La principal causa es la falta de inversión en exploración, que alcanzó el nivel más bajo de los últimos 30 años.
La Argentina se encuentra muy cerca de perder el autoabastecimiento energético debido a la falta de inversiones en exploración de hidrocarburos, que alcanzó el año pasado el nivel más bajo en los últimos 30 años.
Según se desprende de un trabajo del departamento técnico del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” elaborado por Luciano Caratori, y de acuerdo con datos de la la Secretaría de Energía de la Nación, las reservas comprobadas de petróleo y gas natural al 31 de diciembre de 2008 cayeron abruptamente.
En el caso de las reservas de petróleo de 400,724 millones de metros cúbicos a fines de 2008, son alrededor de un 4 por ciento menores que las registradas al 31 de diciembre de 2007.
Más preocupantes son las cifras correspondientes a las reservas comprobadas de gas natural, de 398.529 millones de m3, lo que representa una caída del 10 por ciento respecto de 2007.
Las reservas probables de hidrocarburos también han disminuido notablemente, presentando una reducción del 12,3 por ciento (caída de 18,512 millones de m3) de las reservas probables de petróleo, y del 31,3 por ciento (63.485 millones de m3) en el caso del gas natural.
Así, las reservas comprobadas actuales de hidrocarburos son actualmente un 34 por ciento menores que las que había 10 años atrás, y un 27 por ciento menores que a fines de los 80. Pero lo que es peor es que las reservas comprobadas de hidrocarburos se encuentran en el punto más bajo desde 1978.
Este retraso de la adición de reservas respecto a la producción de hidrocarburos resulta en una disminución de las reservas netas incorporadas del 43 por ciento en relación a la década pasada, lo que pone en riesgo el autoabastecimiento energético del país a corto plazo.
La exploración de hidrocarburos en el país, y en consecuencia la incorporación de reservas, han disminuido notablemente durante los últimos años.
Las estadísticas precisan que la cantidad de perforaciones alcanza un valor máximo en el año 1995, para luego disminuir casi constantemente durante los diez años posteriores, hasta volver a un nivel promedio de alrededor de 54 pozos durante los últimos tres años.
Al considerar el comportamiento de las actividades exploratorias por década, se observa que el promedio anual de pozos de exploración terminados ha disminuido hasta alcanzar menos de la mitad del valor que presentaba durante las décadas del 80 y 90.
Teniendo en cuenta la citada disminución en las reservas del 34 por ciento respecto a fines de los años 90, se concluye que las reservas comprobadas han disminuido en gran parte como resultado de la baja en las actividades de exploración, cuyo aporte a las reservas no ha logrado estar a la par del incremento en la producción.
Fuente: El Periódico de Rincón