Responder con obras a la creciente presión que generan los adelantos tecnológicos de la industria automotriz y al progresivo caudal de tráfico (liviano y pesado) que circula por las rutas argentinas no es una misión simple ni que pueda exponer resultados en el corto plazo. Pero los ejes políticos trazados como base para desarrollar proyectos que fortalecerán la Red Nacional de Caminos son terminantes y apuntan a sostener y continuar con la ampliación de la capacidad de los caminos a través de la ejecución de autovías, autopistas, ensanches y construcción de terceras trochas.
Todas esas previsiones para mantener y ampliar la Red Vial Troncal están incorporadas en el Esquema Director Vial Argentino (Ediviar), elaborado por el Consejo Vial Federal, del que participan las vialidades provinciales y Vialidad Nacional, organismo éste que toma un listado de prioridades y elabora los proyectos de obras.
Tras vencer los plazos del sistema CREMA, se licitará un nuevo período para la Malla 536 de la ruta nacional 89, entre Avía Terai y General Pinedo.
Lo hecho y lo que resta fue motivo de un amplio análisis en el marco de la “Jornada de Infraestructura: la construcción contribuye a la calidad de vida”, desarrollada hace pocos días en Tecnópolis (Buenos Aires), que contó con la participación de todos los estamentos y organismos que forman parte del Ministerio de Planificación Federal. Entre ellos, la Dirección Nacional de Vialidad, que depende de la Subsecretaría de Obras Públicas de la Nación.
La jornada estuvo organizada por la cartera que dirige Julio De Vido, la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la Uocra y el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), y se realizó durante todo un día, con múltiples talleres. Allí, se analizó la situación de la obra pública en todo el país y en particular en cada provincia.
Humberto Cardozo, jefe del Distrito 18 Chaco de Vialidad Nacional.
Humberto Cardozo, jefe del Distrito 18 Chaco de Vialidad Nacional, participó del taller en el que se hizo un amplio repaso de inversiones y obras viales en la última década (2003-2012), y las proyecciones para el próximo lustro. De los datos más salientes que el directivo expuso ante NORTE se destaca el concepto de ampliación de capacidad para rutas estratégicas como la 16, eje del corredor bioceánico y lugar de paso para el transporte internacional del Mercosur, y por donde pasa la producción agropecuaria de todo el NEA y NOA.
Entre los ejes políticos mencionados por Cardozo, la Red Nacional de Caminos se recategorizará en la medida del aumento de la capacidad (ensanches de calzadas), mientras que existe la decisión de mantener el sistema de red concesionada, al igual que la red de acceso a Buenos Aires y el sistema de Rehabilitación y Mantenimiento (CREMA). En cambio, se incrementará el control de cargas y se transformará a modos tecnológicos. Y también se fortalecerá la política de instalación de playas de estacionamiento y áreas de descanso para transportistas, con los servicios necesarios.
La estratégica ruta 16 es una de las contempladas en el plan general de ampliación de capacidad que ejecuta Vialidad Nacional en todo el país.
Haciendo números, el Distrito 18 Chaco de Vialidad Nacional tiene bajo su control y responsabilidad un total de 987 kilómetros de rutas pavimentadas: la ruta 11 (172 km), ruta 16 (337 km), ruta 89 (136 km) y ruta 95 (340 km). Del total, la red concesionada abarca 252 kilómetros y la no concesionada, 735 kilómetros.
En el Chaco
Uno de los problemas más preocupantes de la Red Nacional de Caminos es su escasa capacidad para contener el flujo de tránsito vehicular y, principalmente, del transporte de cargas y de pasajeros. De ahí la decisión de ejecutar obras de ampliación de la capacidad de rutas estratégicas, ítem incluido en el Plan General trazado dentro de los ejes políticos de la Red Nacional de Caminos.
Esta ampliación se concreta a través de cuatro tipos de obras: autovías (con accesos en varios puntos de la extensión), autopistas (con acceso restringido), ensanches y terceras trochas.
