EEUU: Por la marea negra "Terminator" no buscará petróleo frente a las costas de California

El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, dio marcha atrás ayer con su respaldo a proyectos de excavación petrolera en mar abierto, alarmado por el derrame masivo de crudo en el Golfo de México, producido por la explosión y hundimiento de una plataforma petrolera.

“En televisión veo pájaros empapados de crudo, los pescadores sin trabajo, la masiva mancha de petróleo destruyendo nuestro precioso ecosistema”, apuntó en declaraciones divulgadas por su oficina. “Eso no sucederá aquí en California y es por eso que estoy retirando mi apoyo”, destacó el gobernador, prohibiendo así que se expanda la exploración petrolera en la costa de California. La iniciativa de explotar yacimientos de petróleo en las costas de EE.UU. fue aprobada por la administración Obama, semanas atrás.
De hecho, Schwarzenegger había propuesto un controvertido plan de perforación en la costa de California del Sur, con el que habría recaudado 1.800 millones de dólares durante los próximos 14 años, como una forma de ayudar al estado a superar su crisis presupuestaria.
El así llamado proyecto Tranquillon Ridge habría sido el primer nuevo contrato estatal petrolero en 14 años, pero el enorme derrame en la Costa de México puso el plan en el congelador.
Ayer dos naves de la Guardia Costera y un creciente grupo de voluntarios estaban listos en Pensacola, en el estado norteamericano de Florida, para afrontar la llegada de la marea negra provocada por el derrame.
El derrame se desató el pasado 22 de abril cuando una plataforma petrolera gestionada por British Petroleum se hundió en el Golfo de México, dos días después de haber explotado, dejando un saldo de 11 muertos.
El incidente dejó abierto un pozo en el lecho marino por el que escapan alrededor de 5 mil barriles de petróleo por día al mar.
BP, que el lunes afirmó que se hará cargo de la limpieza de la macha y de las obras para sellar la pérdida, comenzó a perforar un pozo de emergencia para tratar de recuperar el petróleo que se escapa en el Golfo de México y ya prepara una estructura (una suerte de tapa protectora de 70 toneladas) para poner en el fondo del mar e impedir que siga fluyendo crudo.
BP estimó el costo de los trabajos en más de 6 millones de dólares diarios. “Este costo aumenta a medida que los esfuerzos se intensifican”, señaló el grupo. La compañía también indicó que “se avanzaba rápidamente en la construcción de una tapa” para contener en la base el escape de crudo. Si esta solución fracasa, el flujo de petróleo en el mar ascendería catastróficamente.
Las nuevas perforaciones, situadas a 1 km del pozo Mississippi Canyon, donde se registra la fuga, deberían tomar tres meses.
La mancha de petróleo, que se extiende a lo largo de 200 km, amenaza en estos momentos a cuatro estados del sur de Estados Unidos: Alabama, Luisiana, Mississippi y Florida. En este último estado, las perspectivas optimistas de una buena temporada turística de playas se están desvaneciendo rápidamente.
Clarín

BP sale a ganar la batalla de la opinión pública

El objetivo es evitar el tipo de reacción negativa que ha manchado la reputación de Goldman y Toyota

