Para atraer más petrodólares, YPF ya negocia un nuevo acuerdo con Exxon

En medio de la polémica por Chevron, esta semana llegan directivos de la mayor hidrocarburífera del mundo para sumarse a Vaca Muerta. Buscarán crudo en el mar.
Por Nicolas Gandini
Después del acuerdo con Chevron, y mientras se acentúa el déficit energético, YPF intentará cerrar en los próximos meses al menos un nuevo contrato de inversión con otra gran empresa privada internacional. La necesidad de ingresar dólares frescos al negocio petrolero es directamente proporcional a la caída de la producción local de gas y al incremento de las importaciones energéticas, que este año proyectan un costo superior a los US$ 13 mil millones.
Frente a ese escenario y después de firmar el martes un convenio con Chevron para desembolsar US$ 1.240 millones en un yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en Neuquén, Miguel Galuccio recibirá esta semana a un alto directivo de ExxonMobil, que llegará a Buenos Aires para interiorizarse de los avances regulatorios en el negocio petrolero.
ExxonMobil –que en 2012 ganó US$ 44.480 millones a nivel mundial– ya está presente en Neuquén, donde perforó una serie de pozos exploratorios en Vaca Muerta para evaluar el potencial de la formación no convencional, y se apresta a colocar otros cinco pozos en la zona. Incluso, está asociado con YPF para explorar dos áreas: Pampa de la Yegua y Loma del Molle, siempre en busca de shale oil y shale gas. Desembolsará allí US$ 250 millones en tres años.
La foto la presidenta Cristina Kirchner con John Watson, CEO de Chevron, el martes en la Casa Rosada, aceleró los planes de ExxonMobil, que ya pidió una bilateral entre uno de sus vicepresidentes y Galuccio. Así lo confirmó a PERFIL una alta fuente de Gobierno.
Mediante la asociación con Chevron –que en una primera etapa prevé la perforación de cien pozos–, YPF apunta a duplicar su producción de crudo en Neuquén de cara a 2017. El desarrollo a gran escala obligará un desembolso de US$ 15 mil millones –la mitad a cargo de la compañía norteamericana– para perforar 1.180 pozos y alcanzar una oferta de 70 mil barriles diarios de petróleo.
Concretar un acuerdo similar con ExxonMobil, la mayor petrolera privada del planeta, significaría un espaldarazo fuerte para el paquete de medidas lanzado por el Gobierno, la última semana, para favorecer la inversión privada. Pero no será una tarea sencilla. El acuerdo con Chevron requirió casi un año de negociaciones, también producto del embargo que pesó sobre la empresa por una demanda ambiental en Ecuador.
La petrolera controlada por el Estado también está por cerrar un contrato con Dow para elevar la producción no convencional de gas. “Las negociaciones están muy avanzadas”, explicaron allegados a la operación. La petroquímica norteamericana precisa asegurarse la provisión del hidrocarburo para su planta de poliolefinas en el Polo de Bahía Blanca, que en invierno se ve forzada significativamente su actividad por las restricciones al consumo industrial de gas cuando baja la temperatura. No trascendió el monto de la inversión, pero sería cercano a los US$ 500 millones.
El sueño de achicar el déficit energético llega hasta el océano. En su próxima reunión con el representante de ExxonMobil, Galuccio presentará detalles geológicos de la plataforma marítima. El CEO de YPF quiere viabilizar la perforación de una serie de pozos exploratorios en el Mar Argentino. Recientes descubrimientos en las costas de Argelia, en Africa, alimentan la teoría geológica de que esos hallazgos podrían replicarse de este lado del Atlántico. Pero cada pozo en el mar cuesta alrededor de US$ 200 millones, inviable sin la asistencia de capitales privados.
En YPF recibirán esta semana una buena noticia: tras ocho meses de demora, el Gobierno empezará a pagar mejores precio de gas, según el contrato firmado en diciembre. El Ejecutivo se comprometió a abonar US$ 7,50 por millón de BTU –tres veces el precio promedio– a las petroleras que eviten la declinación de la producción. Así, YPF sumó diez nuevos equipos de perforación. Y lo propio hicieron Pan American Energy (PAE), Total y Wintershall, otras petroleras que se sumaron al programa.
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