Brufau ganó la pulseada y Repsol recortó dividendos

El retorno se redujo a 0,425 euros por título; niegan la venta de YPF

Adrián Sack
LA NACION
La muy promocionada batalla por los dividendos de Repsol YPF tuvo un claro ganador: su presidente Antonio Brufau, quien logró reducir el pago de dividendos a 0,425 euros por acción, a pesar de las presiones de varios de los grandes accionistas de la petrolera hispano-argentina por mantener los valores del año pasado.
Así, la reducción del 19% en los dividendos, anunciada tras casi 6 horas de febriles reuniones en Madrid, significó para la dirección de la compañía la imposición de una lectura crítica de la actualidad del sector energético y de sus consecuencias para la empresa, por sobre las exigencias de los accionistas, que habían apostado fuertemente por la rentabilidad a través de la venta de activos, especialmente de YPF.
En este sentido, la obtención de este recorte de dividendos ya se presagiaba desde la mañana de ayer, cuando fuentes de la compañía aseguraron a la prensa española que la intención de Repsol “no es” vender su participación mayoritaria de la filial argentina, sino tan sólo colocar en la Bolsa una porción de su paquete accionario, pero siempre “sin ceder el control” de la empresa.
“No se contempla ningún tipo de opción que no sea la venta de un paquete minoritario de YPF, con la preferencia de sacar la compañía a la Bolsa”, señaló la fuente de la petrolera citada por varios medios locales, en una afirmación que puso fin a varias semanas de especulaciones sobre la potencial cesión de la administración de la empresa, supuestamente alentada también por Sacyr y La Caixa, principales accionistas de la empresa.
Además, estos rumores habían cobrado intensidad en las últimas horas, al relanzar la petrolera china CNPC una nueva oferta de US$ 14.000 millones por el control de YPF. Con este renovado panorama, y de acuerdo con diversos analistas, la participación de Repsol en YPF, hoy de un 85%, sólo se reduciría en un 10 o un 15% en el corto o mediano plazo. Con los anuncios realizados anoche desde Repsol, la situación de YPF parece haber retornado al escenario previo a la crisis entre los accionistas. El camino parece haberse allanado para los empresarios argentinos, en especial para el grupo Petersen, que adquirió en febrero de 2008 un 15% de YPF y, según las intenciones de su presidente, Enrique Eskenazi, buscaría ampliar su participación en un 10% adicional.
Convicciones
Brufau ratificó su convicción de no apartarse del plan estratégico 2008-2012, que incluye inversiones anuales superiores a los 500 millones de euros. El presidente de Repsol -YPF insistió en que el dividendo reducido “compatibiliza una retribución adecuada al accionista con el plan de inversiones encaminado al crecimiento de la compañía”, y apoyó también su política de recorte “en el actual entorno, caracterizado por el descenso de los precios del crudo y los beneficios del sector”.
Un vocero de la compañía dijo que este dividendo “es realista” porque “compatibiliza la marcha ascendente de la compañía con una política adecuada de retribución al accionista”. La fuente se mostró optimista de mantener el tradicional complementario anual del dividendo, que de concretarse duplicaría el monto a pagar por acción sobre el final del ejercicio, al llevarlo de 0,425 a 0,85 euros, exactamente 20 centavos menos por acción que el año pasado. En ese caso, Sacyr, que tiene el 20% del paquete de Repsol YPF, obtendría 206 millones de euros de ganancias, mientras que a La Caixa, dueña del 14%, le corresponderían 144 millones.
Fuente: La Nación.com