La decisión, anunciada a la AFP, implica que los beneficios de los actuales y nuevos contratos serán repartidos de manera más equitativa.
El Congreso de Brasil levantó por mayoría el veto de la presidenta Dilma Rousseff a un proyecto de ley que redistribuye regalías del petróleo entre estados productores y no productores, y que según la Mandataria viola contratos actuales.
La decisión, anunciada a la AFP por la Secretaría General del Congreso, implica que los beneficios de los actuales y nuevos contratos serán repartidos de manera más equitativa entre estados productores y no productores de crudo.
A finales de noviembre, Rousseff vetó parcialmente un proyecto aprobado semanas antes por el Congreso que modificaba la distribución de regalías petroleras en beneficio de los estados no productores, que son mayoría en Brasil.
Rousseff se opuso a que dicha distribución afectara a los actuales contratos petroleros, y planteó que la misma sea aplicada sólo a las futuras licitaciones de pozos convencionales y del “presal”, las millonarias reservas de crudo descubiertas en aguas ultraprofundas.
También buscaba que las regalías de las nuevas concesiones fueran destinadas exclusivamente para la educación. Sin embargo, el Congreso votó en contra de las objeciones presidenciales en una sesión que arrancó la noche del miércoles y cuyos resultados fueron divulgados la mañana de ayer.
Brasil debe resolver la disputa sobre las regalías petroleras antes de dos millonarias licitaciones para nuevas explotaciones. La ley con el nuevo reparto de las ganancias había generado un fuerte rechazo entre los estados productores. Tres de los 27 en Brasil, Río de Janeiro, Sao Paulo y Espírito Santo, concentran la mayor riqueza petrolera.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, alertó que el proyecto “llevará a un colapso en las finanzas” del estado y pone en riesgo el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
La Razon
La decisión, anunciada a la AFP por la Secretaría General del Congreso, implica que los beneficios de los actuales y nuevos contratos serán repartidos de manera más equitativa entre estados productores y no productores de crudo.
A finales de noviembre, Rousseff vetó parcialmente un proyecto aprobado semanas antes por el Congreso que modificaba la distribución de regalías petroleras en beneficio de los estados no productores, que son mayoría en Brasil.
Rousseff se opuso a que dicha distribución afectara a los actuales contratos petroleros, y planteó que la misma sea aplicada sólo a las futuras licitaciones de pozos convencionales y del “presal”, las millonarias reservas de crudo descubiertas en aguas ultraprofundas.
También buscaba que las regalías de las nuevas concesiones fueran destinadas exclusivamente para la educación. Sin embargo, el Congreso votó en contra de las objeciones presidenciales en una sesión que arrancó la noche del miércoles y cuyos resultados fueron divulgados la mañana de ayer.
Brasil debe resolver la disputa sobre las regalías petroleras antes de dos millonarias licitaciones para nuevas explotaciones. La ley con el nuevo reparto de las ganancias había generado un fuerte rechazo entre los estados productores. Tres de los 27 en Brasil, Río de Janeiro, Sao Paulo y Espírito Santo, concentran la mayor riqueza petrolera.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, alertó que el proyecto “llevará a un colapso en las finanzas” del estado y pone en riesgo el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
La Razon