La petrolera brasileña mantendrá 280 de las 643 estaciones de servicio que tenía y niega que por ahora venda otros activos en la Argentina
Por Diego Cabot.- No hace tantos años, la petrolera brasileña Petrobrás pensaba en grande en la Argentina. Pero esos tiempos parecen haber quedado atrás. En un momento en el que las empresas brasileñas llegan a la Argentina con financiamiento propio y planes a largo plazo, Petrobrás decidió vender parte de sus activos. Hace algo más de una semana, el directorio de Petrobras Energía acordó la venta de su refinería de San Lorenzo, Santa Fe, y 363 estaciones a la firma Oil Combustibles, de Cristóbal López, en 36 millones de dólares.
¿Sé va? ¿Se queda? ¿Se reorienta? Estas son algunas de las preguntas que el mundo petrolero criollo se hace desde hace algunas semanas.
“Petrobrás vino en la crisis de 2002 y compró barato -reflexiona el ex presidente de YPF, Daniel Montamat-. La idea de ellos era armar una petrolera integrada; un negocio a largo plazo. Pero se cansaron de esperar el largo plazo. Invirtieron mucho y se tropezaron con muchas regulaciones que les afectaron sus negocios. Y ahora decidieron concentrarse en los activos estratégicos. Lo que vale son las reservas y allí seguramente se concentrarán.”
Más allá del mutismo con el que Petrobrás contesta cada una de estas preguntas, la empresa pasó de ser compradora frustrada de activos en el país a ser vendedora eventual. La historia de las compras que nunca pudo formalizar pueden explicar un poco este momento de contracción.
En 2004, varios ejecutivos brasileños estudiaron comprar los activos que tenía en el país la anglo-holandesa Shell. Los llamados del Gobierno se hicieron sentir y apareció la sombra de la preferida de la Casa Rosada: Petróleos de Venezuela (Pdvsa). No fue ni de una ni de otra; Shell se quedó en el país. Sólo fue el primer capítulo. Hubo más.
En agosto de 2007, Petrobras cumplió con una exigencia que le había impuesto hace tres años el presidente Eduardo Duhalde: desprenderse de su participación en Transener.
La estatal brasileña inició una negociación con el fondo de inversión Eton Park Capital Management y llegó a un acuerdo para suscribir el capital a cambio de 54 millones de dólares. Eton Park pagó parte del monto -alrededor de US$ 20 millones- y después se sometió la operación a la Secretaría de Defensa de la Competencia.
Los organismos públicos tacharon la operación y apareció una alianza entre la cordobesa Electroingeniería y la estatal Enarsa. Se presentaron como compradoras con, claro está, el padrinazgo del Gobierno. Petrobrás deshizo la venta y aceptó la nueva oferta. Segundo capítulo, hubo más.
En septiembre de 2007, la controlante de Esso, la norteamericana Exxon Mobil, inició conversaciones con Petrobras para vender su filial local. Ni bien se enteraron en la Casa Rosada, partió un mensaje: el Gobierno no estaba de acuerdo con la venta a Petrobrás.
La respuesta y el argumento de Exxon Mobil fueron los mismos que los de Shell: no se vende. ¿Por qué no vendieron?, preguntó en marzo de este año LA NACION a uno de los ejecutivos que participaron de las negociaciones. “El precio. Se ofreció muy poco. Y la única compañía que tenía un cheque grande, Petrobras, fue excluida por presión del Gobierno. Desde Exxon comunicaron que no estaban dispuestos a vender a esos precios y retiraron la operación del mercado”.
Descubrimientos y cambios
Hay una cosa más que también ayuda a entender la coyuntura de la compañía. Desde 2002, año en que llegó al país con la compra de Perez Companc, la situación de Petrobás cambió de cabo a rabo. ¿Qué paso? Pues que empezaron a tomar cuerpo los descubrimientos petroleros en la cuenca offshore. “La compañía cambió. Dicho de una manera llana, con todos los descubrimientos de los últimos años empezó a jugar en las ligas mayores. Entonces, ¿para qué necesita mantener inversiones en algunos sectores que sólo le dan dolores de cabeza?, dice un hombre que está muy cerca de la firma.
Un analista financiero, que estudia los movimientos de las acciones de la empresa, coincidió con la visión de que Petrobrás está desarmando activos estratégicos en la Argentina. “Ya venía vendiendo activos en Perú y Ecuador a la empresa madre. Se está concentrando en exploración en la Argentina. Esta venta de activos viene desde 2008”, sostuvo.
La Nación
—
Petrobras mantuvo su calificación de riesgo
Standard & Poor’s mantuvo su nota de riesgo crediticio para la petrolera luego de que se desprendiera de su planta de refinación de San Lorenzo (Santa Fe) y de más de 300 estaciones de servicio.
La agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s mantuvo sus notas ‘B+’ en escala global y ‘raAAA’ en escala nacional para la Argentina de Petrobras Energía luego de que la petrolera vendiera su planta de refinación ubicada en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, y de parte de su red de estaciones de servicio (alrededor de 320 puntos de venta) por 110 millones de dólares a la compañía Oil Combustibles S.A.
En su informe, la calificadora consideró a la operación como “parte de la estrategia del grupo Petrobras de optimizar su portafolio de activos, y su nivel de integración entre las actividades de exploración y producción (E&P) y refinación y comercialización (R&C) en Argentina”.
Entre los factores que sustentan la calificación Standar & Poor’s destacó que entre las “diversas ventas de activos concretadas recientemente (principalmente la venta de activos de Exploración y Producción de Perú), Petrobras se beneficia de una fuerte posición de liquidez que, al 31 de marzo de 2010, equivalía a aproximadamente todos los vencimientos de principal programados hasta 2012 inclusive”.
La agencia espera que a futuro, Petrobras “reduzca su endeudamiento nominal mediante la aplicación de fondos provenientes de ventas de activos a la cancelación de vencimientos de principal, de manera tal de alcanzar un nivel de endeudamiento más en línea con su actual reducida base de activos”.
Las calificaciones también incorporan la significativa exposición de la compañía a volátiles ambientes regulatorios en los principales países en los que opera, y el desafío que plantea la financiación del elevado programa de inversiones necesario para que la compañía desarrolle su base de reservas de hidrocarburos.
Estos factores se encuentran parcialmente mitigados por la posición de mercado de la compañía, como segundo productor integrado de petróleo y gas del país, y su competitiva posición de costos en la actividad de exploración y producción de hidrocarburos.
Diariamente Neuquén