ESTADOS UNIDOS PRESIONA A GRAN BRETAñA PARA QUE EL ATACANTE DE LOCKERBIE VUELVA A PRISION
El premier resistió los pedidos de los políticos de una investigación, pero le solicitó a su jefe de gabinete que revisase si se deben dar a conocer documentos secretos sobre el supuesto rol de British Petroleum en la vuelta de Al Megrahi a Libia.
Por Andrew Grice (*).- David Cameron cedió ayer a la presión creciente para que se reviera la decisión de liberar al terrorista de Lockerbie, ya que el tema echaba un manto de sombra sobre sus conversaciones con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca. El primer ministro resistió los llamados de los políticos estadounidenses de una investigación a gran escala, pero le pidió al secretario de Gabinete, Sir Gus O’Donnell, que reviera si el gobierno debiera dar a conocer documentos secretos relativos al supuesto rol de British Petroleum (BP) en el regreso de Abdelbaset al Megrahi a Libia.
Cameron se encontró en medio de un fuego cruzado entre los políticos estadounidenses, incluyendo a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que quieren una investigación, y BP, que supuestamente hizo lobby para que Megrahi fuera enviado de regreso a Libia para ayudar al país petrolero a una exploración por 850 millones de dólares.
Megrahi, la única persona convicta por la bomba del Lockerbie en 1988, que mató a 279 personas, fue liberado por el gobierno escocés hace casi un año porque tenía pronosticado tres meses de vida. Tiene cáncer de próstata y todavía está vivo. Los sentimientos sobre el caso son profundos en Estados Unidos, donde el enemigo público Nº 1 es BP por el derrame de petróleo en el Golfo de México. Clinton dijo: “Que Megrahi esté viviendo lo que le queda de vida libre de la custodia escocesa es una afrenta a las familias de las víctimas. Estamos alentando a las autoridades escocesas y británicas a que revean los hechos subyacentes y las circunstancias que condujeron a la libertad de Megrahi”.
Cameron es reacio a aceptar una nueva investigación, ya que podría debilitar el precio de las acciones de BP en un momento en que la empresa está contra las cuerdas. “No fue una decisión de BP. Fue la decisión de los ministros escoceses”, dijo ayer.
Más tarde el primer ministro hizo una concesión en un inte|nto por calmar los ánimos. Anunció: “Estoy pidiendo al secretario del Gabinete que revise nuevamente los papeles para ver si hay algo que debiera conocerse, para que brindar la imagen más clara posible de la decisión que se tomó y por qué”.
Rechazó llamados de los senadores para una moratoria en las operaciones de BP en Libia. Se cree que los documentos que están siendo revisados incluyen contactos telefónicos y por carta entre Jack Straw, el entonces secretario de Justicia, y Sir Mark Allen, un ex alto oficial de MI6 que estuvo involucrado en conversaciones sobre un acuerdo para la transferencia del prisionero a Libia y luego continuó trabajando para BP. Cameron prometió que Gran Bretaña cooperaría totalmente con una investigación del Senado, que está programada para comenzar el 29 de julio.
La controversia Megrahi eclipsó la primera visita de Cameron a la Casa Blanca desde que es primer ministro. Mantuvo una conversación mano a mano con Obama en el Salón Oval durante una hora antes de tener un almuerzo de trabajo con sus consejeros.
Los dos líderes hicieron un frente común sobre Afganistán, el principal tema de su charla. Hablaron del proceso de reconciliación en Afganistán, incluyendo establecer un fondo de 200 millones de dólares, y 5 millones de Gran Bretaña, para atraer a los afganos y así se alejen del talibán. Cameron habló ayer sobre crear una sociedad más estable que perfecta en Afganistán y repitió su objetivo de ver a las tropas británicas terminar su rol ahí para 2014.
El presidente y el primer ministro disimularon sus diferencias sobre la economía, a pesar de los temores en la administración Obama de que las naciones europeas están recortando sus déficit demasiado rápidamente. Cameron dijo que los dos líderes quieren un crecimiento sostenible y acordaron que cada país debe tomar la decisión correcta que se adecue a sus circunstancias. Cameron le trasmitió una invitación de la reina a Obama para hacer una visita de Estado a Gran Bretaña el año que viene.
David Miliband, que era canciller en el momento de la liberación de Megrahi, admitió ayer: “Claramente estuvo mal porque se hizo en base a que tenía menos de tres meses de vida y ya hace de eso once meses”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
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