A través de tres avisos de pago, Metrogas comunicó a la Comisión Nacional de Valores que hoy honrará el vencimiento de intereses de una obligación negociable equivalente a 9,5 millones de dólares. De esa manera, la distribuidora gasífera alejó el fantasma del default y, al mismo tiempo, de la intervención oficial que la acechaba si hubiera caído en cesación de pagos.
Después de varias advertencias a través de sus estados contables sobre la imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones con el actual esquema tarifario, la empresa operada por British Gas e YPF finalmente decidió cumplir con aquel compromiso. Lo hizo en el medio de rumores sobre el ingreso de un eventual nuevo socio a la compañía, alternativa esbozada por Sebastián Eskenazi (YPF), pero que se maneja de manera bastante discreta. Esa eventual incorporación fue analizada en la reunión de directorio de ayer de Metrogas en la que había mucho desconcierto al respecto. Para muchos no está claro si la idea es un plan en ciernes, con chances de que se concrete, o sólo una alternativa no debidamente explorada.
Metrogas venía alertando sobre el riesgo de no poder cumplir con sus pagos en la medida en que se mantuviese el statu quo de su tarifa. Los precios a los usuarios residenciales están congelados y el controvertido cargo dispuesto para mejorar la retribución a los productores y para costear la importación se transfiere al Estado, que es el que administra esos fondos.
A fines de 2008 se otorgó una mejora en el margen de distribución que oscilaba entre 22 y 27 por ciento y que en las boletas de usuarios residenciales se traducía en una suba cercana al 7 por ciento. Pero en el caso de aquellas empresas que tuviesen demandas contra el Estado argentino en el Ciadi debían depositar esos recursos en un fondo fiduciario a crear para tal fin y que debía servir para hacer obras en el área del servicio de la compañía. Este, sin embargo, nunca se puso en ejecución y aquel incremento no se cobró.
El afán de Metrogas es que, finalmente, ese ajuste se destrabe en los próximos días a través de la correspondiente resolución del Enargas aprobando los nuevos cuadros tarifarios. También apuesta a que el Gobierno se avenga a permitir el traslado a la tarifa de una serie de tributos provinciales que por ahora habrían absorbido las distribuidoras. Quizás en función de esta esperanza es que la empresa decidió hacer finalmente el pago de la ON. Este, a su vez, es un recurso para preservar la deteriorada relación con el Gobierno, que ya había dejado saber que intervendría la empresa si caía en cesación de pagos, tal como hizo previamente con TGN.
Fuente: Página/12