El Gobierno autorizó una suba de precios en las tarifas de clase económica en vuelos de cabotaje de entre el 18 y el 30 por ciento respecto de mayo de 2011. El aumento comienza a regir desde hoy, según estableció una resolución de la Secretaría de Transporte publicada en el Boletín Oficial
Allí se justifica que desde mayo “se ha verificado un incremento del 18 por ciento en el costo del combustible Jet A1, insumo básico en la estructura de costos del sistema aéreo”. Además, el Gobierno volvió a apuntarle a las empresas petroleras por cobrar, supuestamente, sobreprecios en el combustible para aviones. “Si bien –el combustible Jet A1– es producido integralmente en el país, se ha regido por la variación del precio internacional”, criticó. El aumento en el precio del pasaje de avión beneficia a las empresas de transporte terrestre de larga distancia.
Tal como lo hizo en su momento la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, Transporte advirtió que la diferencia existente entre el precio internacional del combustible para aviones y los costos de producción internos representa para YPF y las demás firmas del sector petrolero “un margen extraordinario de 0,55 pesos por litro de combustible, así como un sobrecosto en concepto de tasa de aeropuerto respecto de lo realmente abonado, lo que ha motivado la denuncia por parte de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia”, dice la resolución.
En 2011 las tarifas de los vuelos aumentaron dos veces, en marzo y mayo, un 8 por ciento en cada oportunidad. En octubre de 2010, el incremento autorizado había sido del 10 por ciento. En este caso la suba de la tarifa de referencia es de un 18 por ciento, aunque los valores máximos se incrementan un 30 por ciento. Por ejemplo, el precio de referencia de un vuelo desde Buenos Aires a Bariloche pasa de 552 a 651 pesos, aunque podrá llegar a costar 1466 pesos, cuando antes ese techo estaba en 1049 pesos. En el caso de Córdoba, la tarifa de referencia pasa de 310 a 366 pesos, y la máxima, de 589 a 768 pesos. Para viajar a Ushuaia, el valor de referencia sube de 469 a 663 pesos, y el tope, de 889 a 1391 pesos.
La resolución de Transporte también establece una segunda tarifa máxima para cada viaje, algo por encima de la anterior. Ese techo regirá para los últimos diez días corridos previos a la fecha del vuelo de ida, con un máximo de hasta el 30 por ciento de la capacidad de la aeronave.
La suba en el precio de los pasajes de avión mejora las perspectivas para las empresas de micros de larga distancia. “Lógicamente que el aumento es bienvenido en el sector, porque se acomodan las tarifas y nos permite llegar a una situación más normal. Nosotros veníamos teniendo problemas para viajes directos de distancias de 700 u 800 kilómetros, donde el precio se empezaba a acercar al del avión. Esta novedad ayuda a minimizar los impactos de la quita de subsidios”, indicó a este diario Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi).
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