Es una iniciativa de petroleras independientes, con la cual pretenden abrir 150 estaciones de servicio en todo el país donde se ofrezca el combustible más barato del mercado. La iniciativa arrancará con dos estaciones prototipo en las localidades bonaerenses de Valentin Alsina y Moreno, donde se ofrecerá el gas oil a 2,98 pesos por litro.
La Cámara de Estacioneros Blancos y Afines de la República Argentina (CEBRA) lanzará en mayo una red de 150 gasolineras que expenderán sólo gasoil a un precio de 2,98 pesos por litro, el más bajo del mercado. La iniciativa arrancará con dos estaciones prototipo ubicadas en las localidades bonaerenses de Valentin Alsina y Moreno, pertenecientes a empresarios pyme que no responden a las petroleras internacionales que operan en la Argentina.
Estas gasolineras podrían ofrecer el gasoil a precio más barato que las grandes petroleras debido a que trabajarán en relación directa con las destilerías más pequeñas que no afrontan grandes gastos de infraestructura, según el proyecto.
La CEBRA presentará un proyecto al ministro de Planificación, Julio De Vido, para que el Estado brinde créditos blandos a través del Banco Nación para que los estacioneros blancos puedan reacondicionar las instalaciones que poseen.
Esos créditos serían adquiridos por la Cámara a través de un fideicomiso que tendrá como respaldo las instalaciones de las 150 estaciones que serán contempladas en la iniciativa.
El presidente de la Cámara, Santiago Cúneo, dijo en una rueda de prensa que “está demostrado que el sistema de producción y abastecimiento de combustibles en el país fracasó, mientras las petroleras se llevan la renta a sus países de origen”.
Aseguró que las petroleras extranjeras que operan en la Argentina se llevan unos 800 millones de dólares por año en ganancias desde los años 90, y no realizan las inversiones que deberían según el ritmo de crecimiento de demanda del país.
Por ello, Cúneo solicitará a De Vido que desregule el sistema de importación y exportación de crudo, para que las destilerías independientes puedan acceder a la comoditie sin tener restricciones imposibles de sortear.
Según el empresario, la importación de crudo sólo se puede realizar en la actualidad por grandes cupos que las destilerías más pequeñas no están en condiciones de adquirir, por capacidad financiera y de almacenamiento.
“Estamos ante una clara desventaja repecto de YPF, Esso, Shell y Petrobrás, y eso anula la posibilidad de competencia. Entonces, el Gobierno deberá decidirse entre liberar el mercado y volver a la competencia o beneficiar al oligopolio”, dijo Cúneo.
No obstante, el empresario dijo que si el Gobierno no está dispuesto a liberar el mercado debería por lo menos asegurar la producción, ya que “las petroleras hoy están importando para no producir y guardarse así el crudo en sus posos para el futuro”.
Una alternativa para asegurar la producción -agregó Cúneo- es que el monopolio del crudo retorne a manos del Estado, y para ello sería necesario la restatización de YPF.
Ante esa realidad, la cámara impulsa una política de gasolineras para la cual elabora un “gigantesco fideicomiso” a través del cual espera conseguir créditos blandos del Banco Nación.
En el país quedan 500 estaciones de bandera blanca (350 en la provincia de Buenos Aires), después de que en los últimos años cerraran unas 1.800, por las desventajas competitivas respecto de las multinacionales.
Fuente: MDZ