Por LM Cipolletti .- La producción crece en todo el mundo, por su uso en diversas tecnologías. En Río Negro, hay interés por su desarrollo, pero se alertan impactos negativos.
El académico y defensor del medio ambiente Leonardo Salgado advirtió sobre el riesgo que existe en la provincia de impulsar la producción del llamado “hidrógeno verde“ solamente con el propósito de establecer un negocio económico y sin contemplar la necesidad de avanzar en la lucha por reducir las emisiones de carbono, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles en Río Negro.
El destacado paleontólogo publicó un informe junto a Hernán Scandizzo, ambos integrantes de la Mesa de Transición Productiva y Energética de Río Negro. El título del trabajo es suficientemente explícito: “Hidrógeno verde: la nueva ilusión rentista del gobierno rionegrino”.
Se denomina hidrógeno verde al que se produce mediante un proceso de electrólisis del agua, que causa la ruptura de la molécula que conforma con el oxígeno. Para ello, se debe utilizar, además, una fuente de energía renovable y no fósil. En el escrito, se explica que “el hidrógeno no es una fuente energética; no produce energía sino que es un vector que la almacena, como puede hacerlo una batería o un embalse. Esto no es un detalle, una de las críticas a su producción a gran escala es que la tasa de retorno energético resultante de la electrólisis pone en duda su rentabilidad”.
Sobre el interés que hay en la provincia, se destacan recientes expresiones de la gobernadora Arabela Carreras, en las que se puso de relieve el objetivo de fomentar las inversiones en materia de energías renovables, siendo Río Negro la provincia argentina que cuenta con investigaciones más avanzadas sobre el tema. Además, hay un interés concreto de Alemania por la realización de estudios de generación.
Ayer, Salgado comentó lo consignado en el texto y dijo que su postura no busca, en absoluto, oponerse al progreso tecnológico y científico, sino que procura hacer un llamado de atención sobre las condiciones de generación del hidrógeno y sobre la finalidad puramente económica que se perseguiría en Río Negro. Al respecto, indicó que la producción se destinaría a la exportación, principalmente al Estado alemán y a otros países europeos, con posibilidad de brindar algunos suministros a algunas provincias vecinas.
Expresó que para concretar la electrólisis se utilizaría agua de El Chocón y del canal que se extiende desde Pomona a San Antonio Oeste y Las Grutas. En ambos casos, se instalarían plantas que podrían impactar sobre el entorno, como en el caso de El Chocón, donde se podría afectar al área protegida Valle Cretácico. Para que funcione esta fábrica, se impulsaría, además, la construcción de un Parque Eólico en Cerro Policía, cuyo impacto ecológico y social debería tenerse muy presente.
Manifestó que la producción no debería perjudicar las necesidades humanas de agua y tendría que permitir el desarrollo de políticas que permitan a la provincia proyectar un futuro en que se vayan limitando cada vez más las emisiones de carbono, debidas a los combustibles fósiles como el petróleo.