Hace algunos meses se pensaba en la entrada de capitales privados argentinos, pero ahora crecen las chances de Enarsa. Hablan de acuerdo con Repsol y no de estatización forzada
LUCIO DI MATTEO
Esta semana, cuando Antonio Brufau visite Buenos Aires, podría definirse uno de los sueños largamente acariciados por el kirchnerismo: que la mayoría de YPF quede en manos nacionales. El Grupo Petersen ya tiene 14,9% y derecho a adquirir otro 10%; a ello podría sumarse otro 30% argentino, pero no privado sino estatal.
En el grupo de la familia Eskenazi señalan que “no hay nada” sobre una posible compra de acciones de la compañía aunque admiten que “si hay estatización podrían no avisarnos”.
“Repsol se quiere ir y la negociación con España está muy avanzada”, admitió a El Cronista uno de los operadores políticos preferidos de Kirchner. “Es posible que lo anunciemos antes de las elecciones, por el impacto positivo que traería”, agregó. “Hace unas semanas, en el Gobierno chequearon cómo se percibieron las nacionalizaciones de Aerolíneas y las AFJP, en ambos casos dieron por encima del 65%”, confió otro hombre cercano al matrimonio presidencial.
Pero aunque algunos creen en el positivo impacto electoral que tendría un tema tan sensible; otros consideran que es imposible llegar a un anuncio serio antes del 28 de junio. “Antes de las elecciones no van a hacer nada; pero después hay que negociar muchas cosas, como los contratos con las empresas de servicios”, comentó uno de los funcionarios provinciales que más se queja por la “falta de inversión”, cargando las culpas sobre el grupo español que es accionista mayoritario.
En cuanto al financiamiento, cerca de Kirchner admiten que “conseguir la plata es lo más difícil”. Una opción es hacer a través de Enarsa, que aún no puede mostrar activos de gran potencial hidrocarburífero, pero eso está cerca de cambiar. Ayer a la noche viajaron a Venezuela algunos técnicos de la firma estatal para certificar, junto a PdVSA, las reservas que ambas compañías tienen en la Faja del Orinoco. Se estima que llegan a 19.000 barriles equivalentes de petróleo (bep), más de todas las disponibles en la Argentina. El financiamiento también podría llegar con la entrada de un socio privado, pero esa es la opción menos avanzada.
“Desde mediados del año pasado, con el aval y la bendición estratégica de Néstor Kirchner, se está llevando adelante una operación económica y política para que empresarios allegados al ex presidente exploren la alternativa de adquirir otra porción de YPF”, anticipó El Cronista el 27 de febrero último.
Desde entonces hasta hoy, la intención básica de “una mayor argentinización” se mantuvo, pero crecieron las posibilidades de hacerlo a través de Enarsa. Porque así las provincias petroleras (accionistas de esta firma estatal) entrarían en el capital de la empresa más grande del país. Además, en tiempos electorales, la opinión pública evaluaría más favorablemente un cambio de manos a favor del Estado antes que hacia un empresario “amigo”.
Fuente: El Cronista Comercial