Con el termómetro ya definitivamente alejado de las bajas temperaturas del invierno, las tarifas energéticas volvieron este mes a la normalidad. En la práctica, la caída de los subsidios que mantenían aplacadas las boletas entre junio y septiembre provoca subas que pueden llegar a casi el 100% en el caso del gas y al 360% en el caso de la luz
En ambos casos se afecta aproximadamente a un millón de hogares, que son los que más consumen.
Por medio de una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) les recordó a las distribuidoras bajo su jurisdicción (Edenor, Edesur y Edelap) que deben aplicar los cuadros tarifarios plenos, sin los descuentos por los subsidios, tal como había sido aprobado en noviembre de 2008.
Durante el invierno pasado, por segundo año consecutivo, el Gobierno dispuso suspensiones transitorias a los llamados “cargos tarifarios” como una forma de aplacar las protestas que se produjeron cuando se conoció la norma, hace casi dos años. En el bimestre junio-julio, el Estado subsidia el 100% de esos cargos, mientras que en agosto-septiembre cubre el 70% de ese incremento.
Los cargos tarifarios no son, en rigor, aumentos de tarifas que vayan a ser percibidos por las empresas del sector, sino que son girados al Estado para cubrir el recorte en los subsidios. En otras palabras, sirven para solventar la importación de combustible líquido de Venezuela y gas de Bolivia, la operación del buque regasificador en Bahía Blanca y los mayores costos de la generación e importación de electricidad.
“La gente va a pagar lo mismo que pagó el año pasado si consume lo mismo”, aclararon voceros del Ministerio de Planificación Federal. Y destacaron que el año pasado se había creado la categoría de “exceptuados” para aquellos que cobran planes sociales o la jubilación mínima, o están desocupados o carecen de gas y agua corriente.
Efectivamente, las tarifas desde este mes vuelven a ser las que ya rigieron hasta mayo. De todos modos, aunque el costo por kW/h o por metro cúbico de gas sea mayor, el menor consumo debido a cuestiones climáticas hará que el salto en las boletas no sea tan pronunciado.
La resolución 550/2010 del ENRE especifica también que las distribuidoras eléctricas deben publicar en medios de comunicación los cuadros tarifarios vigentes, algo que las empresas ya hicieron en los últimos días.
“Nosotros sólo aplicamos el cuadro tarifario previsto por el Gobierno”, se excusaron desde una compañía de distribución de electricidad.
Las empresas del sector llevan adelante su propia batalla por poder aumentar la tarifa que cobran para cubrir sus propios costos, congelada en la mayoría de los casos desde la época de la convertibilidad. De hecho, las generadoras y distribuidoras eléctricas iniciaron semanas atrás una campaña publicitaria en la que sostienen que “9 de cada 10 domicilios de Capital y GBA pagan menos de $ 1,33 de luz por día desde 1992”, y señalan que “toda la luz de un departamento un día entero cuesta lo mismo que mandar tres mensajes de texto”.
Los cambios en las boletas sólo los notarán quienes consuman más de 1000 kW/h por bimestre. Los aumentos son progresivos y pueden llegar a más del 300% para los consumidores de más de 2800 kW/h por bimestre.
Según datos del Ministerio de Planificación, en el caso de la electricidad, la reducción del subsidio alcanza al 10% de los 11 millones de clientes residenciales de todo el país.
Para el caso del gas, el cambio tarifario opera en los consumidores que se ubican en las categorías R 3-3 y R 3-4 (equivalentes a un consumo de más de 1500 metros cúbicos anuales en la zona de la Capital Federal y el conurbano bonaerense). En esas categorías (en provincias con temperaturas más bajas el umbral de consumo de gas es mayor) están comprendidos un 15% de los 7 millones de clientes residenciales. De todos modos, el gas más caro lo seguirán pagando los 4 millones de hogares que consumen garrafas porque carecen del suministro por red.
Según los cálculos de una de las distribuidoras, la facturación anual promedio para las viviendas que consumen más de 1800 metros cúbicos de gas (un 13% del total) se ubica en 1768 pesos. Si no se aplicara la suspensión de los subsidios en invierno, la factura anual ascendería a 2230 pesos.
Pero antes de la aplicación del cargo tarifario era de 1300 pesos. En otras palabras, el cargo incrementa en promedio más de un 70% el costo del gas para los grandes consumidores.
Sin miedo a las protestas
En una de las compañías que tendrán que repartir las boletas con los cargos tarifarios descartaron la posibilidad de que pueda haber nuevamente protestas de los consumidores. “Esto ocurrió por primera vez en 2008 y ya es un tema que está instalado. Hubo protestas entonces, pero luego el Gobierno suspendió la aplicación para los meses de invierno”, dijo un ejecutivo del sector.
Para el caso de la luz, una medida cautelar de la Justicia permite a los usuarios no pagar la diferencia por el cargo tarifario sin que las distribuidoras les corten la luz. Esa diferencia se va acumulando en su cuenta a la espera de que salga el fallo definitivo que dirima la cuestión. La resolución judicial fue dictada el 10 de septiembre de 2009 como respuesta a una presentación de la Defensoría del Pueblo de la Nación.
PRORROGAN LA INTERVENCION EN METROGAS
El Gobierno prorrogó por 120 días la intervención en Metrogas, que había sido resuelta en junio pasado. La compañía, controlada por British Gas y la hispano-argentina Repsol YPF, informó ayer la situación en un comunicado enviado a la Bolsa de Comercio. La medida fue adoptada por el Ente Nacional de Regulación del Gas (Enargas), que dispuso la continuidad de Antonio Gómez como interventor en la mayor distribuidora de gas del país (abastece a 1,9 millones de clientes en la Capital Federal y el conurbano). El pasado 17 de junio el organismo regulador dispuso la intervención de Metrogas luego de que ese mismo día la empresa anunciara el llamado a concurso de acreedores.
La Nación