La crisis energética estalló en el norte por las garrafas

La llegada del frío encuentra a Salta y otras provincias vecinas sumidas en un preocupante cuadro de desabastecimiento de gas envasado. A poco menos de un mes del inicio del invierno, el escenario que se muestra en diferentes rincones del NOA y el NEA revela otro dramático costado de la crisis energética a través de las garrafas.
Ayer, la Secretaría de Defensa del Consumidor de la Provincia anunció una modificación en el cronograma de entrega de garrafas sociales, ante la imposibilidad de disponer de las cantidades de tubos que venían siendo entregadas en diferentes barrios salteños en el marco del acuerdo sellado en abril con las distribuidoras locales de la cadena del gas licuado de petróleo (GLP) y el Ejército.
La imprevista reducción de las garrafas comprometidas con diferentes barrios hasta fines de mes se dispuso luego de que las plantas salteñas vieran fuertemente recortados los suministros de garrafas desde las fraccionadoras radicadas en Tucumán. Estas, de acuerdo con la información oficial, enfrentan marcados problemas de logística en el centro de canje de la vecina provincia. Según se explicó, por ley, las distribuidoras deben recibir todos los envases aportados por los consumidores, pero por la misma norma sólo se encontrarían fraccionando hoy sus propios envases. Frente a esta situación, coincidente con el fuerte incremento estacional de la demanda de gas envasado, habría colapsado el centro de canje de envases en Tucumán y los distribuidores salteños -como telón de la explicación oficial- vieron reducidos en un 40% los despachos de garrafas hacia esta provincia.
Aunque se espera que esta situación tienda a normalizarse la semana próxima en Salta, el escenario de desabastecimiento que se presenta también en otras provincias de la región, donde las explicaciones a la angustiante falta de garrafas no se circunscriben sólo al problema de los envases, se presta a lecturas menos optimistas con respecto a los problemas de abastecimiento que recrudecieron en los últimos días no sólo en ciudades salteñas.
GARRAFAS
Temor a saqueos
En Catamarca, desde hace 20 días, existe tal presión social por el acceso a una garrafa, que las distribuidoras, sin stock para cubrir la demanda insatisfecha, reclamaron protección policial para evitar que sus plantas terminen saqueadas. El comisario René Cejas, jefe de la Unidad Regional Nº1 con jurisdicción en la capital catamarqueña, remarcó que ante la escasez de gas envasado se sucedieron “cortes de calle” y “algunos desmanes que pusieron en peligro a la población”. En este marco, el jefe policial subrayó que las distribuidoras “comenzaron a solicitar consignas policiales por temor a consecuencias más graves” en sus instalaciones.
Entre tanto, la planta fraccionadora de La Rioja, desde la cual se abastece también Catamarca, informó que el acentuado cuadro de desabastecimiento persistirá por varios días. Distribuidores que dependen de estos recortados despachos, a sus vez, señalaron como “muy probable que siga faltando gas hasta fin de año”. Frente a las bocas de expendio catamarqueñas hubo en los últimos días largas colas con gente que esperó hasta 5 horas para poder conseguir una garrafa de 10 kilos. Bajo este clima, la información sobre la llegada de camiones con garrafas despachadas desde La Rioja, Córdoba y Tucumán se reserva casi como un secreto de Estado, ya que días atrás enardecidos vecinos estuvieron a punto de incendiar uno de estos camiones y se suspendieron los repartos en varios barrios ante la amenaza de saqueos.
Contrabando y reventa ilegal
El actual desabastecimiento de garrafas no se explica sólo por el aumento de las demandas y los problemas de logística que se argumentan. El tema central pasa por los topes de precios fijados en el país y la lógica comercial aplicada por las petroleras, que aumentaron sus exportaciones a mercados donde los mismos tubos se colocan a valores que superan en hasta más de un 100% a sus ganancias en el mercados interno. Por la misma razón aumentaron los contrabandos de gas envasado a países vecinos. Uno de los ejes denunciados está en las provincias del Litoral, desde donde las garrafas de 10 kilos que tienen fijado aquí un precio oficial de $16 se desvían hacia Brasil.
Fuente: El Tribuno

El problema se acentúa en otras provincias del nordeste

Ayer, vecinos de diferentes barrios de Formosa mantenían cortada la avenida Napoleón Uriburu, una neurálgica avenida de la capital formoseña, por la falta de garrafas en esa provincia que depende enteramente del gas envasado por falta de redes domiciliarias.
En este contexto, el subsecretario de Defensa al Consumidor formoseño, Edgar Pérez, remarcó que “hay un clamor de que el gas vuelva a los barrios y estamos tratando de sacar esto adelante de algún modo”.
En Chaco
En la capital y localidades del interior chaqueño -donde tampoco existen redes de gas domiciliario- la falta garrafas se acentuó en los últimos días, a la par de la aparición de los envases “truchos”. Un distribuidor explicó que “hace 25 años aparecieron en el mercado argentino garrafas de 10 kg de Brasil, ingresados seguramente vía Paraguay por Clorinda, porque en este último país el gas era más barato.Cuando aquí era más barato, las nuestras iban al Paraguay. Las garrafas brasileñas fueron recicladas por las plantas envasadoras y comenzaron a circular. Ahora, sin previo aviso, las plantas envasadoras del Chaco resolvieron no recibir más estas garrafas”, explicó el comerciante chaqueño.
En Misiones
En los últimos días seis empresas suspendieron sus envíos de garrafas a Posadas y otras localidades de Misiones. Presionadas por las autoridades de esa provincia para que normalicen sus suministros de GLP, estas firmas respondieron que no tienen rentabilidad y exigieron que se eliminen los topes de precios, fijados en 16 pesos para los tubos de 10 kilos y en 25 pesos para los de 15 kilos, en todo el país.
Desde las asociaciones usuarios misioneros se criticó duramente a las empresas, tras sostenerse que a éstas “les sale $3 la garrafa de 10 kilos y las venden hasta en $20”.
En Santiago del Estero
En Santiago del Estero, los problemas de abastecimiento de garrafas también se acentuaron en las últimas dos semanas, al ritmo de la caída del termómetro y el salto de los consumos de gas.
Fuente: El Tribuno