El sector de la energía renovable en Marruecos: concentración en manos del sector privado

En la perspectiva de la COP 22 que se reunirá el próximo noviembre en Marrakech, Marruecos se presenta como el campeón de las energías renovables y hace gala especialmente de sus proyectos y logros en materia de energía eólica y solar. Éstas son presentadas como la solución a la dependencia energética del país -que no produce petróleo y cuenta con una baja producción de gas y carbón- y como un gran avance en la lucha contra el cambio climático.

En 2011 el consumo de energía procedente de fuentes de energías fósiles (petróleo, carbón, gas) alcanzó en Marruecos el 89% del consumo total, íntegramente importadas

La política energética marroquí: de las palabras a los actos

Este discurso es particularmente seductor, pero no corresponde a la realidad. El objetivo es “aumentar la contribución de las energías renovables al consumo de energía primara hasta alcanzar el 10 a 12% en 2020 y el 15 a 20% en 2030” (Marruecos se propone también el objetivo de un 42% para la producción de electricidad). Pero, por el contrario, no se descarta ninguna fuente de energía posible. En lo inmediato grandes explotaciones están funcionando: el complejo solar de Ouarzazate y Aïn Beni Mathar, la extensión del parque de molinos eólicos, dos nuevas pequeñas centrales hidráulicas, pero también nuevas centrales de carbón o la ampliación de las existentes (Jorf el Asfar, Nador, Jerada) y dos centrales de diésel (Tiznit, Dakhla, de pequeña capacidad). El carbón está en continua expansión (supone el 35% de la producción en 2015) y seguirá siendo la principal fuente de energía en 2020. Por otra parte, las previsiones indican un aumento importante del gas y se mantienen abiertas las opciones respecto a los esquistos bituminosos y la energía nuclear.

Por lo tanto, paralelamente a las energías renovables está creciendo especialmente el carbón, aunque continúan abiertas las opciones para el gas, los esquistos bituminosos y la energía nuclear. Además, Marruecos no renuncia a encontrar fuentes de energía fósil y ofrece condiciones muy ventajosas a empresas extranjeras interesadas en realizar prospecciones petroleras (20 firmas realizan actualmente investigaciones petroleras, para las que se han expedido 86 permisos de prospección, 71 de los cuales offshore). Tampoco se renuncia a explotar los yacimientos de esquistos bituminosos o a extraer uranio de los fosfatos. San León Energy, una empresa basada en Irlanda (el 22% de su capital está en manos del inversor multimillonario Soros) junto a la americana Chevron ha obtenido licencia de exploración para los campos de Timadith y Tarfaya y ha comenzado una primera explotación experimental de aceite de lutitas.

Marruecos pretende aprovechar también su situación geográfica como bisagra entre África y Europa, y su control del Estrecho de Gibraltar, punto occidental de entrada y salida para la zona mediterránea; punto insoslayable del comercio transfronterizo de energía: gasoducto Argelia-España, terminal de hidrocarburos de Tanger-Med, interconexión eléctrica mediterránea.

Asistimos pues a una fiebredel sector energético, incluyendo todas las fuentes y sectores, lejos del discurso verde utilizado con ocasión de la COP. Para entender mejor lo que sucede en el sector energético en Marruecos hay que remontarse a los años 90, con la liberalización del sector energético.

Los grandes datos de la liberalización del sector energético marroquí

  • 1994. El decreto-ley nº94-503 pone fin al monopolio de la Oficina Nacional de Electricidad (ONE), permitiendo la introducción de productores privados de electricidad.
  • 1995. Liberalización del mercado de productos petroleros, a nivel de importación (libres de impuestos) y de la distribución.
  • 1997. Privatización de la distribución mediante el paso de las empresas publicas arrendatariasa sociedades privadas de gestión delegada.
  • 1999. Elaboración de la estrategiaenergética nacional, en torno a cinco ejes :- optimizar elpaqueteenergético ;
    - desarrollar las energías renovables ;
    - mejorar la eficacia energética ;
    - promover les inversiones extranjeras directas (IDE) ;
    - promover la integración regional ;
  • 2014. Eliminación de las subvenciones alpétroleo (caja de compensación). Solamente se mantienen las subvenciones al gas.

