación como seres humanos y con nuestros territorios. Este proceso de construcción debe tener como protagonistas a los pueblos afectados por la violencia que ha despojado sus medios de subsistencia pero no su dignidad para continuar defendiendo la vida.

• Solicitamos a la comunidad internacional su apoyo permanente para garantizar que el país transite hacia la construcción de Paz territorial, con justicia social y ambiental, y para que el silenciamiento de los fusiles permita el disenso político y el diálogo como bases para sembrar una Colombia justa, solidaria y sustentable. Les instamos a rodear a los movimientos sociales para que tengan garantías en el libre desarrollo de sus acciones y emprendimientos por la por la defensa de la vida y los territorios.

CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia
Octubre 6 de 2016.