El lema de la “década ganada” que el relato oficial quiere instalar para los 10 años de la gestión kirchnerista se topó con un duro revés en el sector energético.
El grupo que integran los ex secretarios de Energía advirtió que desde 2003 lo que se observa es una “década pérdida” por la falta de un plan energético nacional y el desmanejo del Gobierno que privilegió medidas de corto de plazo y desatendió las soluciones de fondo.
Una producción petrolera que muestra nada menos que 120 meses de caídas, una extracción de gas que no para de descender desde 2004, la pérdida del autoabastecimiento, la creciente dependencia de las importaciones de combustibles y la falta de resultados de la restatizada YPF constituyen los puntos centrales que relevaron los ex secretarios al analizar la última década kircnerista.
El nuevo documento que presentaron ayer los ex funcionarios puso de relieve las siguientes aristas que conforman la “década pérdida” en materia energética.
* El país perdió definitivamente el autoabastecimiento energético que exhibía desde hacía dos décadas y que estaba basado en una matriz energética diversificada que permitió tener saldos exportables de hidrocarburos positivos entre 1989 y 2010.
* A partir de 2010, Argentina se convirtió en un importador neto de gas oil, fuel oil y gas natural.
En 2012 las importaciones fueron de US$ 9500 millones y en el primer trimestre de 2013 las mismas crecieron un 57% respecto a igual período del año pasado.
* En 2002, el país producía la mitad de petróleo que Brasil, mientras que ahora esa relación apenas llega a la cuarta parte.
Esa declinación está vinculada al retroceso de las producciones de crudo–que ya lleva 120 meses de caídas– y gas que no paran de bajar desde 2004.
* En los últimos 10 años disminuyeron tanto las reservas de petróleo , como las de gas, siendo ello la causa más importante de la caída de los niveles productivos.
* La inversión en exploración en la última década ha sido menos de la mitad de la que se hacía en las dos décadas anteriores, y casi siempre en las cuencas tradicionales bajo riesgo y ya explotadas.
* El congelamiento tarifario llevó al estancamiento y disminución de la inversión privada, a la cesación de pagos a las empresas de servicios públicos y a la falta de financiamiento. Ante eso, el Estado debió asumir los pasivos e implementar unsistema insostenible de subsidios a la energía y al transporte que ha desequilibrado las cuentas públicas.
* YPF, la empresa energética más importante del país, mostró un marcado retroceso. El año pasado extrajo 40% menos del petróleo que producía en 2003, mientras que en gas la caída llegó al 38%. En 2008, el Gobierno decidió impulsar y aprobar una perjudicial venta de acciones de Repsol a un grupo empresario amigo ( la familia Eskenazi) al que le permitió pagar la inversión con excesivas distribuciones de utilidades que llegaron a superar el 140 %.
* La expropiación del paquete mayoritario de YPF realizada en 2012 no ha resuelto el problema energético y va camino a empeorarlo. La petrolera sigue siendo víctima de una política fallida que inhabilita su capacidad de buscar financiamiento y de asociarse con otras empresas para revertir la declinación productiva y el desarrollo de nuevas reservas.