Para el caso del Chaco, estos trabajos se ejecutan en la ruta nacional 16 (corredor bioceánico). Esta carretera nace en el ingreso al puente Chaco – Corrientes (lado correntino) y atraviesa más de 700 kilómetros hasta Salta, con dos autovías ya concluidas en tramos chaqueños (Resistencia y Sáenz Peña). En su paso por la capital chaqueña se encuentra la autovía “Nicolás Avellaneda”, de 12 kilómetros; y está en ejecución el primer tramo de la autovía Resistencia-Sáenz Peña, hasta Makallé, lo que también supone el ensanche de la actual calzada en una obra de reconstrucción de 66 kilómetros que está en marcha, actualmente con la reparación del acceso a La Escondida.
De igual forma, serán reparadas las rotondas de las rutas 11 y 16, en Resistencia, y de Antequera. Además, está a poco de empezar la repavimentación y ensanche de los 143 kilómetros de la ruta 16 entre Sáenz Peña y Río Muerto (tramo no concesionado). “De punta a punta la ruta 16 está considerada en el plan de aumento de capacidad de los caminos”, resumió Cardozo, y explicó que hasta llegar a Salta hay otros cinco tramos ensanchados a ocho metros.
Por otra parte, la ruta nacional 95 en el acceso a Villa Ángela presenta también estas condiciones de aumento de capacidad. “Esta ruta es muy importante”, aseguró el funcionario, ya que se trata de una ruta transversal que corta la provincia por el corazón productivo y llega hasta el puerto de Rosario. En el extremo norte de esta carretera, Vialidad ejecuta trabajos de reconstrucción en el Puente Lavalle y de la calzada en unos 10 kilómetros hasta el acceso a Villa Río Bermejito.
“Si toda la producción de Formosa tuviera esta ruta en condiciones, bajaría por aquí y no iría hacia la ruta 11 o a la 16”, reflexionó Cardozo. Con esa afirmación, fundamentó la importancia de considerar a la ruta 95 como alternativa de salida hacia el sur del país, y sumarle capacidad para recibir más caudal de tránsito.
También en el Plan General de ampliación de capacidad se anota la ruta nacional 11 entre Resistencia y Formosa (237 kilómetros), y el tramo de esa misma carretera entre Reconquista y Santa Fe (340 kilómetros). En total, en el país se ampliará la capacidad en 10.055 kilómetros de rutas.
Red nacional y provincial
Al dar cuenta de los datos estadísticos que muestran la evolución de la Red Vial Nacional en el período 2003-2012, Cardozo repasó el estado actual, las obras y los principales proyectos que involucran a ese tejido de 39.518 kilómetros que enlaza al país.
En la que el gobierno nacional denomina “Década ganada”, la red nacional de caminos creció 1.228 kilómetros. Es que de los 38.290 kilómetros que había en 2003 pasó a 39.518 en 2012. El mayor incremento se produjo en los caminos pavimentados: de 31.070 kilómetros en 2003 a 35.214 kilómetros el año pasado, un crecimiento de 4.144 kilómetros.
Del total actual de la red caminera (39.518 km), el 89% es pavimento (35.214 km), el 8% es ripio (3.228 km) y el 3% es tierra (1.076 km). De la red vial pavimentada, 32.977 kilómetros son de calzada simple (trocha de 6,70 metros), 1.378 son autovías y sólo 855 son autopistas.
Con respecto a la red provincial de caminos (rutas bajo administración de cada provincia), en el país está formada por 196.517 kilómetros, de los cuales 42.003 son pavimentados (el 21%), 42.829 kilómetros son ripio (22%) y 111.685 son de tierra (57%).
La red nacional posee cuatro sistemas de rehabilitación y mantenimiento de los caminos para 22.062 kilómetros de rutas. Así, las carreteras concesionadas a privados alcanzan los 9.110 kilómetros en todo el país; y las rutas nacionales con peaje llegan a 656 kilómetros (en el sur del país). Entre las concesionadas sin peaje (sistema COT), la única que queda vigente es la 11, entre Resistencia y el límite con Paraguay, de 296 kilómetros. Y finalmente, entre las alternativas para mantener la red se cuenta el Contrato de Recuperación y Mantenimiento (CREMA), que incluye a unos 12.000 kilómetros en todo el país.
