La mitad del valor del combustible que pagan los usuarios termina en las arcas del estado
Entre IVA, Ingresos Brutos, Impuesto a la Transferencia de Combustibles y la tasa hídrica, las naftas acumulan 45% de gravámenes. Durante 2009 el Gobierno recaudó 11.593 millones de pesos gracias a los surtidores, un 19% más que en 2008.
Por Martina Latasa.- Billetera inflamable. En los últimos doce meses los precios de los combustibles treparon más del 22 por ciento.
El precio de los combustibles aumentó en promedio un 22% a lo largo de 2009. La escalada en las pizarras superó ampliamente la inflación registrada tanto por el INDEC (7,7%) como por privados (15%). En lo que va de 2010 ya hubo remarcaciones y el viernes YPF volvió a aumentar. Las naftas están inmunizadas contra el supuesto control de precios del secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Casi la mitad del precio de venta de los combustibles va a parar a las arcas del Estado nacional. El año pasado el Gobierno recaudó 11.593 millones de pesos sólo con estos impuestos, un 19% más que en 2008. Entre enero y diciembre de 2009 los tres principales impuestos sobre las naftas representaron un 4% de los ingresos totales. El mes pasado ese porcentaje subió al 5,1 por ciento.
Los impuestos que se aplican al sector varían según el tipo de combustible. En el caso de las naftas, al precio de compra a las refinerías el estacionero debe sumarle un 62% de Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC), un 5% de tasa hídrica, el 21% de IVA y el 3,5% de Ingresos Brutos. El resultado es que, partiendo de un precio promedio de venta al público de $ 3,30 por litro, un 28% de ese valor se va a las arcas de la AFIP vía ITC, otro 12% por IVA (se paga por el valor neto de impuestos), un 3% por Ingresos Brutos y otro 2% se va al Fondo Hídrico. En total, de los $ 3,30 que paga el consumidor $ 1,50 van a parar al Tesoro nacional.
Para el gasoil, el precio de compra a las petroleras se completa con los mismos impuestos que pesan sobre las naftas, pero en lugar de una tasa hídrica se paga un impuesto al gasoil del 22% y el ITC es del 19 por ciento. Suponiendo un precio promedio de pizarra de $ 2,90, $ 1,10 engrosan el superávit fiscal. Un 10% del precio final lo absorbe el ITC, otro 11% el Impuesto al Gasoil, un 14% el IVA y un 3% Ingresos Brutos.
Para el fisco, la ventaja de gravar los combustibles es que se trata de una vía de rápida y fácil recaudación. Con el correr de los años se fueron apilando impuestos sobre los originales. En noviembre de 2006 se creó el Fondo Hídrico de Infraestructura destinado a paliar las inundaciones en todo el país y para financiarlo se propuso la tasa sobre el precio de las naftas y GNC.
Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina (CECHA) manifiestan que actualmente la legislación tributaria para los combustibles viola sus mismos principios ya que se aplica doble gravamen. “Pagamos un impuesto sobre otro, sobre el precio final que incluye IVA se paga impuesto al débito bancario”, aseguró una de las autoridades de la entidad.
En todo el país hay 4.000 estaciones de servicio que venden en promedio entre 120 y 130 mil litros por mes. Con el Impuesto a los Combustibles, el Estado se garantiza un ingreso que aumenta al ritmo del crecimiento de los precios. Entrado el 2008, los guardianes del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, comenzaron a alejarse de las refinerías y, a medida que la recaudación fue adelgazando, las petroleras tuvieron el camino más liberado para aumentar los precios.
En los últimos meses del año pasado los aumentos en las pizarras se hicieron frecuentes y no pasaron más de 45 días sin retoques en algún decimal. En 2010 parece seguir el mismo ritmo. Los automovilistas deberán pensar dos veces antes de sacar el auto mientras Moreno siga haciendo la vista gorda para engrosar las arcas de la AFIP.
Crítica Digital
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Las naftas se suman al alza de precios en alimentos y servicios
Las versiones premium llegan a $ 4 el litro en la Capital; el aumento de la carne tiene un piso de 35%
Después de un enero en el que la inflación real superó el 2 por ciento, todo indica que este mes no será más tranquilo. A las subas que se están produciendo en alimentos y servicios privados, se sumaron en los últimos días retoques en los precios de los combustibles, que llevaron a que la nafta de mayor calidad ya cueste 4 pesos en algunas estaciones de servicio de la Capital Federal.
Esa barrera psicológica ya se había quebrado en varias ciudades del interior durante los últimos meses de 2009, pero ahora es una realidad también para los porteños. En una recorrida por una decena de estaciones de servicio de esta ciudad, La Nacion pudo comprobar que el litro de nafta premium vale 4 pesos en las estaciones de Shell y Petrobras, mientras que YPF y Esso la tienen a 3,80 pesos.
En enero y en la primera semana de febrero (en medio de la temporada de vacaciones) todas las petroleras continuaron ajustando sus precios. El último movimiento lo realizó YPF, que tiene aproximadamente el 57% del mercado y que hasta ahora era la única que tampoco había cruzado la barrera de los $ 4 en el interior. El aumento fue, en promedio, del 5,3% para la nafta premium (Fangio XXI) y del 3,8% para el gasoil premium (Euro Diésel). Sin embargo, en algunos puntos del país, como en la Capital, la suba llegó al 8 por ciento. Entre fines de 2009 y principios de este año habían aumentado las naftas súper.
El alza en el precio de los combustibles se suma a los aumentos registrados en las últimas semanas en los alimentos y algunos servicios privados, como la TV por cable y la medicina prepaga (aunque estos dos últimos todavía intentan ser frenados o limitados por el Gobierno).
