La integración regional tiene banca

Los secretarios de Industria de ambas administraciones, Eduardo Bianchi y Welber Barral, se reunieron con directivos del BNDS, el Banco do Brasil, el Banco Nación y el BICE. Apuestan a incrementar el financiamiento para pymes.

Los gobiernos de la Argentina y Brasil avanzan en la integración productiva entre las industrias de ambos países, esta vez con el apoyo explícito de la banca pública. Los secretarios de Industria de ambas administraciones, Eduardo Bianchi y Welber Barral, se reunieron con directivos del BNDS, el Banco do Brasil, el Banco Nación y el BICE. Indicaron que la regulación por parte de los bancos centrales dificulta la operatoria de estas entidades financieras en el proceso integratorio, lo que procurarán solucionar de cara a la próxima reunión.
Los funcionarios coinciden que, a diferencia de otras oportunidades, se está trabajando en una agenda concreta para la integración, y para justificarlo remarcan la presencia de los directivos de las entidades financieras. Los banqueros brasileños hicieron una presentación sobre las líneas de financiamiento ya disponibles, como los créditos para la compra de bienes de capital argentinos por empresas brasileñas, con una exigencia de componentes de aquel país en la fabricación. Agregaron que también hay financiación para empresas argentinas en el país vecino.
Pero para optimizar el uso del financiamiento bilateral, los funcionarios explicaron que se deben solucionar problemas regulatorios de ambas bancas centrales. Para ello, en el próximo encuentro de este grupo, dentro de un mes, estarán presentes representantes de las autoridades monetarias. Además remarcaron la necesidad de darles mayor difusión a los instrumentos ya existentes, para que puedan ser utilizados por pequeñas y medianas empresas, a quienes se les pretende dar prioridad.
Consultado por Página/12 sobre qué sectores son prioritarios para avanzar en la integración, Bianchi aseguró que por un lado hay sectores estratégicos, que requieren una integración sostenida en el tiempo, y otros sensibles, cuya intervención será inmediata. Las negociaciones previas con los brasileños marcan que dentro del primer grupo se ubica el sector de petróleo y gas, donde la Argentina pretende insertarse aportando servicios y bienes de capital. El interés parte del potencial brasileño en este nicho. Dentro del grupo “sensible” están el textil, calzado, muebles de madera y línea blanca, entre otros. Las reuniones continúan hoy, donde definirán en concreto los sectores que integran cada segmento.
La integración industrial entre ambos países puede darse, según explicó Bianchi, a partir de dos procesos distintos. Una vía es la complementación en las cadenas de valor mediante, por ejemplo, la incursión argentina –o viceversa– en un segmento de determinada cadena industrial vecina. Otra posibilidad es la especialización intrasectorial, donde una empresa puede fabricar determinado modelo de la línea de producción de la otra.
En ambos casos, la integración permite ampliar la escala de producción de las empresas involucradas, abarcando –de forma coordinada– el mercado vecino. De esta forma se busca incorporar tecnología en los procesos de producción para que las empresas puedan ganar competitividad. Pero, además, “nos permitirá solucionar ciertos problemas de integración que venimos teniendo en el plano comercial”, resaltó Welber Barral. Se refiere al trabajo que harán en el “grupo sensible”. Otro objetivo es buscar en conjunto terceros mercados para que las empresas integradas puedan explotar.
También trabajarán sobre los problemas regulatorios en determinados sectores por la necesidad de las certificaciones. A la vez procurarán avanzar en la promoción de uso de moneda local, que permite a las empresas ahorrar los costos cambiarios. El encuentro de ayer es resultado de lo acordado por los ministros de Industria, Débora Giorgi y Miguel Jorge, en la última reunión triministerial.
Informe: Javier Lewkowicz.

Página/12

Ya están los sectores

Argentina y Brasil definieron ayer la agenda de trabajo para avanzar a partir del mes próximo en la integración productiva binacional sobre dos categorías de sectores industriales. En la parte de los considerados “estratégicos” se incluyeron los sectores de petróleo y gas, autopartes, aeronáutica y maquinaria agrícola. En la de los “sensibles” madera, línea blanca, lácteos y vinos.
La definición se precisó en la última jornada de labor conjunta del secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y su par brasileño, Welber Barral, cuyo trabajo continuará en Buenos Aires a mediados de marzo, junto a las cámaras empresariales involucradas, cuando los bancos centrales de ambos países hayan establecido pautas para facilitar el financiamiento de nuevos proyectos.
Las iniciativas comunes pueden implicar que la empresa de un país se integre a la cadena productiva del otro o que haya acuerdos de complementariedad productiva, por el cual cada nación se especialice en un modelo o versión de producto. Para esto es necesario una agenda de trabajo común a la que los gobiernos decidieron integrar a los bancos que pueden financiar esos emprendimientos.
Los sectores estratégicos son aquellos en los que existe menos vulnerabilidad a la competencia del otro pero lucrativas posibilidades si se concreta el ensamble. Para Argentina, proveer bienes de capital y servicios a la actividad petrolera brasileña implica una chance muy interesante. Mucho más si entidades como el Banco Nacional de Desarrollo del Brasil, el de la Nación Argentina o el Bice aportan recursos para sostener esas operaciones.También para los productores locales de quesos, vinos o heladeras, una producción integrada y monitoreada oficialmente puede significar control sobre la temida competencia de sus pares de Brasil, que no sólo le dificultan ganar ese mercado sino que le disputan el propio.

Página/12