En tanto, existe también para la red nacional un sistema de mantenimiento de rutina a través de tres alternativas: los convenios de Transferencia de Funciones Operativas (TFO) con las vialidades provinciales para el mantenimiento de rutas nacionales (hay 5.221 kilómetros de rutas transferidos a las provincias); un sistema modular que abarca 1.275 kilómetros de rutas nacionales y por administración; y 10.956 kilómetros que debe mantener Vialidad con sus recursos y equipamiento.
Por otra parte, el Plan de Conservación Mejorativa supone obras menores que no pueden superar los 30 millones de pesos de presupuesto cada una. En obras hay 345 tramos pequeños que suman en total 12.923 kilómetros con una inversión global de 4.859 millones de pesos.
Crecimiento exponencial
Una variable relevante que ayuda a medir el caudal de tráfico en las rutas del país es el Tránsito Medio Diario Anual Acumulado. Este indicador muestra que, en una década, el tránsito registró un crecimiento exponencial: un 94,16% entre 2002-03 y 2011-12.
Este porcentaje marca el mayor caudal de vehículos volcados a las rutas, con la misma infraestructura estructural. Más llamativo todavía es el dato de variación acumulada para vehículos pesados (camiones y ómnibus), que aumentó en diez años un 101,86%.
Crecimiento presupuestario
Al iniciarse la gestión del gobierno kirchnerista en 2003, la Dirección de Vialidad Nacional tenía asignados 556 millones de pesos como presupuesto para rutas nacionales; mientras que en 2012 la asignación alcanzó los 11.950 millones. En tanto, para rutas provinciales la asignación inicial en 2003 era de 5,9 millones de pesos, y saltó a 2.189 millones en 2012.
En la década, la suma de presupuestos manejados por Vialidad alcanza los 65.106 millones de pesos, de los cuales 52.239 millones fueron recursos destinados a rutas nacionales y 12.867 millones para rutas provinciales.
En cuanto a la inversión comprometida para este año por regiones (que hará llegar el presupuesto global de la década a 111.151 millones de pesos), la Zona Norte recibirá la menor asignación en porcentaje: el 21% de los recursos. Aquí en el norte se incluyen las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y Tucumán.
El Centro (San Juan, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, San Luis, Mendoza y La Pampa), recibirá el 48% de los recursos, ya que allí está el mayor y más complejo entramado de rutas del país. Y la Zona Sur (Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) se llevará el 27% de asignación presupuestaria para el año en curso.
De esos 111.151 millones de pesos proyectados a 2013, están ejecutados el 60% y por ejecutar el 40% restante.
Crema 2013-19
Como novedad, Cardozo anunció que en los próximos días comenzarán a licitarse las obras incluidas en el sistema Crema 2013-19. Serán 73 mallas en 23 provincias e incluirán la reconstrucción de 10.885 kilómetros con una inversión total de 13.336 millones de pesos.
Para el caso del Chaco, se licitará un nuevo período de la Malla 536 de la ruta nacional 89 entre Avía Terai y General Pinedo. Es que -según explicó el funcionario- venció el plazo de mantenimiento (cinco años) y deberán realizarse nuevas obras de recapado. “La idea es no dejar caer la ruta y que se rompa”, resaltó.
Puentes en ejecución
Además de caminos -resaltó Cardozo- Vialidad también construye puentes. En total, entre los que están en ejecución en el país y los ya concluidos suman 47.018 metros con una inversión de 3.291 millones de pesos en diez años. Fueron hechas 643 obras.
Para el Chaco, están en marcha tres: el Viaducto de la avenida Sarmiento (206 metros) y otros que se ejecutan en la nueva autovía Resistencia – Makallé: uno sobre el río Negro y otros dos sobre las vías del ferrocarril (60 metros entre todos).
Con respecto a los proyectos “singulares” incorporados al Ediviar, se anotan tres puentes de interés para la región: Reconquista – Goya ($5.000 millones, en estudios preliminares del proyecto), el segundo puente Chaco – Corrientes (ferrovial) y el puente internacional entre el departamento Ñeembucú (Paraguay) y el norte argentino.
Diario Norte