Nueve de cada diez autos que se venden actualmente en la Argentina son nafteros. Esto significa que desde 2002 hasta hoy hubo un incremento de las ventas de estos vehículos de 938%, mientras que las de vehículos diésel tan sólo aumentaron el 36 por ciento
Así lo indicó un informe de la consultora Abeceb.com, que señaló como motivos la disminución de la brecha entre el precio de la nafta y el gasoil, la diferencia de precio entre ambos tipos de autos cuando son 0 km, el desabastecimiento de gasoil y su baja calidad en el mercado local, que daña el rendimiento del vehículo.
Si bien los autos nafteros siempre predominaron en el mercado, desde fines de los años 90 y hasta la salida de la convertibilidad hubo una gran demanda de unidades diésel, con un pico de casi el 36% en 2002.
A partir de la recuperación económica, hubo un amplio crecimiento en las ventas de los autos de nafta, que llegaron a alcanzar un alza interanual del 35%, mientras que los vehículos diésel sólo aumentaron un 4 por ciento. “Así, desde 2002, las ventas de los primeros aumentaron en total un 938%, mientras que las de los segundos sólo lo hicieron en un 36%”, indicó el informe.
En 2010, esta diferencia se ha acentuando aún más, dado que los vehículos diésel representan solamente el 7% de las ventas del mercado de autos particulares, según estimó Abeceb.com.
Los motivos
El incremento de esta divergencia ocurre porque se achicó fuertemente la diferencia de precio entre la nafta y el gasoil, que se daba como consecuencia de una política impositiva para fomentar el sector productivo y subsidiar el transporte público, estima la consultora. Según sus cálculos, hoy, con el precio de un litro de nafta ya no se compra 1,77 litros de gasoil, como en el pasado, sino 1,12 litros. Asimismo, la relación entre el gasoil y la nafta súper cayó desde 2,14 a 1,30.
Sin embargo, un vehículo gasolero 0 km sigue costando más que un naftero, a pesar de que ya no es rentable pagar un precio mayor cuando luego no existe el ahorro en combustible.
En tanto, el informe también consideró el desabastecimiento de combustible. “Cabe recalcar que las eventuales complicaciones en los últimos años fueron más severas en el caso del gasoil, dado que es utilizado por el transporte pesado y la maquinaria agrícola”.
Otro tema es que los vehículos de alta gama que se lanzan al mercado no son compatibles con la calidad del gasoil local. “El diésel no es muy bueno en la Argentina; entonces, daña el motor y baja el rendimiento del auto. A su vez, el gasoil de buena calidad tiene un precio muy alto y no se consigue en todos lados”, dijo Juan Federico Roos, vendedor de una concesionaria Toyota.
Por otro lado, otro factor que según Abeceb.com hizo que la tendencia se acentuara fue la posibilidad de reconvertir los autos originalmente nafteros a GNC, una opción de cambio que los vehículos gasoleros no permiten. Otro dato no menor es que frente al alza de la demanda de autos de nafta, muchas de las marcas dejaron de fabricar autos diésel, lo que incentivó aún más el liderazgo de ese combustible.
La Nación