La OPEP acordó este viernes mantener su cuota de producción en 30 millones de barriles al día a pesar del riesgo de que una caída de la demanda mundial de crudo reduzca sus ingresos petroleros, al tiempo que minimizó el impacto del petróleo de esquisto producido en Estados Unidos.
“Todo el mundo se puso de acuerdo para mantener el nivel de producción […] Tenemos que defender el precio” del barril, dijo el ministro venezolano del petróleo, Rafael Ramírez, al salir de una reunión de cerca de tres horas con sus homólogos de los 12 países del cartel, que produce cerca del 35% del crudo mundial.
Un recorte de las cuotas de producción habría favorecido un aumento del precio del barril y, en consecuencia, los ingresos de los miembros del cartel, una posición defendida en algunas ocasiones por países como Irak, que necesita capitales para financiar su reconstrucción.
Pero la OPEP, que reúne Estados petroleros de Oriente Medio, África y dos países de América Latina (Venezuela y Ecuador), optó finalmente por el statu quo, por temor a las consecuencias negativas de un aumento del crudo para la frágil economía mundial.
“La relativa estabilidad de los precios en 2013 indica que el mercado está abastecido adecuadamente y que las fluctuaciones periódicas de precios son un reflejo de la situación geopolítica”, dijo la organización en un comunicado.
“Estamos vigilando el mercado porque la situación económica en la Unión Europea es difícil y cuando nos volvamos a reunir en diciembre tendremos más elementos”, aseguró por su parte el ministro venezolano Ramírez.
La OPEP confía en que la demanda se mantendrá en los próximos meses. “Nuestras previsiones para el tercer y el cuarto trimestre del año son positivas”, dijo Abdalá El Badri, el secretario general de la organización, que prevé una demanda mundial de crudo en 2013 de de 89,7 millones de barriles al día.
El cartel reconoció sin embargo que los riesgos para la economía mundial, sobre todo en los países desarrollados, “están todavía por determinar”. Un análisis que coincide el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que esta semana rebajó sus previsiones de crecimiento aduciendo la crisis persistente en Europa y la ralentización de la economía china, el segundo consumidor de petróleo del mundo por detrás de Estados Unidos.
El acuerdo para mantener las cuotas era esperado desde principios de semana, cuando Arabia Saudí, el país más influyente de la OPEP y líder de facto del cartel, dijo que la situación del mercado, con un barril cercano a los 100 dólares, era “satisfactoria”.
Hacia las 13h00 GMT, poco después del anuncio. el barril de Brent se negociaba en Londres a 101,32 dólares.
La principal preocupación de los países miembros es mantener ese precio mínimo de 100 dólares que garantice “un precio justo para nuestros recursos naturales”, recordó el ministro venezolano. En abril el precio del crudo cayó brevemente por debajo de esta marca simbólica .
Los países de la OPEP no llegaron sin embargo a un acuerdo sobre el sucesor del actual secretario general de la organización El Badri, en funciones desde 2007 por falta de acuerdo, aunque sí se definieron los criterios para ocupar el cargo que podría ser decidido en diciembre.
El petróleo de esquisto, “evolución y no revolución”
Otro de los temas sobre la mesa para los países de la OPEP es el impacto delpetróleo de esquisto, un crudo no convencional producido en Estados Unidos que según la Agencia Intencional de la Energía (AIE) podría suponer un “choque ” para el mercado mundial y empujar los precios a la baja.
“Lo estamos vigilando de cerca pero no lo vemos como una revolución sinocomo una evolución“, dijo El Badri.
Por el momento el auge del petróleo de esquisto afecta principalmente a Angola y Nigeria, los dos países de la OPEP más dependientes de sus exportaciones hacia Estados Unidos y que ya están buscando nuevos mercados, indicó el secretario general.
“Estados Unidos siempre ha tenido sus fuentes de energía propias. ¿Cuánto petróleo de esquisto está produciendo? Poco”, sentenció por su parte el ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Pedro Merizalde, que participaba por primera vez en una reunión de la OPEP.
Los expertos no están de acuerdo sobre el impacto de este nuevo tipo de petróleo a corto y medio plazo y algunos vaticinan que su coste de producción, muy superior al del petróleo convencional, le impedirán ser competitivo en el mercado global.