Brasil ha optado por adquirir gas natural en los mercados externos a un mayor precio que el que paga al Estado boliviano, con el fin de garantizar su seguridad energética.
En septiembre de este año, estará concluida la planta de Bahía para la regasificación de gas natural licuado (GNL) y es la tercera terminal con la que cuenta el país vecino para abastecer su mercado interno. En los últimos meses, Petrobras incrementó la importación de GNL y la nueva planta se sumará a las ya existentes en la Bahía de Guanabara y en Pecém, lo cual elevará la capacidad de proceso a 41 millones de metros cúbicos por día (MMmcd). Mediante un contrato (GSA), Brasil compra a Bolivia hasta 30 MMmcd.
El precio del gas natural boliviano exportado al país vecino oscila entre nueve y diez dólares por millón de BTU (unidad térmica británica, por sus siglas en inglés), en tanto que el GNL que importa de diferentes países se cotiza entre 15 y 17 dólares por millón de BTU, una cifra superior en 40%.
“En la actualidad, la capacidad de regasificación de Brasil es de 27 MMmcd, pero cuando TRBA, la planta en Bahía, entre en funcionamiento ese país ampliará su capacidad a 41 MMmcd, volumen superior a los 30 MMmcd de gas boliviano”, afirmó la directora de la Logística de Petrobras, Luciana Racheid, durante la presentación en el Foro “Río Gas”, el miércoles 6, según el portal TN Petróleo.
Según dos expertos en hidrocarburos, al país vecino no le importa adquirir gas a un precio más elevado que el nacional, debido a que sólo así garantiza la provisión de su mercado.
El analista Álvaro Ríos dijo que hace 11 años que en el país no hay descubrimientos de gas o petróleo, lo cual causa inseguridad en el abastecimiento que requiere Brasil.“Lo que nos está diciendo el incremento de la importación de GNL, que Brasil realiza de otros mercados, es que necesita más gas y en vez de apostar por el combustible boliviano, opta por otros más caros; esto lo hace porque ve a Bolivia como un país inestable para demandar más allá de los 30 MMmcd”, dijo.
El consumo de gas en el vecino país llegó en los últimos meses a 74,5 MMmcd, de los que Bolivia provee entre 20 y 30 MMmcd; el resto se importa de Trinidad y Tobago, Indonesia y Qatar, entre otros países.
El analista Bernardo Prado dijo que Bolivia debe buscar mercados alternativos como el norte de Chile o regiones que estén alejadas de la costa brasileña. Además, tiene que dotarse de una estrategia para renegociar las exportaciones a Brasil. “Cuando se firmó el contrato con Brasil, ellos no tenían otra opción más que comprar el gas boliviano; ahora tiene muchas alternativas”, añadió.
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