El sucesor de Chávez se definió como “obrero y peronista”; pese a la sintonía, no hubo acuerdos en materia energética
Mariana Verón.- Sin acuerdos concretos en materia energética y con declaraciones de buenas intenciones, la presidenta Cristina Kirchner y su par de Venezuela, Nicolás Maduro , dieron ayer una muestra de sintonía política para iniciar una nueva relación , tras la muerte de Hugo Chávez.
Entre sollozos, la jefa del Estado recordó al presidente Chávez y dijo que sentía alegría y tristeza a la vez. “Cuando uno recibe a un amigo siempre suele estar feliz y contento. Cuando falta algún otro amigo esa alegría tiene sensaciones cruzadas y ambivalentes”, abrió Cristina su discurso durante una declaración a los medios, tras la reunión de trabajo de más de cuatro horas que compartieron ambas comitivas en la Casa Rosada.
Maduro le retribuyó el gesto con una definición política. “Soy el primer presidente chavista, obrero y peronista”, le dijo, mientras la jefa del Estado jugaba con un pañuelo de papel sobre su atril.
Consciente de la situación económica en su país , Maduro reconoció que hay “severos problemas de abastecimiento” de alimentos, que adjudicó al “sabotaje económico” y celebró la firma de un acuerdo que posibilitará la creación de una reserva alimentaria de tres meses.
Aunque hubo intentos de cerrar algún tipo de entendimiento entre la estatizada YPF y la venezolana Pdvsa en el área energética, las reuniones quedaron por ahora en buenas intenciones, sin acuerdos para anunciar. En medio de la visita, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el hombre fuerte en la relación entre ambos países, mantuvo un encuentro con su par y presidente de la petrolera venezolana, Rafael Ramírez, además del CEO de YPF, Miguel Galuccio, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof. “Esto nos da, en este marco y en este campo, una posibilidad de maniobra y de nuevos acuerdos”, se esperanzó Cristina Kirchner.
Minutos más tarde, en el acto con la militancia de Unidos y Organizados en el estadio de All Boys, Maduro dijo que se avanzó en “acelerar los proyectos” para construir en la Argentina por lo menos dos refinerías de petróleo. Además, consideró que tras la reunión pretendía “fortalecer la refinación y las inversiones de gas”. En la Casa Rosada no informaron sobre los alcances del encuentro. La esperanza en Balcarce 50 es que se pueda avanzar a futuro, ante la complicación para conseguir inversiones para YPF. Con la muerte de Chávez y el nuevo gobierno, la mayoría de los tratados habían entrado en una impasse .
Tampoco hubo información sobre la eventualidad de alguna compra de bonos por parte de Venezuela, el único país que le permitió endeudarse al Gobierno, una política que se cortó en 2008.
Por ahora, lo que sí se cerró fue un convenio para vender productos derivados de la industria petrolera, como válvulas, por unos 55 millones de dólares de pequeñas y medianas empresas argentinas. La llegada de Maduro le sirvió al Gobierno para reactivar el programa de creación de empresas mixtas para exportar tecnología en materia agrícola. Se acordó que dentro de 15 días viajarán empresarios a Caracas para comenzar a canalizar la propuesta.
A tono con el nuevo clima cercano a la Iglesia tras la designación del papa Francisco, Cristina Kirchner le regaló a Maduro una Virgen de Luján, que le llevó en persona el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, a la Casa Rosada. La Presidenta dijo creer en las “señales divinas” cuando se dio cuenta de que ayer era justamente el Día de Nuestra Señora de Luján y hasta sumó a sus creencias el hecho de descubrir que la imagen tenía 13 rayos y ése era el número preferido de Néstor Kirchner.
Maduro llegó ayer por la mañana al país, después de una primera escala en Uruguay, como parte de su gira regional en busca de respaldo político tras las reñidas elecciones que ganó en su país. Hoy, estará en Brasil como cierre de su viaje.
En paralelo a su visita, tres legisladores antichavistas, Nora Bracho, Leopoldo López y Freddy Guevara, estuvieron ayer en el Congreso y un grupo de venezolanos que residen en la Argentina protestaron contra la visita de Maduro en el Obelisco.
Entre los acuerdos que firmaron ambos presidentes, de un total de once, el más concreto fue en el área del Ministerio de Industria con la autorización de Venezuela para ampliar el cupo para la venta de automóviles por 10.000 unidades durante este año.
La Nación