Argentina podría seguir importando gas hasta 2023

De acuerdo con el titular de la Cámara de Exploración y Explotación de Hidrocarburos del país expresó que “es probable” que la Argentina siga importando gas los próximos 10 años, debido a la “grave” situación energética del país.

El titular de la Cámara de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Oscar Vicente, calificó de “grave” la situación energética en el país y consideró “probable” que la Argentina deba seguir importando combustibles los próximos 10 años para satisfacer su demanda interna.

Vicente estimó que llevará “al menos” una década recuperar el autoabastecimiento energético perdido en 2010 y salió al cruce de estimaciones oficiales que mencionaban que era posible lograr ese objetivo en los próximos cuatro años.

“Yo le pregunto, ¿cuánto sabe de petróleo ese que dice eso? ¿Cuántos pozos hizo? Hoy en día nadie puede decir eso”, afirmó el especialista en declaraciones a Noticias Argentinas, y enfatizó: “El que diga eso miente, no sabe nada”.

El exdirector ejecutivo de la petrolera que el magnate Gregorio Pérez Companc le vendió a la brasileña Petrobras en 2002, sostuvo que la situación energética en el país es “grave” porque se realizaron “mal algunas evaluaciones” en la industria y los pozos de gas se agotaron.

Consultado sobre si la Argentina estará obligada a seguir importando combustibles durante los próximos 10 años para cubrir el consumo doméstico, expresó: “Es probable”, después de haber estimado que al país le demandará al menos una década recobrar la autosuficiencia.

Vicente, también presidente del Club del Petróleo, se manifestó en estos términos después de que el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en una reunión con gobernadores de provincias productoras, vaticinara (en mayo pasado) que era posible que el país regresara al autoabastecimiento energético en cuatro años.

El petrolero, de quien se comenta que podría asumir la conducción de Petrobras Argentina si efectivamente se completa el traspaso de esa compañía a manos del empresario Cristóbal López, también destacó el potencial de la formación Vaca Muerta en la cuenca neuquina: “Estamos en una situación grave, pero por suerte apareció este recurso, que vamos a ver si lo podemos transformar en reservas”, manifestó.

“Creo que el desafío es que en los próximos tiempos me vean pidiéndole a los petroleros hablar de reservas y no de recursos. Recurso es lo que está abajo, reserva es lo que podemos poner arriba, con un costo que lo haga competitivo”, expresó Vicente, con 47 años de trayectoria profesional en la industria de los hidrocarburos.

Al trazar un diagnóstico de la coyuntura energética nacional, el presidente de la petrolera Entre Lomas indicó: “Hicimos mal algunas evaluaciones y eso fue lo que nos pasó, con un problema en cuanto a evaluar lo que es petróleo y lo que es gas. Argentina se equivocó en esas cosas”.

Dijo que “si a vos te falta petróleo, lo importás y no hay problema”, pero en el caso del gas, el país debe pagar 18 dólares el millón de BTU (Unidad Térmica Británica) en los cargamentos que llegan en barcos, precisó, y consignó que en Estados Unidos el millón de BTU cuesta U$S 3.

“¿Cuál era el problema?, que Argentina cuando tenía eso y era autosuficiente y además nos sobraba gas, de toda la cantidad de gas de nuestra canasta energética, el 42 por ciento venía de la cuenca neuquina, fundamentalmente de Loma de La Lata”, explicó, y añadió: “Más del 50 por ciento de nuestra ecuación energética la hacemos con gas”.

“En algún momento me habrán escuchado decir hace cinco años que si no descubríamos otro Loma de La Lata íbamos a estar mal, porque cuando empieza a declinar la producción del gas siempre es violenta, es mucho más rápida que la del petróleo (…) Cuando se te viene el agua en el gas, se ahogan los pozos y no sacás más nada”, dijo.

Vicente, quien formuló estas declaraciones al participar en la Exposición Oil & Gas Argentina 2013 en el predio de La Rural de Palermo, insistió: “Esto es lo que nos ha pasado. Se cayó la producción de gas en la cuenca neuquina y no pudimos compensar con nada”.

“¿Cuál es la solución para esto?, hay un barco que viene y ése es caro, porque el gas no viaja fácilmente arriba de un barco; hay que licuarlo, hay que gastar mucha energía”, señaló, en momentos en los que analistas del sector energético doméstico entienden que la Argentina deberá este año desembolsar unos 12.000 millones de dólares para importar combustibles y así poder satisfacer la demanda interna.

La Mañana de Neuquén