Nubes en el valle: YPF bajó 33 equipos

La petrolera estatal recortará su producción y reubicarpa a 1700 trabajadores en riesgo. Fuerte indicio de la baja del “barril criollo”.

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Por Big Sur 01-12-2016

A lo largo del año, frente a la descenso internacional del precio del petróleo, YPF y sus empresas contratistas decidieron suspender las actividades en 33 torres de perforación. El plantel de trabajadores, unas 1700 personas, se mantuvo de todos modos cobrando sueldos recortados dentro del Plan Preventivo de Crisis acordado con el pope sindical de la región del valle neuquino, Guillermo Pereyra. Hoy se supo que el convenió terminó. Sostener los equipos parados le costó a YPF alrededor de 100 millones de dólares imputados en el presupuesto de este año y la cuestión ya no tenía ningún sentido ni económico ni laboral. El destino de los trabajadores es ahora incierto: YPF dice que tomará medidas para contener el daño social pero que esas medidas están, a su vez, en manos de las compañías tercerizadas: H&P, DLS, Nabors o Quintana y el sector logístico.

Con los más de 50 equipos que quedarán en pie, entre ellos unos 17 de perforación, YPF completa su plan de desarrollo en 2017. Ni siquiera el gas oficiará de bálsamo para la región ya que los proyectos del sector ya están en marcha, y al menos en el corto plazo, no se avisoran nuevos desembolsos.

YPF comunicó ayer esta decisión  sus contratistas. Desde la petrolera señalaron que se trabaja para amortiguar el golpe de las firmas locales. “No queremos que ninguna tenga que bajar la persiana”, explicaron. La noticia da por descontado el fin de una política que es casi un fantasma en la industria desde comienzos de año: el barril criollo. YPF deberá enfrentar su actividad a precios de mercado y eso sacará de juego a muchos de los yacimientos que operan en Neuquén y Río Negro.

La decisión de la OPEP

En paralelo a esta noticia, azarosamente o no, representantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo alcanzaron ayer un acuerdo histórico para reducir la producción de petróleo, una medida que impulsó de inmediato el precio del barril después de meses de negociaciones y dudas en torno a la capacidad del organismo para ponerse de acuerdo.

Casi exactamente dos años después de decidir quedarse de brazos cruzados y permitir la caída de los precios, el cartel acordó reducir la producción en 1,2 millones de barriles al día desde el nivel actual de 33,6 millones de barriles diarios. El grupo prevé que los países productores que no lo integran se sumen con recortes adicionales de 600.000 barriles por día.

Este recorte equivale a 1% de la producción mundial, lo que contribuirá a disminuir el exceso de oferta que ha deprimido los precios durante más de dos años. Las reducciones prometidas incluyen contribuciones importantes de los mayores exportadores, incluyendo Arabia Saudita, el miembro más poderoso de la organización y su líder de facto.

Aunque persisten los interrogantes sobre el impacto de largo plazo del acuerdo y la capacidad de la OPEP para velar por su cumplimiento, la noticia fue celebrada por los inversionistas. El precio de referencia en Estados Unidos se disparó 9,3% para alcanzar US$49,44 el barril, su mayor nivel en un mes. El Brent, la referencia internacional y el prinicpal producto de Comodor Rivadavia, avanzó 8,8% y cerró en US$50,47 el barril.

Adiós, muchachos

En este contexto, los gobernadores petroleros defienden a muerte la política del barril criollo aunque, a lo largo del año, se impuso una visión conciliadora. Algunos trabajadores opinan que los sindicatos han sido muy débiles en sus protestas, otros que no han tenido más opción que la vía racional. La calma electoral y las reciennets victorias de José Lludgar, Loma Ávila y Guillermo Pereyra ha ayudado a bajar el tono: ya no tienen que impostar una actitud combativa para sumar votos. Este no es un dato menor: lo que está en juego son 400 millones de dólares en regalías para 2017, una cifra que en muchos casos oficiará como bálsamo para los déficits inevitables de los distritos.

El secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, dijo que tras los anuncios de YPF, de bajar 30 equipos y dejar más de 1.600 despidos, mañana anunciarán las medidas de fuerza que decidirá el cuerpo de delegados.

En diálogo con LU5 de Neuquén, Pereyra responsabilizó al “Estado nacional porque no controló como debía hacerlo”. Prefirió no especificar si fue el accionar del kirchnerismo o macrismo. No obstante dijo que esto tiene un punto de partida que fue en la época del entonces CEO de YPF, Marcelo Galuccio, “cuando se perforaban pozos y contrataban equipos de forma indiscriminada y cuando se empiezan a quedar sin plata comienzan a bajarlos. Se daban créditos a corto plazo con altas tasas de interés sin ningún tipo de control del Estado”.

Tal como señala el periodista Roberto Aguirre, si el barril local se empalmara con el Brent se supone que éste se ubicará en torno a los 50 dólares. La economía petrolera está basada en salarios y costos que necesitan un precio de al menos 70 dólares. Por otro lado, se proyectó una caída promedio de la producción del 3%, un número que, sin embargo, es conservador para provincias como Chubut o Santa Cruz.

En este contexto, las dos provincias más afectadas serían Neuquén y Santa Cruz, con pérdidas de alrededor de 80 millones de dólares anuales en el primer caso y casi 70 en el segundo. Mendoza y Chubut, en tanto cederían unos 52 millones en 2017.

Estrategias

La forma en que los distritos petroleros palearán la eventual rebaja o desaparición del barril criollo disparó varias estrategias financieras.

La más extraña es la de Neuquén, que directamente proyectó un barril de crudo de 63 dólares, muy optimista en relación a los pronósticos tanto externos como internos. Por un lado, las mayorías de las consultoras internacionales esperan que el crudo promedie los 55 dólares en 2017. Y el barril interno verá su fin el año entrante. Aún se discute si ese epílogo será abrupto como pide el sector más liberal del gobierno o gradual, para atenuar el malestar de los gobernadores. Nadie quiere otra Patagonia Rebelde en año electoral.

Chubut optó por otro camino. Con buena parta de la sangría ya consumada y el presupuesto aún en etapa de discusión, proyectó un barril de entre 49 y 50 dólares, según explicó en un artículo el periodista comodorense Raúl Figueroa. Aunque más cerca de lo que indican los pronósticos, también se trata de un panorama optimista: en términos generales, el Escalante cotiza como el Brent menos un rango que va de los 6 a los 8 dólares.

La provincia de Río Negro tomó un camino distinto. El distrito que comanda Alberto Weretilneck calculó un barril promedio de 50 dólares, bastante a tono con lo que podría ocurrir el año entrante. Así, da por descontada en su presupuesto la pérdida eventual de los 24 millones.

Hay una tercera variable, sin embargo, que atenuará el impacto: el tipo de cambio. La mayoría de los presupuestos provinciales contemplan un precio promedio del dólar igual al que proyecta Nación en sus cuentas generales, de 17,92 pesos. La suba casi compensa en pesos la caída del precio, aunque en términos reales, todos los distritos perderán.

Nubes en el valle

En otra época del Alto Valle una “cumulonimbus”, la clásica nube que cuando aparece anticipa una tormenta de verano, hubiese sido una mala noticia en la región. Pero los tiempos cambiaron y aquel mal augurio para los chacareros desde Regina hasta Senillosa hoy es una fabulosa postal para las redes sociales. La nube estuvo allí. Azarosamente o no.

BIG Sur.