Denuncias cruzadas y sospecha de intereses económicos se mezclan a la hora de evaluar las razones por las que, a pesar de las negociaciones, no hay avances que permitan superar el conflicto que frena la producción petrolera
A escasos 10 kilómetros del ingreso a la localidad se encuentra el Yacimiento Medianera, concesionado a Medanito S.A -quien debió paralizar la actividad hidrocarburífera, hace más de un mes, después de los reclamos por daños ambientales y por pago de servidumbre que hiciera un grupo de crianceros, propietarios de los campos en los que está instalado el Yacimiento.
Sin embargo, pese al tiempo de negociaciones, el conflicto persiste y no hay miras de que la situación se revierta.
Una de las razones que esgrime la empresa en cuestión, por la que un acuerdo se demora, sería la intervención de una ONG denominada “Fundación Ambiental Acción Sustentable”, a quienes la petrolera no reconoce como tal porque sostiene que “se trata de un grupo con intereses propios que no tienen que ver con el reclamo real”, según dijo Alejandro Carosio, directivo de la firma. Agregó que “no tenemos problema en hablar las veces que sea necesario; pero no vamos a darle nada de plata a una pseudo fundación que dice estar preocupada por el medio ambiente, cuando la única preocupación que tienen es el verde de los billetes que se van a llevar a los bolsillos”, manifestó.
Por otro lado, fue la ONG quien impulsó los reclamos que se convirtieron en denuncias después de la muerte de animales en campos de los crianceros. A raíz de este hecho inició una investigación que derivó en el hallazgo de un importante porcentaje de hidrocarburos en los pozos de agua, derrames de petróleo y campos devastados por la explotación hidrocarburífera.
Fue Francisco Anaya, presidente de la “Acción Sustentable” quien se dedicó a elevar notas a autoridades locales y provinciales para informar acerca de la situación, al tiempo que inició una campaña de difusión local, provincial y nacional, bajo el lema “Medanito contamina el agua en Catriel”.
La acción derivó en denuncias cruzadas que serían otra de las causas por las que está trabada la negociación, aunque cada vez con menos actores –a fin de llegar a un acuerdo– y con posturas inflexibles entre las partes.
Si bien la producción se paralizó hace más de un mes aproximadamente, el conflicto data desde hace más de un año, cuando un grupo de puesteros denunció la muerte de los animales, por ingesta de agua contaminada.
En esa instancia cobró vital protagonismo la ONG, quien habría impulsado a los superficiarios “a reclamar la presencia de las autoridades en defensa de sus derechos” que, según Anaya, “no se trata de medidas tomadas en contra de nadie, si no a favor de todos. Lo único que se pide es la remediación ambiental, que frenen la contaminación del agua, porque no sólo se perjudica a los crianceros, sino al resto de la población que sufre las consecuencias de la contaminación de las petroleras”, indicó.
Anaya también explicó que “tal como puede verse, el resultado de la actividad y el daño producido datan de varios años”, habida cuenta que se trata de una de las primeras zonas exploradas, desde la década del 60 hasta la fecha.
Durante ese tiempo pasaron varias empresas que no hicieron la remediación correspondiente y la situación se agravó, por lo que los crianceros iniciaron acciones legales hacia la última empresa que concesionó el área hace 2 años y medio “porque no nos reconoce como crianceros, no cumple con los convenios, no pide permiso ni avisa antes de hacer nada: ni para abrir un camino, ni para instalar un equipo, ni movimientos de suelo; y menos cumple con la remediación que tenía que hacer cuando tomó el área”, dijo un criancero.
Por su parte, la operadora asegura estar cumpliendo con el plan de remediación, aunque días pasados fue multada por la provincia por incumplimiento, después que nuevos estudios realizados por el DPA confirmaran la presencia de hidrocarburos en el agua, tal como denunciara Acción Sustentable.
El conflicto en Medianera posiciona a los crianceros en un plano de indefención ante los intereses económicos de los actores intervinientes en el reclamo y la ausencia de decisión política “por tratarse de una cuestión privada”, según manifestara el secretario de Energía, Guillermo Gesualdo.
Fue a partir de la actividad petrolera, que la realidad de los puesteros se fue modificando con el correr de los años. De los cientos de yeguarizos que tenían hoy quedan apenas unas pocas tropillas y de las miles de ovejas y chivos; las manadas no llegan a las 200, en los campos en cuestión.