En tres años el contrato petrolero de campo Rubiales, al que se llega tras recorrer 167 kilómetros polvorientos desde Puerto Gaitán (Meta), terminará y deberá revertir a Ecopetrol. Así está escrito y así se debe cumplir. Sin embargo, la multinacional canadiense Pacific Rubiales Energy, actual operadora y socia de Ecopetrol en este campo, que se transformó y convirtió en el mayor productor de crudo pesado del país, espera que el Gobierno le dé vía libre para seguir con el contrato.
Si bien aún falta mucho tiempo, las partes miden desde ya sus fuerzas. Es así como en el reciente congreso de Cinmipetrol, el presidente de la estatal petrolera Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez Pemberthy, “mostró sus dientes” de estudiante aventajado y respondió a un interrogante del petrolero venezolano Humberto Calderón, presidente de la española Vetra, quien quiso saber si Ecopetrol podría con Rubiales. Y la respuesta tajante de Gutiérrez no se hizo esperar: “Sí, estamos en capacidad de operar Rubiales”.
Gutiérrez explicó que con Pacific han aprendido mucho, ya que son muy buenos en lo que hacen, y que tuvieron suerte de tener profesores como ellos. Pero ahora están listos para lanzarse al agua. Sin embargo, señaló que tendrán la oportunidad de seguir aprendiendo durante los próximos tres años, mientras se vence el contrato.
Pero cuando los panelistas Gutiérrez y Calderón respondían al auditorio y hablaban de la suerte de campo Rubiales, Luis Pacheco, vicepresidente de planeación de Pacific, intervino para decir que estaba en el cuarto, que no lo ignoraran, e intervino para fijar el punto de vista de la compañía, al señalar que si bien la aspiración de Pacific es quedarse con este campo, que hoy produce 280.000 barriles diarios, este es sólo uno de los 54 campos que la compañía tiene en el país y, sea cual sea la decisión de Ecopetrol, seguirán siendo socios y estarán prestos a hacer otros negocios.
“Rescato que el presidente de Ecopetrol reconozca que juntos hemos creado mucho valor en Rubiales, y que si existe una posibilidad para seguir haciéndolo así, se considerará bajo esos términos”, explicó. “Agradezco que Ecopetrol nos reconozca que somos buenos. Venimos a buscar petróleo, que es lo que sabemos hacer y es lo que seguiremos haciendo”, recalcó Pacheco al terciar en la polémica que, sin querer queriendo, había provocado Calderón al responder una pregunta sobre las dudas que existen acerca de que Ecopetrol esté en capacidad de operar el campo.
“Yo creo que Ecopetrol debe sentirse muy satisfecha de los resultados que sus socios están obteniendo. Vetra, que es la empresa de dirijo, que es muy pequeña, entrega sin riesgos a Ecopetrol la mitad de lo que producimos. Lo que hay que analizar es que es más beneficioso para la empresa y para el país continuar con los contratos o revertirlos para que los asuma Ecopetrol, con todo lo que implica la operación de un campo petrolero como Rubiales”, señaló Calderón.
“Honestamente, yo no sé si Ecopetrol pueda asumir la operación del campo Rubiales, con una producción de crudo con 12 grados API, donde se está aplicando tecnología de punta. Es una decisión que tendrá que tomar el Estado colombiano y debe preguntarse qué le conviene más: que otro haga los huecos, asuma el riesgo y las inversiones y reciba los beneficios, o que el Estado asuma directamente todos estos riesgos. Esta es una decisión que debe analizarse muy bien”, recalcó el presidente de Vetra.
Calderón explicó que no era su intención decirle a Ecopetrol lo que debía hacer, e insistió en que sólo quería aportar su conocimiento a un país que los había recibido y tratado como colombianos, después del desastre ocurrido en su patria en 1999, con la llegada de Chávez al poder.
En este primer pulso, Ecopetrol se llevó la ovación de los asistentes al congreso, por considerar que si bien la estatal petrolera colombiana está buscando nuevos horizontes en Brasil, donde fue adjudicataria de dos bloques la semana pasada, debe lanzarse al agua a manejar el campo de Rubiales, indicó Gutiérrez.
El funcionario aseguró que el argumento fuerte en esta discusión no puede centrarse en la capacidad o incapacidad de Ecopetrol para manejar ese campo, sino en el valor agregado y los beneficios que ofrezca Pacific para mantener la asociación.
Asimismo señaló que el modelo por el que Colombia optó al tomar la decisión de ir a las bolsas de valores, justamente busca que una empresa como Ecopetrol sea capaz de comportarse como se actúa en ambientes competitivos.
“Hay empresas de origen estatal, como Petrobrás, que compiten palmo a palmo con otras compañías y que no han ganado el liderato en exploración off shore gratis, sino enfrentando a las mejores del mundo. Por ello es que queremos competir en las mismas condiciones”, manifestó.
Entre apunte y apunte, Pacheco mandó un mensaje subliminal a Gutiérrez al decirle que ojalá le vaya muy bien a Ecopetrol en Brasil, donde está entrando en zonas de frontera y donde espera que el gobierno brasileño le respete las reglas y lo considere como un buen socio, para que cuando llegue el momento, probablemente pida que le extiendan el contrato.
Para cerrar la discusión, Pacheco señaló que su socio Ecopetrol puede manejar el campo de Rubiales, pero con la gente que está allí. Desde 2002, cuando el presidente Chávez decidió despedir a unos 20.000 empleados de Pdvsa, medio centenar de ingenieros y expertos en temas petroleros de Venezuela, como Carlos Daza, company man de Rubiales, u hombre fuerte de los taladros, quien no sólo llegó para laborar sino a transmitir sus conocimientos a los trabajadores colombianos.
Para no entrar en arenas movedizas, el presidente de Ecopetrol cerró el tema señalando que el país está preparado para afrontar este reto y así seguir creciendo para lograr producir 1,6 millones barriles diarios de petróleo en 2025.