El Parlamento iraní planea aprobar una ley que imponga una paralización en las exportaciones de petróleo a las naciones que apoyen las sanciones a su plan nuclear
En un aparente golpe preventivo antes de que entren en vigor las sanciones que le impuso la Unión Europea (UE) por su polémico programa nuclear, el Ministerio del Petróleo iraní anunció ayer la suspensión de sus exportaciones de crudo a Gran Bretaña y Francia.
“La exportación de crudo a las empresas británicas y francesas se ha detenido (…) vamos a vender nuestro petróleo a nuevos clientes”, dijo el vocero Ali Reza Nikzad Rahbar a través de la página web del organismo.
Nikzad recordó que, previamente, el ministro de Petróleo, Rostam Qasemi, había anunciado la posibilidad de interrumpir la venta de crudo a los países de la UE que participen en las sanciones financieras y petroleras impuestas al país como presión para que suspenda su programa de enriquecimiento de uranio.
Incluso en los últimos días hubo reportes de que habían sido suspendidas las ventas a Francia, Grecia, Italia, Portugal y Holanda, si bien el Ministerio de Petróleo iraní lo negó.
No obstante, el Parlamento iraní planea aprobar una ley que imponga una paralización en las exportaciones de petróleo a las naciones que apoyen las sanciones, aunque el debate fue postergado hasta el mes que viene.
Varios países occidentales acusan a Teherán de estar trabajando para construir una bomba atómica amparándose en un programa nuclear civil. Fue por esta razón que el 23 de enero pasado los ministros de Relaciones Exteriores de la UE acordaron un embargo al crudo iraní, aunque éste no entrará en vigor hasta mediados de año. En esa reunión también se acordó congelar el patrimonio del banco central de ese país en Europa.
La renovada tensión entre Occidente e Irán alimentó aún más los temores a un enfrentamiento bélico. Preocupados por los crecientes rumores sobre un posible ataque de Israel contra instalaciones nucleares de Irán, Estados Unidos y Gran Bretaña exhortaron ayer al gobierno de Benjamin Netanyahu a esperar a que surtan efecto las sanciones.
Tanto el jefe del estado mayor conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, como el canciller británico, William Hague, advirtieron que un ataque israelí a Irán acarrearía graves consecuencias para toda la región.
“Somos de la opinión de que Irán se comportará de manera racional”, indicó Dempsey. “Sabemos también, o creemos saber, que el régimen iraní no ha tomado ninguna decisión” sobre la construcción de un arma nuclear, añadió.
La Nación