Para que Bolivia pueda impulsar su industria petroquímica y mantenerse como uno de los países más importantes del Cono Sur en reservas de gas hasta 2020, deberá explorar al menos 65 pozos de gas. Si a eso añade sus planes de explotación del Mutún, necesitará abrir 69 nuevas exploraciones. Y si desea impulsar otras industrias, 74.
Así lo explicó el experto en hidrocarburos Carlos Miranda, en el Seminario sobre la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos que se llevó a cabo este viernes, convocado por diputados del Movimiento Sin Miedo (MSM).
Miranda, uno de los estudiosos en materia gasífera más reconocidos en nuestro medio, señaló que Bolivia, si desea desarrollar la industria petroquímica, por su condición mediterránea, la lejanía de las costas marítimas y el reducido mercado interno, requiere disponibilidad de gas natural seco en cantidades considerables a precios competitivos y por plazos superiores a los 20 años.
Un informe preliminar reciente sobre la cantidad de reservas probadas de gas que tiene Bolivia, emitido por la empresa Ryder Scott (contratada en 2009 por el Estado boliviano para certificar las reservas), indica que el país cuenta con 8,9 trillones de pies cúbicos (TCF, por su sigla en inglés) de reservas probadas de gas, en contradicción con anteriores certificaciones que apuntaban incluso a 24,6 TCF.
En opinión de Miranda, Bolivia además necesita la logística para acceder a mercados y transportar altos tonelajes de producción —etanol, propano, fertilizantes, etcétera— y distribuirlos; para ello, dijo Miranda, es imprescindible que nuestras plantas petroquímicas estén ubicadas estratégicamente en lugares que viabilicen el transporte de materia prima en volúmenes necesarios, a los mejores precios y por mucho tiempo. Por tanto, aseveró, “el plan de instalar una planta en el Chapare es desfavorable”.
Fuente: La Prensa