Ahora PAE va por los activos de Esso

Luego de controlar el ciento por ciento de Pan American Energy, buscan hacer pie en el negocio de la refinación y venta de combustibles adquiriendo la refinería que Esso posee en Campana y su red de estaciones de servicio

Fernando Krakowiak
Bridas Corporation anunció el domingo que pasará a controlar el ciento por ciento de Pan American Energy (PAE), la principal exportadora y segunda productora de crudo del país. De este modo, los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni y la estatal China National Oil Offshore Corp. (Cnooc) consolidan su posición en el mercado local de hidrocarburos. Todavía les resta hacer pie en el segmento de refinación y venta de combustibles, pero Página/12 pudo confirmar que están realizando gestiones reservadas para quedarse con la refinería que Esso tiene en la localidad de Campana y su red de estaciones de servicio.
La multinacional estadounidense Exxon-Mobil, propietaria de Esso, apunta a concentrar su actividad en los países donde controla reservas petroleras. Por ese motivo, hace algunos años empezó a retirarse de los mercados donde sólo poseía refinerías y estaciones de servicio. En agosto de 2007, trascendió que le había encomendado al banco de inversión J. P. Morgan encontrar interesados para sus activos en el país. Entonces Pampa Holding, Petrobras y el Grupo Eurnekian se mostraron interesados, pero en marzo de 2008 la compañía descartó su salida.
Ahora han vuelto a resurgir los rumores de venta y PAE está en un lote de interesados que también incluye a la venezolana PdVsa, la brasileña Petrobras y Pampa Holding. Fuentes de PAE desmintieron ayer su interés ante este diario, pero otras dos fuentes que siguen de cerca la negociación dijeron a Página/12 que Carlos Bulgheroni ya hizo una oferta y que últimamente estaba preocupado porque le llegó la versión de que PdVsa habría ofrecido más dinero. “El ya debe haber mejorado la suya”, afirmaron a este diario.
La refinería que Esso controla en Campana tiene una capacidad de producción de 88.000 barriles por día, 14 por ciento del total nacional. Sólo es superada por las que YPF posee en las localidades de La Plata y Luján de Cuyo y la que Shell tiene en Dock Sud. Y está por delante de las refinerías de San Lorenzo (Oil), Bahía Blanca (Petrobras), Campo Durán (Refinor), Plaza Huincul (YPF) y otras menores. Esso cuenta además con unas 90 estaciones propias y cerca de 500 franquiciadas.
En el mercado estiman que la refinería cotiza a unos 300 millones de dólares, sin contar la red de estaciones de servicio. Es difícil calcular cuánto encarecerían el precio esas estaciones, porque sólo unas 90 son propias, mientras que el resto pertenece a pequeñas y medianas empresas que ahora tienen contrato de exclusividad de venta de combustible con Esso.
Si PAE se queda con los activos de Esso, se convertiría en una petrolera integrada capaz de extraer, refinar y comercializar, tal como lo hacen ahora Repsol YPF y Petrobras. Eso justificaría aún más el desembolso de 3100 millones de dólares que realizó Cnooc para entrar en Bridas en marzo y los 7059 millones que Bulgheroni y los propios chinos invirtieron ahora para quedarse con el 60 por ciento de PAE que controlaba British Petroleum.
Fuentes del mercado especulan incluso con que el acuerdo de los hermanos Bulgheroni con los chinos no supuso el reparto de Bridas Corp. en partes iguales, como se informó públicamente, sino un mayor porcentaje de los chinos en un esquema donde los Bulgheroni se hacen cargo del management de la compañía. La especulación se justifica argumentando que, por lo general, siempre hay un accionista que ostenta la mayoría, ya que es difícil dirigir una compañía en la que sus socios están empatados. No se puede certificar este dato porque Bridas Corp. no cotiza en bolsa, pero si efectivamente los chinos son los que controlan la firma, y no son un inversor pasivo, es lógico esperar que inviertan fuerte para seguir expandiéndose. No hay que olvidar que antes de asociarse con los Bulgheroni habían intentado quedarse con las acciones que Repsol posee en YPF.
Página/12