Como resultado de este proceso la principal refinería de petróleo, la Samir de Mohammedia, fue vendida en 1997 a un grupo saudí. Actualmente, está cerrada y ha sido declarada en quiebra. Las redes de distribución de agua y electricidad de las principales ciudades fueron cedidas en gestión delegada a Suez, Veolia y otras grandes transnacionales. Las manifestaciones de usuarios se sucedieron desde entonces (incluso hasta hace pocos meses en Tánger). Los embalses, que durante mucho tiempo fueron considerados un sector estratégico bajo la vigilancia del ejército, comenzaron a ser privatizados. El sector privado se apodera también de las centrales térmicas, principalmente el grupo emiratí (Abu Dahbi) Taqa que posee la imponente central de carbón de Jorf el Asar, al sur de Casablanca. El holding real SNI, a través de su filial NAREVA, ha comprendido que el sector estratégico constituía una oportunidad de beneficios importante. Interviene en el proyecto de central de carbón de Safi junto a ENGIE (ex GDF Suez) de Francia, Mitsui de Japón y Daewoo de Corea del Sur; y en el sector eólico en colaboración con ENGIE (parques de Akhfennr, Haouma, Boujdour y Foum el Oued). Además, actualmente construye el mayor parque eólico de África en Tarfaya (300 MW) y controla prácticamente todo el sector de energía solar.

Energía solar: proyectos faraónicos

Lo que choca en estos dos últimos ámbitos es el gigantismo de los proyectos. “Tarfaya, el parque eólico más grande de África”… “El mayor parque solar del mundo se encuentra en Marruecos”, titulan periódicos y revistas.

Este proyecto fue concebido como parte del plan Desertec, un amplio proyecto transsahariano que fue finalmente abandonado, debido particularmente a la tibieza por parte de la Unión Europea y a la retirada del BEI de un proyecto calificado como “faraónico”. Actualmente, ha sido entregada la primer central Noor, financiada con aportaciones del Banco Europeo de Inversión, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Agencia Francesa de Desarrollo y la KFW (Alemania). Un total de 9 mil millones de dólares se invertirán en un proyecto que deberá extenderse a cuatro nuevas centrales y que ambiciona suministrar electricidad a cerca de un millón de personas. Todo esto supone, evidentemente, un mayor endeudamiento para el pueblo marroquí y mayores beneficios para las empresas, marroquíes o extranjeras.

Por otra parte, cabe señalar que esta producción de energía no está destinada prioritariamente a la población local, sino a la exportación hacia Europa que –conferencias climáticas obligan- quiere importar energía “limpìa”. Caricaturizando un poco, de alguna manera las centrales de carbón, diésel o gas son para los marroquíes, mientras la solar y la eólica se destinan a los europeos.

La cuestión que se plantea es la siguiente: ¿esto plantea algún problema? Un excelente estudio realizado por HamzaHamouchéne |1| demuestra que de hecho existen varios.

El primero afecta al acaparamiento de tierras. Bajo el pretexto de que el complejo solar se instala en una zona semi desértica, con baja densidad humana, se acaba con las poblaciones que residen en tierras colectivas y ejerciendo en ellas una actividad económica que les permite sobrevivir: la ganadería extensiva. De esta manera, el estado marroquí es responsable de un doble expolio ya que ha expropiado por 1 dirham el m2unas 3.000 hectáreas de tierras colectivas y a continuación las ha revendido a la Agencia Marroquí para la Energía Solar (MASEN), sociedad privada creada con fondos públicos en octubre de 2010 con el fin específico de desarrollar los programas solares marroquíes. Peor aún, esas sumas no han revertido en las tribus afectadas sino que han sido colocadas en un fondo de “desarrollo” para financiar proyectos ajenos a esas poblaciones y que, además, no es seguro que lleguen a implementarse. Por último, el proyecto no ha sido objeto de ninguna consulta previa, libre e informada a las tribus bereberes afectadas, tal como estipula el artículo 169 de la Convenio de la OIT referido al derecho de consulta de los pueblos originarios. La primera reunión pública se limitó a una sesión informativa respecto a un proyecto ya aprobado, un mes después de su anuncio oficial por el rey.

El segundo problema concierne al endeudamiento y al papel de las instituciones financieras internacionales que, a través de sus préstamos, refuerzan y justifican la orientación neoliberal y la profundización de las políticas “pro mercado”, el desarrollo del supuesto capitalismo “verde”, tanto en la agricultura como en el ámbito de la energía, y la instauración de las llamadas asociaciones público-privadas, enfocadas esencialmente a privatizar los beneficios y a socializar los costes o las pérdidas que pudieran existir.

La idea de que Marruecos pida miles de millones de dólares para producir energía, una parte de la cual será exportada a Europa, cuando la viabilidad económica de la iniciativa es poco segura, pone de manifiesto el problema de la estrategia europea, basada en la externalización de riesgos hacia Marruecos y demás economías en dificultad de la región. Esta deuda resulta ventajosa para Europa por varias razones. No lo sólo deberá ser reembolsada –y no por parte de las empresas sino del Estado marroquí, es decir, por los contribuyentes-, no solo permite a las empresas europeas y de otro origen formar parte del proyecto e influir en sus opciones, sino además integrar el Mecanismo por un desarrollo limpio, obteniendo así derechos a contaminar en sus países de origen. “Esto significa ignorar lo que se denomina la deuda ecológica contraída por los países industrializados del Norte respecto a los países del Sur del planeta”.

