ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
“Creo que argentina necesita una política de Estado para proteger el ambiente, que no dependa de un gobierno, porque los gobiernos se ocupan un día y al día siguiente se ocupan de otra cosa porque la agenda cambia y el tema queda de lado. Una política de Estado que dependa de los tres poderes del Estado y que posea fuerte participación ciudadana. Hace falta que vayamos disminuyendo los niveles de contaminación en muchas áreas y por otro lado vayamos construyendo una economía ambiental. Es la gran oportunidad que tiene el país”, describió el magistrado.
El Diario del Fin del Mundo: Si bien las normas en materia ambiental se sancionaron después de comprobarse efectivamente el deterioro que generó el hombre en la naturaleza, es bueno saber si estas normas tienen efectos prácticos reales o en qué situación nos encontramos en este momento a nivel mundial.
Ricardo Lorenzetti: A nivel mundial tenemos muchos tratados internacionales ambientales, por el cambio climático, por la protección de la biodiversidad y para que las especies no se extingan. Tratados para preservar la pureza del agua de los mares, los que se refirieren al agua potable, que es un problema muy serio para la humanidad, porque va a faltar agua potable. Sobre eso hay tratados internacionales, tenemos constituciones como la argentina y la brasileña que protegen el ambiente, y tenemos leyes. Lo que falta es aplicarla, y para aplicar esas leyes no es solo un problema de hacer juicios; antes es mucho mejor que esas leyes sean aplicadas voluntariamente por los poderes ejecutivos nacionales y provinciales, y sobre todo en las reuniones internacionales. Pero claro, acá el problema es que los dirigentes políticos sobre todo los de las grandes naciones, a mi modo de ver; no tienen la claridad que tiene el ciudadano común respecto a los temas ambientales, porque si usted le pregunta a la gente de aquí le va a decir que el invierno ya no es como antes, que nieva menos. La gente se da cuenta, cualquier ciudadano, del norte, del sur, del este y del oeste se da cuenta que está cambiando el clima y esto es algo del sentido común. Pero cuando se hizo la reunión de dirigentes para el cambio climático y estuvieron los grandes países no llegaron a ningún acuerdo. Entonces el problema pasa por las decisiones de los grandes países, que tienen que estar ajustadas a la protección del ambiente, y este es un reclamo muy fuerte que tenemos que hacer, que la gente común que no tiene grande responsabilidades está consciente, pero la que tiene grandes responsabilidades aceptan firmar tratados, dictan leyes, que después no aplican. Pero hay que aplicarlas. Por supuesto que con prudencia, sin perseguir a nadie, no generando más conflictos de lo que ya existen, pero la solución del tema ambiental también puede ser positiva y no solo conflictiva. Puede ser y esto es importante para la argentina, que sea una gran oportunidad de desarrollo. El tema ambiental no solo es la oposición entre el desarrollo y la protección de la naturaleza, esa es una visión; nosotros estamos inclinados a otra visión, que es ajustar la economía a la naturaleza. Entonces hoy tenemos energías limpias, por ejemplo la Patagonia, tiene un gran potencial en la energía eólica, en productos alimenticios orgánicos, para desarrollar una economía si se quiere verde, lo que también va a generar riqueza y empleo.
EDFM: ¿Cómo se hace para que sea posible y aplicable si no existe un proceso de fortalecimiento institucional tanto desde parte de las estructuras ejecutivas como del poder judicial?
R.L.: Por supuesto que hace falta fortalecimiento institucional y que los dirigentes hablen de esto, porque creo que se habla muy poco. Yo donde puedo hablo y no solo ahora sino desde hace muchos años y antes de ingresar a la Corte. Pero creo que hay que insistir en concientizar, de cuidar la naturaleza, de proteger los recursos naturales y esto hay que hacerlo siempre, todos los días, porque está en juego el futuro de los hijos y de nuestros nietos. Ahora porqué no se aplican, bueno, hay que hacerles entender a todos que hay una salida diferente al conflicto clásico, de aquel que dice si yo protejo el ambiente cierro una fábrica, y eso no es así. Siempre hay muchas modalidades intermedias que permiten que las fábricas puedan mejorar y seguir trabajando protegiendo el ambiente o por lo menos sin lesionarlo.