En el caso de los alimentos, los incrementos estuvieron liderados por la carne vacuna. En lo que va de 2010, el valor de la hacienda en el Mercado de Liniers aumentó un 27,7%, lo que se tradujo en subas en los precios al público de las carnicerías, que oscilan, de acuerdo con el corte, entre el 35 y el 65 por ciento.
En el sector explican los aumentos por la falta de hacienda gorda y la importante liquidación de terneros registrada durante el año pasado. El panorama recién comenzaría a mejorar un poco antes de la llegada del invierno, “cuando se manda más hacienda al mercado para aliviar los campos, previendo una menor oferta de pastos”, destacó Ignacio Gómez Alzaga, vicepresidente del Centro de Consignatarios de Productos del País (CCPP),
Por su parte, Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, señaló que la suba de la carne al consumidor ha sido constante desde la última semana de diciembre y señaló que sólo a partir de abril el mercado comenzará a normalizarse.
Alzas “focalizadas”
Hasta el momento la política del Gobierno fue relativizar el avance de la inflación. El primero en avanzar en este tipo de argumentación fue el ministro de Economía, Amado Boudou, que señaló que la economía no enfrentaba un proceso inflacionario y que sólo se estaban produciendo aumentos puntuales, focalizados en la carne. Ayer fue el turno de la presidenta Cristina Kirchner (ver aparte) y del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quienes responsabilizaron a los productores ganaderos por los aumentos. Fernández, además, negó que hubiera un aumento generalizado de precios.
En la Casa Rosada, además, no descartan que detrás de esta preocupación por la inflación exista algún tipo de acción por parte de operadores de la City financiera que se oponen a la llegada de Mercedes Marcó del Pont a la presidencia del Banco Central. Al menos en este punto, la visión conspirativa no parece ser compartida por un aliado natural del Gobierno como es el titular de la CGT, Hugo Moyano, que reconoció que la inflación es una realidad que no se puede discutir. “Hay realidades que no se pueden negar, pero tampoco hacerlas como si se terminara el mundo. Algo de inflación hay. Son realidades en una economía que se está recuperando de una crisis, que vamos a ir superando con el tiempo”, se esperanzó.
Las palabras de Moyano hay que leerlas en el contexto de la inminente apertura de una ronda de negociaciones por la pauta salarial para 2010. En este sentido, el dirigente sindical reafirmó su intención de defender el poder de compra de los salarios, que se ve erosionado por la inflación. “¿Por qué insistimos en los aumentos salariales? Porque queremos ir acompañando la inflación, para no perder el poder adquisitivo del salario”, explicó.
La Nación
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Aumentaron los combustibles en la cordillera
Fue durante el fin de semana. Los incrementos se registraron en Fangio XXI y Eurodiésel. También hubo desabastecimiento en algunas localidades por la gran demanda, producto de la temporada de verano.
Neuquén > Un incremento en el precio de los combustibles y algunos problemas de desabastecimiento se produjeron este fin de semana en la zona cordillerana de la provincia de Neuquén.
El secretario de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Neuquén y Río Negro, Carlos Pinto, afirmó ayer que se detectaron aumentos en el litro de fangio XXI, que alcanzó los $4,149, y eurodiesel ($3,719) de la empresa petrolera YPF.
Pinto precisó que este incremento se registró en las localidades cordilleranas de San Martín, Junín de los Andes y Villa La Angostura. También en Zapala, ciudad del centro de la provincia.
Indicó, además, que el viernes, en San Martín, se detectó desabastecimiento de combustible al igual que en otras localidades más chicas del interior como Villa Pehuenia, Picún Lufú y la región del Norte neuquino.
Explicó que este problema se da porque la firma YPF “no renovó el contrato en estos lugares porque no le conviene económicamente”. Por esta razón, las estaciones que se mantienen allí son las denominadas “blancas”, es decir, que se deben abastecer de manera autónoma comprando a expendedores de distintas petroleras. “No dan abasto y además tienen que vender a un precio más caro”, indicó.
Segundo del año
Este 2010 ya había comenzado con un fuerte incremento general de los combustibles. Las estaciones de servicio modificaron los valores de la nafta y el gasoil hacia fines diciembre pasado, y la última petrolera en incrementarlo fue YPF, el primer día de este año.
Petrobras sufrió varios aumentos en el transcurso de los últimos meses. Por ejemplo, en octubre el precio de la nafta súper era de 3,649 pesos por litro, luego subió en diciembre a 3,739 y hoy está a 3,839 pesos.
El gasoil valía el 16 de octubre 2,875 pesos y, tan sólo en diciembre pasado, varió el precio cuatro veces, la última fue el 23 de ese mes cuando llegó a 3,199 el litro de diesel, valor que aún se mantiene.
Su línea de nafta más refinada y cara, la podium, aumentó desde octubre cuando valía 3,999 el litro a hoy que cuesta 4,169 pesos.
La suba en los precios se practica de forma automática sin dejar a las estaciones con la posibilidad de resistirlos o modificarlos. Se trata de valores de referencia que se aplican en las respectivas redes de estaciones propias, en tanto que otras estaciones de bandera, pero tercerizadas, suelen aplicar subas adicionales.
Por el lado de YPF, incrementó el valor de las naftas súper y común, que pasó de 3,632 a 3,665 la primera y de 3,099 a 3,117 pesos la segunda. No lo había hecho con su nafta fangio XXI ni con el gasoil. Pero ahora sí lo aplicó, al menos en la zona cordillerana neuquina.
La Mañana Neuquén