Más vehículos funcionan con GNC

Suman más de 1,84 millones y son el 21% del parque automotor; se amplió la brecha de precios con las naftas

Lujan Scarpinelli
LA NACION
El ritmo de aumentos de los precios de los combustibles líquidos dio lugar a otro incremento no menos significativo: el de la conversión de vehículos a gas natural comprimido (GNC), un combustible más de tres veces más barato que, por ejemplo, la nafta súper.
En mayo, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) registró la transformación de 9028 unidades de nafta a gas, sobre un total de 5184 en igual mes de 2009. En términos porcentuales, la cifra actual resultó un 74% superior en la comparación interanual y fue un 40% superior al promedio de 2009.
Con este registro, el total de autos con GNC llegó en mayo hasta 1.842.124 (frente a 1.800.666 de fines de 2009). Así, la marca se elevó al 21% del parque automotor del país, que supera los 8,5 millones, según datos de Adefa (la asociación de fabricantes de automotores).
“El alza de las conversiones a GNC se debe principalmente al aumento en la brecha del precio del gas en relación con los combustibles líquidos”, dijo a LA NACION Fausto Maranca, presidente de la Cámara Argentina de GNC. Según el cálculo de la entidad, el ahorro para el usuario de este combustible trepa al 73%, en un paquete que incluye desde la comparación entre el precio del metro cúbico y el litro de nafta y su rendimiento hasta la frecuencia en los cambios de filtros, aceite y bujías.
Actualmente, detalló Maranca, en las estaciones porteñas, el metro cúbico de GNC se vende a $ 1,20, y se consigue hasta por $ 1,60 en algunos lugares del interior. Más al Sur, por la menor incidencia de los costos de transporte, el precio desciende incluso por debajo del que se paga en la Capital. Aunque, según afirman en el sector, se trata de un mercado muy atomizado, cuyos precios al público son muy variables.
En enero, precisó Maranca, el costo del metro cúbico era de $ 1,05 en las estaciones de la ciudad de Buenos Aires.
Desde entonces hasta ahora, mientras el incremento del combustible gaseoso rondó el 14%, los líquidos treparon con fuerza, incluso a mayor ritmo que la inflación medida por consultores privados. “La brecha se amplió en esta primera mitad del año, pero especialmente en los últimos cuatro meses”, indicó Maranca.
Las subas en las estaciones de servicio se ubicaron alrededor del 29%, en promedio, para la nafta premium en la ciudad de Buenos Aires, del 20% en el caso de la súper y del 19% en el gasoil. Las variaciones en YPF, que concentra la mayor porción del mercado, sirven de ejemplo: por caso, el litro de súper costaba 3,127 a principios de año y ahora cuesta $ 3,745. El resto de las petroleras siguió una tendencia similar.
Cuestión de costos
Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra), confirmó la ampliación de la distancia entre los precios de ambos suministros: “La diferencia es mayor ahora que la súper orilla los 4 pesos y el GNC se vende a 1,20”. Aun así, en el sector se quejan de la escasa rentabilidad del negocio por las altas cargas que le impone el Gobierno.
A juzgar por los números, más personas optaron por quitar potencia a sus motores a cambio de abaratar costos. Pese a que hacerlo requiere un esfuerzo inicial, el contexto inflacionario parece impulsar a más automovilistas a invertir entre 3000 y 5500 pesos, según la tecnología que el vehículo necesite, con el objetivo de ahorrar en el largo plazo. Es que las subas de los combustibles líquidos no fueron las únicas que tuvieron que afrontar los dueños de vehículos: también se encarecieron seguros, cocheras y repuestos, entre otras variables que hacen al mantenimiento de un auto.
Una posible complicación para los usuarios de GNC puede recaer en los cortes de suministro que el Gobierno suele aplicar a quienes tiene contratos “interrumpibles” de aprovisionamiento. Desde la cámara de GNC aseguran, sin embargo, que las 1860 bocas de expendio existentes tienen “una provisión asegurada de un mínimo de 5000 m3 al día”, lo que “asegura el abastecimiento normal del parque automotor GNC, incluso en el período invernal”.
La Nación