La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, definió ayer como una victoria histórica de su gestión la aprobación de la ley que destina a la educación y a la salud el 100% de las regalías derivadas de la explotación petrolera. Según la mandataria, con la ley aprobada por el Congreso, como mínimo unos 45 mil millones de dólares se incorporarán al presupuesto de esas dos áreas en la próxima década. “Son recursos que en el futuro permitirán a nuestros nietos y bisnietos vivir en un país más justo y con oportunidades”, afirmó Rousseff. La ley destina el 75% de los royalties a la educación y el 25% restante a la salud.
“Voy a promulgar la ley en los próximos días para que los recursos comiencen a llegar cuanto antes a las escuelas, a los hospitales y a las guarderías infantiles”, dijo Rousseff durante su programa radial Café con la Presidenta. Agregó que “hoy la prioridad es la de construir en un año 6000 guarderías infantiles” en la periferia de las grandes ciudades. La presidenta volvió a hacer un reconocimiento a las protestas sociales de junio-julio, que “crearon este clima político que llevó a los legisladores a votar la ley”.
“Quiero hacer un reconocimiento especial al Congreso –dijo–, los legisladores perfeccionaron la propuesta que siempre defendí y que mi gobierno cursó para que las riquezas del petróleo, que son finitas, sean invertidas en educación. Para nosotros, ese es el pilar para hacer de Brasil una gran nación, asegurar la emancipación de nuestro pueblo y sacarlo de la pobreza, para elevar al país a la condición de una nación de hombres y mujeres que crezcan por el conocimiento que generen.” El texto original fijaba que el 100% de las regalías fueran a educación. El Congreso modificó la propuesta (la “perfeccionó”) para llevarla al 75% y volcar el resto a salud.
Según el modelo de concesión utilizado por Brasil para la explotación de los hidrocarburos, el concesionario debe volcar entre el 10% y el 15% del valor de cada barril de petróleo a las arcas del gobierno federal, los estados y los municipios. Esos recursos, que antes se dividían entre todos los rubros del presupuesto nacional, irán ahora a los dos ítems específicamente señalados en la ley. Cuando habló de una cifra de 45 mil millones de dólares, Rousseff aclaró que el dato surge en razón del petróleo extraído actualmente, “pero crecerá si se detectan nuevas reservas”.
“Cada vez que descubramos un nuevo campo petrolífero, una parte de esa riqueza será usada para mejorar nuestras escuelas y nuestros hospitales”, señaló. La discusión sobre el uso a dar a los recursos petroleros surgió en respuesta al hallazgo de un gran yacimiento en aguas profundas, conocido como pre-sal por estar situado bajo una capa de sal corrosiva. Estimaciones extraoficiales señalan que el pre-sal podría contener entre 55 mil y 100 mil millones de barriles de petróleo, cuya explotación convertiría a Brasil en exportador neto de crudo. El país también tiene reservas en tierra aunque de un volumen menor. «
Ansa y Ap