Contra la posición de los republicanos, el presidente quiere combatir “las actividades ilegales” y el fraude en un sector clave de la economía y prometió tolerancia cero para quienes provoquen aumentos artificiales de precios.
El alza de los combustibles y los cíclicos problemas de desabastecimiento, fatales en un año electoral, llevaron ayer al presidente estadounidense Barack Obama a pedirle al Congreso que apruebe medidas que permitan “acabar de inmediato con la especulación”. Al reclamar un rol más activo del Estado en la regulación del mercado energético, dijo que “hay que combatir las actividades ilegales porque este no es el modo en el que debe funcionar el mercado”. Obama, que también dirigió sus dardos sobre los especuladores de Wall Street, prometió “tolerancia cero” para quienes lucran provocando un aumento artificial de precios.
Las presiones dirigidas al Congreso conforman la última respuesta de la Casa Blanca a los ataques de los republicanos a la política energética estatal. Obama no oculta que su reclamo consiste en la concesión de más poderes a los reguladores del mercado petrolero a fin de frenar la manipulación de precios por parte de los especuladores. Quiere que el Congreso afiance la supervisión federal de los operadores petroleros, aumente las penalidades a la manipulación del mercado y dé a los entes de control la prerrogativa de aumentar las garantías que deben poner los comerciantes de energía para respaldar sus transacciones.
“No podemos sobrellevar una situación en la que algunos especuladores puedan cosechar millones de dólares mientras a millones de familias les toca lo peor”, dijo Obama dirigiéndose a los congresales desde la Casa Blanca. El plan probablemente sólo sirva para poner de manifiesto las diferencias con los republicanos y no repercutirá de inmediato en el incesante aumento del precio de las naftas. Las medidas procuran afianzar el cumplimiento de las normas por parte de Wall Street en momentos en que los legisladores republicanos buscan limitar el alcance de las regulaciones federales.
La propuesta de Obama se conoce cuando, por razones electorales, los republicanos atacan su política energética, sabedores del costo político que debe pagar el presidente por el alto precio de los combustibles. El plan de Obama daría un mentís a los republicanos apuntando al papel que le cabe a Wall Street en la cadena de los precios petroleros. Ayer, en una demostración de poder, el presidente se dirigió los congresales acompañado por los secretarios de Justicia, Eric Holder, y del Tesoro, Timothy Geitner; el presidente de la Comisión de Comercialización de Contratos Futuros de Materias Primas, Gary Gensler, y el titular de la Comisión de Comercio, Jon Leibowitz.
Obama pareció dirigirse expresamente al electorado cuando, al final, señaló el “desgraciado” rol que juega la oposición, alineada al servicio de los “enemigos de los estadounidenses”. Insistió en una gran verdad: que los republicanos se oponen a un plan que busca ponerles límites a las ventajas impositivas que tienen las empresas petroleras. “Aquí tienen una oportunidad de rectificarse, pensando en los intereses de todos y no los de un sector”, afirmó. < Ansa y AP
Tiempo Argentino