El secretario de Energía lo anunció ayer en una comisión del Senado y así logró el apoyo de sectores del oficialismo que se mostraban disconformes. La oposición, que pide derogar el ajuste, trató de forzar un debate en la sesión y no pudo.
Por: Atilio Bleta
Frente a la embestida de senadores opositores, y con la intención de contener a sectores rebeldes del propio oficialismo, el Gobierno hizo una mínima concesión a su postura de mantener el fuerte aumento del gas y aceptó revisar no más de un 5 por ciento de los casos. Serían únicamente los que a criterio del Ministerio de Planificación, en manos de Julio De Vido, pueden haber afectado a usuarios de escasos medios económicos.
Así lo afirmó el secretario de Energía, Daniel Cameron, en el informe que dio ayer a la mañana ante la comisión especializada en el tema. Más tarde, en la sesión, la ofensiva opositora para voltear el decreto 2067/08 que instauró un cargo especial y que -según el Gobierno- abarca al 18 % de los usuarios de todo el país, chocó con la negativa del kirchnerismo a concederle la mayoría especial de dos tercios que se requerían para debatir el tema fuera de agenda.
La oposición necesitaba 40 votos y al momento de votar el rechazo cosechó una ajustada mayoría de 32 votos, contra 28 de radicales, peronistas disidentes y la Coalición Cívica, más dos disidentes del kirchnerismo la senadora chaqueña Elena Corregido y la santiagueña Ana María Corradi de Beltrán.
La presencia del funcionario y oportunos llamados de algunos gobernadores contribuyeron a alinear al resto del bloque K, al punto que quienes criticaban con firmeza los aumentos por desmedidos (entre ellos el jujeño Guillermo Jenefes y el chubutense Marcelo Guinle) votaron con el Gobierno.
Pese al traspié en la Cámara alta (el tema volvió a comisión), el arco antikirchnerista seguirá metiendo presión para derogar el tarifazo. Por segunda vez en siete días, el secretario de Energía y el resto de los funcionarios que lo acompañaron ayer, volverán al Parlamento. A pedido de los diputados de la oposición, fueron citados a dar explicaciones en la Comisión de Energía, el miércoles próximo, según lo acordado con el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, quien así evitó que el tema le estallara ayer en pleno recinto, en la primera sesión de la Cámara baja después de dos largos meses de receso (ver página 5). Con todo, el radical Miguel Giubergia se salió de libreto y pidió tratar el tema sobre tablas, pero sus compañeros de bancada lo frenaron para no romper el acuerdo.
Para complicar la posibilidad de que el Gobierno mantenga en pie el tarifazo se agregan la aceptación de recursos de amparo que suspendieron la aplicación del aumento, dispuestos por jueces en siete provincias y otras tantas localidades bonaerenses, a las que ayer se agregó Río Cuarto, en Córdoba.
En el Senado, pese a que no avanzó en su propósito de forzar el debate, la oposición logró el objetivo de darle luz pública a la polémica que genera protestas a lo largo del país y que ayer fueron reforzadas con una manifestación frente al Congreso.
En el recinto, el senador radical Gerardo Morales le apuntó con dureza a los funcionarios con los que discutió a la manaña en la comisión: “Resulta que los que estamos en contra del tarifazo estamos a favor de los ricos. La misma cantinela escuchamos con el debate de las retenciones”, apuntó. Y agregó también que el “Gobierno va por más. De qué diálogo hablan, van por más plata, porque el cargo es un impuesto disfrazado”.
Morales quedó irritado por el tono irónico de Cameron, quien al defender el aumento de las tarifas dijo que “ente el 95 y el 96 % de los usuarios impactados (que son el 15 por ciento del total de los usuarios residenciales) por la suba están en condiciones de pagar por su mayor consumo”. Para el resto, el funcionario dijo que el Gobierno “hará lo que haya que hacer” para arreglar el problema.
Fuente: Clarín.com