EDFM: ¿La argentina tiene las leyes necesarias para aplicar?
R.L.: Argentina tiene muchas leyes, pero no se aplican muy bien.
EDFM: Meses atrás, en una charla con Leonardo Boff, él manifestaba que se buscaba crear una Corte Internacional sobre el medio ambiente. ¿Es posible que la creación de un organismo de esta envergadura tenga efectos concretos, o podría pasar que se transforme en otro organismo burocrático?, ¿cómo analiza esta propuesta?
R.L.: Yo coincido con la idea. Además Leonardo Boff es un gran hombre que ha trabajado mucho en estos temas y por supuesto que uno sabe que los problemas ambientales trascienden los países. Por ejemplo, nosotros tenemos problemas con el cambio climático que son muy difíciles de solucionar si un país hace su trabajo y el otro no. Entonces para eso es bueno un tribunal internacional. Lo que ocurre es que hoy no hay una voluntad clara de las naciones de proteger el ambiente y eso se ve en los tratados internacionales. Entonces mucho menos van a querer crear una corte internacional, aunque sea bueno hacerlo.
EDFM: Al menos no cree que pueda hacerse de inmediato.
R.L.: No, no creo. Yo creo mucho en el pueblo, en la gente. Creo que la presión que ejerce el ciudadano hace que cambie la agenda política y esto ya está ocurriendo. Por ejemplo, hace unos años no se hablaba mucho del medio ambiente y ahora sí. Bueno, eso es un logro de los pueblos de la tierra y no de los grandes dirigentes ni de las grandes empresas, pero sí de los grandes líderes que tienen los pueblos. Y hoy ya no se discute que el ambiente está en peligro eso es un avance. Lo que hay que hacer ahora son decisiones concretas, hay que bajar los niveles de emisiones de gases tóxicos y de contaminación, cambiar la forma en que estamos trabajando y hacer menos lesivo el ambiente.
EDFM: Después de hablar con Leonardo Boff, pensaba que el efectuaba una exaltación al pesimismo, porque decía que era pesimista sobre la realidad y que por eso se ocupa permanentemente de las cuestiones medioambientales y que solo los optimistas se quedan sentados esperando que las cosas se soluciones solas. ¿Qué es usted, optimista o pesimista sobre la realidad del medio ambiente?
R.L.: Yo creo que la realidad no va a cambiar si no hay una fuerte presión de los pueblos de la tierra y nuestro trabajo es este, el de hablar con ustedes, con todos, el de concientizar y que haya muchos que estén pidiendo por la protección del ambiente, porque cuando eso suceda la realidad va a cambiar. Y creo que eso gradualmente se va logrando. En ese sentido creo que se han dado pasos importantes. Indudablemente esto afecta intereses y ahí estamos todavía sin ganar la batalla. También hay que hacer entender que esto no es necesariamente la pérdida de empleo, de trabajo, de riqueza, sino que hay soluciones que pueden ir gradualmente generando una economía alternativa de naturaleza ambiental.
EDFM: ¿Qué ve desde su lugar en la corte como saldo pendiente en la Argentina, para modificar un cambio en materia medioambiental?
R.L.: Yo creo que argentina necesita una política de estado para proteger el ambiente. Esto significa que no dependa de un gobierno, porque los gobiernos se ocupan un día y al día siguiente se ocupan de otra cosa porque la agenda cambia y el tema queda de lado. Que tampoco dependa de algunos de los poderes del Estado. Una política de Estado que dependa de los tres poderes del Estado y que posea fuerte participación ciudadana. Creo que eso hace falta para que nosotros por un lado vayamos disminuyendo los niveles de contaminación en muchas áreas y por el otro vayamos construyendo una economía ambiental. Es la gran oportunidad que tiene el país.
Diario del Fin del Mundo