Sapag y Cameron, durante la apertura de los sobres licitatorios por Chihuido I
El gobernador Jorge Sapag se ilusionaba con cimentar la plataforma política de su segundo mandato -iniciado a fines de 2011- sobre laconstrucción de la represa Chihuido I, una millonaria obra que motorizaría la economía provincial durante cinco años. El Ejecutivo licitó la instalación de lacentral hidroeléctrica en 2009, con un costo cercano a los US$ 2.000 millones. Sin embargo, cuatro años después, la obra -preadjudicada a un consorcio liderado por CPC, una constructora de Cristóbal López, y Electroingeniería- nunca llegó a concretarse por falta de crédito y acompañamiento del Gobierno nacional.
Frente a ese complicado escenario, la administración neuquina empezó a tejer una estrategia para reactivar el emprendimiento. La primera fase de esa iniciativa tendrá lugar hoy martes, cuando un emisario patagónico se reúna con directivos de CPC y Electroingeniería -empresas de buena llegada a la Casa Rosada– con la intención de rescindir el contrato de pre-adjudicación de Chihuido I, que aportará 670 Mw de potencia eléctrica.
Las compañías fueron intimadas hace dos semanas por Neuquén para que presenten los avales crediticios del proyecto (tienen que financiar, en conjunto, alrededor de US$ 300 millones). El plazo para exhiban las garantías caduca el 5 de junio. Pero ante la ausencia de respuestas, la provincia patagónica tomó la decisión de cancelar la pre-adjudicación, según indicaron a El Inversor Online allegados a Sapag.
Los emisarios de Neuquén se reunirán también con funcionarios de laSecretaría de Energía, a cargo de Daniel Cameron, y del Ministerio de Planificación. El objetivo: lograr que la Casa Rosada garantice, en una futura licitación, los mismos parámetros del contrato de compra de energíasuscripto para la compulsa de 2009, cuando el Estado se comprometió a pagar alrededor de US$ 120 por megawatt por hora (MWh) generado en Chihuido I.
Sapag apunta a relicitar la construcción de la obra. Sabe que la variable de ajuste es el financiamiento. Por eso, quiere modificar el pliego para exigir que el ganador solvente un 100% de la construcción de la represa. La compulsa anterior sólo pedía un 85 por ciento. “En el escenario actual de la Argentina, el financiamiento es la clave para destrabar los proyectos de infraestructura”, señaló una fuente cercana a Sapag.
En esa dirección, funcionarios neuquinos se reunieron en los últimos meses con inversores chinos, rusos y asiáticos de cara a evaluar el interés en una nueva licitación. Entre las empresas sondeadas figuran las chinas Sinohydro, CCC, Citic y Harvey y la rusa Inter Rao UES. Las compañías mostraron voluntad de participar en una nueva convocatoria pública. Para avanzar, Neuquén precisa de la luz verde de Nación. De ahí la importancia de las reuniones que tendrán lugar esta semana en Buenos Aires con representantes de las empresas privadas y funcionarios de Energía y Planificación.
En Neuquén incluso barajan la posibilidad de garantizar el pago del contrato de energía con la producción de un yacimiento petrolero en manos de Gas & Petróleo de Neuquén, la empresa provincial de hidrocarburos.
La construcción de Chihuido I, licitada en 2009, fue pre-adjudicada a un consorcio integrado por las empresas Electroingeniería, la brasileña OAS, la constructora CPC, Hidrocuyo y Rovella Carranza. La obra iba a demandar una inversión total de US$ 2.009 millones (1743 millones para la construcción de las obras y un costo financiero de US$ 266,8 millones).