La seguridad sigue siendo el tema preferido de los defensores del orden estatal y capitalista, los territorios llenos de policías, cámaras y las poblaciones perdiendo hasta el último sentido de la vida sustituido por el consumo frenético para “ser algo”…
Mientras tanto, una fuerte conflictividad, a veces visible, otras subterránea, continúa desarrollándose como esas raíces de un árbol que no pueden ser detenidas. Algunas veces, el conflicto adquiere una conciencia clara del porqué con personas que entran en lucha por generar un cambio radical contra enemigos concretos, reconocibles, claramente nocivos y atacables. Otras veces, simplemente la revuelta de lo vivo explota contra un mundo cada vez más opresivo.
Los Estados y sus empresas, amén de los cuerpos de seguridad cada vez más preparados, intentan apagar el fuego de la revuelta con un sinfín de espectáculos, mercantilizando hasta el último recodo de la vida y la naturaleza. Pero toda la realidad no puede ser cosificada y puesta en un supermercado. Un capitalismo verde intenta recuperar las luchas encauzándolas para intentar institucionalizar la fiereza o arrimarlas a diferentes populismos por conveniencias politiqueras.
Mientras nuestros territorios continúan siendo devastados por los negocios, el mundo capitalista sufre una nueva reestructuración que no acabará bien, como siempre, para los oprimidos y el planeta. También la resistencia en los territorios ha sufrido cambios en los últimos años. Varias experiencias han comenzado a transmitirse, varias coordinaciones han abandonando los nacionalismos, las estructuras autoritarias y la negociación con los defensores del orden y se han hecho fuertes plantando cara al Poder.
La autoorganización de las luchas, lejos del cálculo político y comprendiendo que la lucha por la naturaleza, la lucha por la vida, es necesariamente una lucha contra el capitalismo y su sustento se abren paso.
La idea de las clases dirigentes (empresarios, financistas y políticos) sigue siendo profundizar la explotación de la tierra y la vida sobre el planeta, la nuestra, superar la resistencia para que las personas y las comunidades, a través de la acción directa, creen nuevas formas de convivencia y libertad apenas soñadas…