Por Neil King Jr. y Guy Chazan.- El presidente ejecutivo de BP PLC, Anthony Hayward, se reunió el martes con legisladores estadounidenses como parte de su campaña para impedir el tipo de reacción negativa que ha golpeado a empresas como Goldman Sachs Group Inc. y Toyota Motor Corp.
La visita al Congreso estadounidense coincidió con el anuncio de la petrolera británica de que esperaba sumergir la primera de tres unidades de contención sobre la principal filtración de crudo que, posteriormente, bombearía el combustible a embarcaciones en la superficie.
El 20 de abril, una plataforma petrolera explotó y se hundió en el Golfo de México causando una filtración de crudo que hoy amenaza con llegar a las costas de Louisiana, Florida, Mississippi y Alabama.
Existen riesgos, sin embargo, de que el remedio agrave la enfermedad si la unidad de 125 toneladas tritura otros ductos. Un vocero de BP manifestó que la empresa estaba segura de que la estrategia “reducirá significativamente la cantidad de crudo que está llegando a la superficie”.
El éxito de la maniobra contribuiría a reducir la presión que el gobierno del presidente Barack Obama y el Congreso están ejerciendo sobre Hayward. Obama y otros altos funcionarios estadounidenses han dejado claro que obligarán a BP a asumir la responsabilidad de todos los daños así como todos los costos de la limpieza. El secretario del Interior de EE.UU., Ken Salazar, indicó el domingo que el gobierno planeaba mantener la presión sobre BP.
En una entrevista con la cadena BBC, Hayward le restó importancia a los rumores de un enfrentamiento entre BP y la Casa Blanca y aseveró que la empresa ha establecido una “relación de cooperación increíble” con las autoridades estadounidenses.
La reunión de Hayward con los legisladores estadounidenses se produjo un día después de mantener consultas prolongadas con funcionarios del gobierno de Obama. Se trata de su tercera visita a Washington desde el 20 de abril, cuando la plataforma Deepwater Horizon se incendió y se hundió 1.500 metros bajo el agua. El accidente cobró la vida de 11 trabajadores. “Creo fervientemente que todos saldremos victoriosos”, señaló el ejecutivo a los periodistas.
BP, que está bajo intensa presión y ha sido el blanco de las críticas tanto del Congreso como del gobierno de EE.UU., está ansiosa por demostrar su disposición a gastar lo que sea necesario para frenar la filtración de crudo y limpiar el derrame.
La petrolera reveló el martes que está gastando unos US$7 millones al día en el esfuerzo y que había transferido US$25 millones a cada uno de los estados de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida para ayudar a financiar sus planes de respuesta.
Ayudados por el primer día de buen clima en la última semana, BP y varias agencias del gobierno contrataron a más de 700 embarcaciones pesqueras para que extendieran, y en algunos casos repararan, cientos de kilómetros de barreras flotantes a lo largo de la costa de Louisiana.
La compañía ha usado más de 156.000 galones de químico dispersante para diluir el crudo. Hasta ahora, la marea negra no ha llegado a la costa. Las medidas han aliviado los temores de algunos funcionarios de que un desastre sin precedentes golpee al Golfo de México.
BP ha tratado de no repetir los errores cometidos por Exxon después del desastre del Exxon Valdez en 1989, así como sus propias fallas tras el incendio de una refinería en Texas en 2005, en el que murieron 15 personas.
En el caso de Exxon, el entonces presidente de la junta de la petrolera, Lawrence Rawl, permaneció en Nueva York en lugar de volar a Alaska, donde ocurrió el accidente. Rawl, asimismo, demoró seis días en hablar públicamente del desastre. Su ausencia inicial, así como su renuencia a expresar remordimiento, desató la ira del público contra las petroleras y, en particular, contra Exxon.
BP también busca eludir el intenso escrutinio del Congreso que últimamente han recibido el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y la automotriz japonesa Toyota.
Hayward ha asumido la responsabilidad absoluta por la limpieza de la filtración y ha dicho que BP compensará todos los reclamos legítimos por daños. Al mismo tiempo, ha hecho hincapié en que no tiene la culpa de la explosión de la plataforma, que era operado por Transocean Ltd.
Cuando ocurren desastres como estos “las empresas los pueden empeorar al aparecer dilatorias, poco claras o legalistas en su respuesta”, dijo el vocero de BP Andrew Gowers.
Ante una potencial ola de demandas, BP llegó el martes en una corte estadounidense a un acuerdo que preservaría los derechos legales de cualquier pescador u otras partes que ayuden en los esfuerzos de limpieza. BP había solicitado previamente a los pescadores que firmaran contratos que limitaban sus derechos de demandar a la petrolera por daños resultantes de la limpieza.
Gowers calificó como un “disparate” una declaración de un trabajador que estaba en la plataforma en el momento de la explosión el 20 de abril de que estaba perforando a más de 6.700 metros de profundidad, a pesar de que BP sólo tiene permitido perforar a entre 5.400 metros y 6.000 metros de profundidad. El vocero agregó que la plataforma podía perforar hasta poco más de 6.000 metros y que había llegado hasta 5.500 metros.

La Nación

Demorará al menos tres meses controlar el derrame de petróleo

Estiman que es el tiempo que tardarán en realizar los pozos de emergencia para canalizar el crudo vertido en el golfo de México; crece la presión de EE.UU.

La petrolera británica British Petroleum (BP), que explota la plataforma que causó el preocupante derrame de crudo en el golfo de México, anunció el comienzo de la perforación de un pozo de emergencia para tratar de canalizar y recuperar el petróleo vertido, para lo cual estimó que necesitará al menos tres meses.
La empresa BP estimó en un comunicado el costo de estos trabajos para contener la marea negra en más de 6 millones de dólares diarios. “Este costo aumenta a medida que los esfuerzos se intensifican. Aún es muy pronto para cifrar el conjunto del costo de accidente”, señaló sin embargo el grupo. La compañía también indicó que “se avanzaba rápidamente en la construcción de una tapa” para contener en la base el escape de crudo.
Cinco mil barriles de petróleo al día se escapan de los pozos, según las estimaciones de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), la agencia estadounidense responsable del estudio del océano y de la atmósfera.
Sobre las perforaciones de emergencia, el director general de BP, Tony Hayward, dijo en un comunicado que se trata de “otra etapa clave del trabajo para contener de manera permanente la fuga de petróleo”. Estas perforaciones, situadas a cerca de un kilómetro del pozo que tiene una severa fuga, deberían tomar al menos tres meses.
La empresa petrolera indicó asimismo que “se han hecho rápidos progresos para construir la cobertura de confinamiento”. Esta capa protectora de 70 toneladas debería estar apoyada en el fondo del océano. Es la primera de tres capas que van a ser instaladas sobre las fugas para permitir recuperar el petróleo y aspirarlo gracias a un barco de perforación.
Asimismo, si las condiciones meteorológicas lo permiten, la primera capa podría comenzar a ser instalada “en un poco más de una semana”, según la firma petrolera.
La empresa también procedió a una segunda inyección de dispersantes a fin de reducir el impacto ambiental del petróleo que se está escapando. Esta nueva técnica consiste en inyectar dispersante en el petróleo desde el momento en que se expande por el agua, antes de que suba a la superficie.
La Nación