Luego de haber nombrado a Juan José Carbajales como vicepresidente ejecutivo, los referentes de La Cámpora ligados a Axel Kicillof lograron ampliar su presencia en ENARSA: desplazaron a Ricardo Cabrera, gerente de finanzas y miembro del directorio por las provincias. En su lugar, incorporaron a Gastón Ghioni
Tras haberse quedado con un silla en el directorio a fines del año pasado, en las últimas semanas los referentes de La Cámpora ligados al viceministro de Económía, Axel Kicillof, lograron ampliar su presencia en ENARSA, la energética estatal que desde su creación siempre ha estado bajo el control del titular de la Planificación, Julio De Vido, según publicó el diario Clarín.
La ofensiva “camporista” sobre ENARSA había arrancado en diciembre de 2011 con el ingreso al directorio que encabeza Exequiel Espinoza de Juan José Carbajales. La segunda movida se registró hace 15 días, en coincidencia con el evidente recorte de poder que viene sufriendo De Vido, quien no sólo se ha quedado afuera del control de YPF, sino que además perdió el control del Transporte.
Con el visto bueno de la Rosada, Carbajales concretó una doble jugada . Tras quedarse con el flamante puesto de “vicepresidente ejecutivo” de la empresa, logró desplazar a Ricardo Cabrera, el gerente de finanzas y miembro del directorio que representaba a las provincias. En reemplazo de Cabrera, las huestes camporistas incorporaron como nuevo timonel de la tesorería de ENARSA a Gastón Ghioni, un investigador del CENDA –el centro de estudios creado por Kicillof– que había ingresado al Banco Nación como uno de los reponsables territoriales del PRODER (Programa para el Desarrollo Regional y Sectorial).
A diferencia de otros entes y empresas donde lograron desembarcar bajo el paraguas de Cristina, en el caso de ENARSA el avance de La Cámpora se hizo a expensas de la provincias que perdieron un lugar en el directorio y en medio de una polémica por la contratación de seguros a las ofertas más caras y de otros que no habrían sido necesarios para la compañía.
Según fuentes del sector asegurador, ENARSA terminó pagando un 23% más el seguro de cobertura integral de riesgos de las centrales térmicas Ensenada de Barragán y Brigadier López. Al hacerse cargo del manejo de las usinas, ENARSA tuvo que salir a contratar en enero un seguro integral que la cubriese de cualquier daño o imprevisto.
Por un acuerdo marco suscripto en 2008 con Nación Seguros, ENARSA está obligada a contratar todas las pólizas con esa unidad de negocios del grupo Banco Nación. La cotización pasado por Nación Seguros para el seguro de las dos centrales de generación fue de US$ 21 millones más IVA. Tras una serie de demoras que registró la emisión de las pólizas, los funcionarios de ENARSA solicitaron cotización a Sancor Seguros y el precio solicitado fue de US$ 17 millones más IVA (23% menos).
Pese a que era más conveniente para la empresa, Carbajales y el titular de Nación Seguros y director del Banco Nación Juan Ignacio Forlón –otro camporista, amigo personal de Máximo Kirchner– lograron que el directorio de ENARSA desista de la menor oferta de Sancor y apruebe la contratación más alta de la aseguradora estatal.
Otra llamativa cuestión con los seguros se registró con una póliza por el transporte marítimo del GNL (gas natural licuado) que importa ENARSA. Para evitar embargos de los acreedores de bonos defaulteados, la empresa tiene que contratar las cargas importadas bajo la claúsula DES (sobre el buque) y no sobre los valores FOB y CIF, que son los habituales. Las cargas despachadas con el régimen DES pertenecen al armador y ya tienen un sobrecosto en el flete que corresponde al seguro del GNL transportado. No obstante eso, ENARSA terminó contratando un seguro por US$ 3 millones para las entregas de GNL que, a juzgar por los analistas del sector, constituye una superposición de coberturas y un gasto innecesario.
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