El tercer problema, igualmente espinoso, se refiere a la cuestión del agua. Cualesquiera sean los procedimientos escogidos,la producción de energía solar es una gran consumidora de agua, sea para asegurar el enfriamiento (muy alto consumo de agua) o la limpieza de los paneles solares (un consumo 200 veces menor). Precisamente, sin tomar en cuenta el estrés hídrico que sufre Marruecos en general y la región semi desértica de Uazarzat en particular, se ha escogido la primera opción, aun sabiendo que el proceso de enfriamiento requiere un consumo anual de 2 a 3 millones de m3 por año. Como consecuencia, son las tierras irrigadas y los oasis del valle del Draa los que padecen, cuando estos últimos están ya fuertemente afectados por la sequía y la sobreexplotación en las zonas de regadío aguas arribas del valle (a lo que se añade el riego de los campos de golf y las piscinas de los hoteles, …).

En todo el mundo se desarrolla este tipo de megaproyectos solares: España, Japón, Egipto, Dubai, etc. Argelia y Alemania hablan de relanzar el proyecto Desertec. En Uazarzat se han instalado 500.000 paneles solares en la arena, y sólo se trata del primer tramo del proyecto. Pero la producción eléctrica se encaminará dentro de poco hacia Europa, vía cables aéreos o submarinos, a lo largo de miles de kilómetros. Se sabe que las pérdidas debidas al transporte de electricidad son importantes, pueden alcanzar del 2% al 30%, en proporción a la distancia recorrida por el fluido |2|. El proyecto Desertec, pero también otros como el megaproyecto fotovoltaico de Bencaire en Francia, han sido abandonados: su rentabilidad no estaba asegurada, a pesar de que las inversiones habían sido enormes. Su impacto ambiental y social estaba lejos de ser insignificante. Algunos piensan incluso que, debido a su enorme tamaño, estas instalaciones podrían tener un impacto sobre el calentamiento climático. En efecto, “las centrales termosolares actúan como trampas de energía solar y como gigantescos radiadores. Una central termo solar es un horno gigantesco que funciona permanentemente: 24 horas sobre 24 y los 365 días del año” |3|.

¿No serían preferibles unas instalaciones de tamaño más humano, menos destructoras del ambiente y de recursos como el agua?

El micro-solar

El progreso impresionante del sector micro-solar, que en Marruecos va la par de los megaproyectos, es también asunto de reflexión.

De hecho, en Marruecos no encontramos sólo gigantismo. Con la privatización del sector energético apareció un nuevo nicho de mercado: los millones de marroquíes que viven en el mundo rural y no disponen de electricidad. En 1995 la tasa de electrificación rural no superaba el 18 %. Esta situación iba acompañada de graves carencias en el suministro del conjunto de servicios públicos (sanidad, educación, redes de transporte, acceso a la electricidad y al agua potable) que, a pesar de la imagen de abundancia y modernidad que puede percibir a primera vista un visitante, hunde la clasificación de Marruecos en el índice de desarrollo Humano hasta el 126 lugar en 2015.

Por lo tanto, uno no puede más que felicitarse por el programa de electrificación rural que en 15 años ha llevado la tasa de electrificación hasta el 96,8%. ¿Cómo ha sido posible un salto de tal magnitud?

Tres tecnologías han sido seleccionadas: la conexión a la red nacional, los kits fotovoltaicos y las micro centrales eléctricas.

Respecto a la energía solar, se han instalado kits fotovoltaicos en unos 150.000 hogares, en torno al 10% del plan de electrificación, según el sistema “feeforservice”, se trata de un servicio público de pago. Para cada hogar supone un coste de 900 dírhams en el momento de la instalación y 65 dírhams mensuales por el consumo (alrededor de 90 y 6,5 euros, respectivamente). Podría parecer que no resulta muy caro. Pero, ¿qué servicio se ofrece? La sociedad TEMASOL (filial de TOTAL energía)nos ofrece el detalle: 4 bombillas de bajo consumo y una toma eléctrica (para recargar un teléfono móvil o enchufar un televisor). “Al principio escépticos, los consumidores actualmente son partidarios incondicionales de la energía solar”, anuncia seriamente la página web de la empresa TEMASOL. Pero, pensemos que por ese precio ¡no es posible enchufar una nevera ni menos aún una bomba para los pozos! El cliente dispone de 4 bombillas y de una batería con una autonomía para 3 a 5 días (en caso de lluvia) con una duración de 10 años, según la empresa. Pero su reemplazo y su carga corren por cuenta del usuario, que muy rara vez dispone de fondos que le permitan hacerlo. Resultado: sólo hay electricidad para un día y no se puede utilizar la batería para recargar un teléfono móvil. ¡Qué lujo!

Esta es la indiferencia que caracteriza a la administración central y a las empresas multinacionales respecto a las poblaciones rurales |4|. En este aspecto, sería interesante conocer qué beneficios ha obtenido TOTAL de esta operación (hoy es la sociedad emiratí MASDAR la que sigue con este proyecto). Por su parte, la AFD a desembolsado 230 millones de euros (otra deuda para Marruecos) para apoyar el programa.

Tenemos pues un efecto publicitario, pues marruecos puede declarar más de 95% de personas con conexión eléctrica, siguiendo un enfoque participativo (es decir, de pago) que privilegia la optimización de costes (lo menos caro posible), tal como indica la ministra de energía, la señora Benkhadra en una presentación del Programa de Electrificación Rural Global (PERG), pero que mantiene a la poblaciones “beneficiarias” en condiciones indignas de vida.

Por un lado, el gigantismo de las mega-centrales; por el otro, el micro-solar que tiene mucho de fachada. Una electricidad a dos velocidades, una para los acomodados y otra para los pobres. ¡Un Marruecos de contrastes, como rezaba hace años de publicidad turística!!

Conclusión

Por tanto, la cuestión no puede ser planteada solo en términos de energía fósil o no fósil: no se trata de una simple cuestión técnica. La privatización del sector y su gestión en función de criterios de mercado han tenido múltiples derivas: encarecimiento de las facturas, gigantismo de los proyectos, producción renovable para la exportación y electricidad fósil para el consumo local, y permanencia de un sistema profundamente desigual y excluyente. Desfosilizar la matriz energética y rechazar la técnica de la fractura hidráulica deben de ser objetivos prioritarios, pero el sistema de producción de energía no puede ser pensado independientemente del tipo e sociedad que se desea construir. ¿Qué tipo de energía? ¿Para responder a qué necesidades? ¿A qué precio?

En tanto que predominen los intereses de los bancos, y el de sus accionistas, es ilusorio hablar en términos de sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático. Para estos, el objetivo no es proteger el planeta, ni luchar contra el calentamiento climático, ni satisfacer las necesidades de los usuarios. Su objetivo es la ganancia y los usuarios sólo interesan en cuanto pagadores. ¡El famoso feeforservice! La lógica de los mercados versus la de servicio público.

Por ello es urgente exigir no sólo la renacionalización del sector sino su gestión democrática bajo control popular, con el fin de determinar las cantidades de energía necesaria, para qué necesidades y según qué métodos de producción y distribución.

“La energía no es más que un concepto físico que concentra aspectos sociales, políticos, económicos y culturales. Tiene un vínculo intrínseco con los derechos adquiridos que son castigados o violados por el modelo extractivista de los hidrocarburos… Un sistema de producción de energía es un sistema de poder. ¿Energía para quién? ¿Para sostener el modelo societal actual o como herramienta para vivir mejor?” |5|.

*Por: Lucile Daumas, miembro de Attac/Cadtm Marruecos. Intervención en el Seminario: “Conservar la energía fósil en el suelo: Por qué el gas es una falsa solución”, Conferencia en Bruselas, 26-28 de setiembre de 2016, organizada por la Fundación Rosa Luxemburgo.

|1| HamzaHamouchene, “La central de Uarzazat: triunfo del capitalismo “verde” y privatización de la naturaleza”, disponible en castellano en la página del Comité por la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), http://www.cadtm.org/La-central-solar-de-Uarzazat (también en francés e inglés), o en la de ATTAC Marruecos http://attacmaroc.org (en árabe y francés).
|2http://www.gnesg.com/index.php?option=com_content&view=article&id=77:est-ce-facile-de-transporter-lelectricite-&catid=29:le-vehicule-electrique&Itemid=56
|3https://reporterre.net/Les-centrales-solaires-dans-le
|4| He podido constatar una situación similar visitando a ganaderos supervivientes del pueblo huarpe, que subsisten en parajes remotos de la provincia de Mendoza (Argentina), en las Lagunas de Guanache, en estado avanzado de desecación.
|5| Tomo esta conclusión de la obra “Vaca muerta: construcción de una estrategia. Políticas públicas ambiguas, empresas estatales corporatizadas y diversificación productiva a medida”, OPSUR, Buenos Aires.
 
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